"You're going to need a bigger boat."

"You're going to need a bigger boat."

lunes, 30 de noviembre de 2009

RODEADO DE SERIES: THE WIRE


Parecía difícil encontrar una serie que igualase e incluso superase en calidad a los dos buques insignia de la HBO, The Sopranos y Deadwood. La aproximación más original y vibrante al tema mafioso desde Goodfellas, obra de David Chase, y el antiwestern hiperrealista, político y sucio creado por David Milch, parecían cumbres de altura imposible de superar. Pero también de la mano de la HBO, llegó otro David, esta vez apellidado Simon, junto a su colega Ed Burns, y un equipo de guionistas de postín con novelistas como George Pelecanos, Richard Price o Dennis Lehane en él... y entre todos parieron The Wire, un verdadero logro en todos los sentidos, que no deja pequeñas a las obras de los otros dos David, pero que desde luego, en términos de calidad, se tutea con ellas sin problema y en opinión de muchos llega a superarlas.

The Wire comienza como una más de entre las muchas entregas televisivas que giran alrededor del trabajo de la policía; esta vez, se trata de un equipo especial de pies planos que le siguen la pista al capo del tráfico de drogas en uno de los peores barrios de Baltimore: el lugar al que todos se refieren como "las casas baratas". Lo que en un primer momento puede parecer otra serie más enseguida se convierte en algo mucho más interesante, porque The Wire cuida por igual a todos los personajes: los policías, los traficantes, los chavales del barrio que empiezan en el negocio... Personajes como el imperfecto detective McNulty; el traficante Avon Barksdale, su sobrino D'Angelo, y su mano derecha, el astuto Stringer Bell; el drogadicto Bubbles y su colega, siempre en busca de su próxima dosis; o uno de los grandes hallazgos de la serie: Omar Little, el pandillero que roba dinero y drogas a los traficantes y siembra el terror a su paso... Sus caras y sus nombres se van volviendo familiares para nosotros, y nos sorprenden paso a paso porque todos ellos se comportan como personas, no como personajes; y para cuando queremos darnos cuenta, estamos irremisiblemente enganchados.

Omar, el pandillero del pandillero.

Y tras la excelente primera temporada, llega la segunda, y el centro de atención se vuelve hacia los muelles de la ciudad, y al mismo tiempo la serie sigue desarrollando la trama relacionada con la policía y el tráfico de drogas, y la situación de violencia y miseria generalizada que rodea a quienes viven en "las baratas". Nuevos personajes se unen a los que ya conocíamos. Unos ganan protagonismo, otros lo pierden, y poco a poco comprendemos que The Wire es un proyecto mucho más ambicioso que una simple "serie de polis", como puede ser la entretenidísima The Shield, por ejemplo. La serie, aunque parezca mentira, se vuelve aún mejor.

Excelentemente llevada, con una trama absorbente, original y sin concesiones, The Wire continúa mejorando en su tercera temporada, donde todo lo anterior se entrelaza con la carrera a la alcaldía de un ambicioso candidato blanco en una ciudad "negra". La cuarta temporada lidia con el sistema educativo, y los problemas de los chavales de barrios marginales, que conviven con la droga y la violencia desde la infancia. La quinta y última parte de la serie cierra todas las tramas interrelacionadas, añadiando además una fascinante reflexión sobre los medios de comunicación y su ética a través de la historia de varios periodistas del Baltimore Sun (el periódico donde David Simon trabajó como reportero, años atrás...). Todo ello trufado de sorpresas, de momentos magistrales dentro de un desarrollo que raya a un altísimo nivel. No es exagerado decir que The Wire, simplemente, mejora episodio a episodio.

Mc Nulty, un poli de los pies a la cabeza, en todos los sentidos.

La lección de The Wire es difícil de tragar, y por eso la serie atesora tanta calidad. Con la ciudad de Baltimore como telón de fondo, la serie viene a decirnos, en resumen, que la vida no es perfecta ni lo será jamás. Los problemas de una sociedad se perpetúan, porque los "verdaderos poderes" nunca permitirán que nadie saque los pies del tiesto y pruebe fórmulas nuevas que puedan socavar su autoridad. Nadie puede salirse de su sitio. Los chavales de los barrios pobres no saldrán nunca de sus casuchas, de la violencia, de las drogas. Los traficantes de drogas siempre serán eso, traficantes, peleando entre sí por las esquinas. Los policías que ascienden a puestos de mando nunca podrán llevar a cabo reformas que acaben con la desidia, la corrupción, el amiguismo. Los políticos, tanto los bienintencionados como los no tan bienintencionados, siempre chocarán con intereses y presiones para que mantengan las cosas como están. El implacable aparato social acabará engulléndolos a todos, lo quieran o no, lo sepan o no. Y el sistema se perpetuará a sí mismo, continuamente.

Así lo demuestra la sucesiva resolución a lo largo de la serie de las tramas que afectan al joven Michael y a su amigo Dukie, que heredarán los "papeles" de otros dos personajes... o al impresionante personaje de Omar, uno de los grandes hallazgos de la serie; o al astuto y calculador Stringer Bell y al violento Marlo, dos traficantes tan diferentes como el agua y el aceite... o al alcalde Carcetti, al teniente Daniels, al díscolo McNulty, al comandante Colvin (y la fascinante idea de éste último sobre cómo afrontar el tráfico de drogas)... Tantos y tantos personajes, tantas y tantas historias que se entrecruzan en las calles de Baltimore a lo largo de los 60 episodios de The Wire, una serie que para gente mucho más autorizada que yo (por ejemplo, Jason Aaron, guionista de Scalped), es lo mejor que ha dado la ficción televisiva en toda su historia. No es decir poco...

Stringer Bell, un narcotraficante como ningún otro.

Si Los Soprano o Deadwood tienen algún que otro altibajo (no muchos, es cierto, pero alguno hay), The Wire no padece de ese mal, sino todo lo contrario. Porque The Wire parece menos "ficción" y más "realidad" que cualquier otra serie de TV. A ello contribuyen sus excelentes guiones y su cuidadísima factura técnica, alejada de toda tentación "peliculera": por ejemplo, la música no se utiliza como elemento decorativo en la serie, a excepción de contadísimos momentos de "recapitulación", sino que suena "dentro" de la serie. Oímos la música que se oye en cada momento en cada escena.

Y si The Wire deja una huella imborrable, muy prometedor se presenta también el próximo proyecto de David Simon (autor también ha creado la interesante Generation Kill, ambientada en la guerra de Irak): Tremé, sobre la Nueva Orleans post-Katrina, con Wendell Pierce (quien interpreta en The Wire al detective Bunk Moreland) como uno de los protagonistas. Hablando de realidad...

Más información, aquí.

martes, 24 de noviembre de 2009

MIS AUTORES FAVORITOS: JOHN BUSCEMA

Los primeros cómics que empecé a coleccionar en serio, mes a mes, fueron los de Conan. Tanto La Espada Salvaje como Conan el Bárbaro. Teniendo en cuenta eso, es fácil imaginar que uno de mis dibujantes favoritos sea el gran John Buscema, sin duda alguna el hombre que dio forma a la imagen más reconocible del bárbaro cimmerio.

La reciente exposición dedicada a su obra en el Casal Solleric de Mallorca ha ido acompañada de un espectacular catálogo, que glosa la vida y obra del mayor de los Buscema de manera atinada, familiar, crítica y nada aséptica. Una verdadera gozada de libro, profusamente ilustrado con multitud de páginas y portadas del maestro, obra de Florentino Flórez (comisario de la exposición) y Faustino Rodríguez. Un libro colosal para un artista colosal. Una excusa tan buena como cualquier otra para hablar del Gran John.

Giovanni Buscema, nacido y criado en Nueva York, empezó a trabajar en cómics de todo tipo e ilustración de muy joven gracias a su talento. Pese a alejarse durante años del mundo del cómic para trabajar en publicidad, su viejo conocido Stan Lee le contrató para dibujar en Marvel en los 60, donde pronto se convirtió en uno de los artistas de referencia de la casa.

Dueño de una pasmosa habilidad para el dibujo, heredero de grandes clásicos como Raymond y Foster, Buscema es recordado principalmente por su larga estancia en Los Vengadores y a sus también extensas etapas en Los 4 Fantásticos y Thor, en ésta última rayando a gran altura junto a Lee primero y con Roy Thomas después. Y no podemos olvidar su excelente arte para el Silver Surfer, más lloriqueante y charlatán que nunca gracias a Stan Lee, cuyos guiones caían en picado mientras el arte de Buscema alcanzaba cotas nuevas de calidad página a página. John puso sus lápices al servicio de prácticamente todos los personajes populares de Marvel, en uno u otro momento.

Pero a Big John no le gustaban demasiado los superhéroes. Además, el artista, que afinaba su talento dibujando por libre horas extra por la noche cuando ya había cumplido con su trabajo diario, aborrecía dibujar edificios, coches, elementos urbanos, y no es que no supiera hacerlo. Pero prefería otro tipo de ambientes, de personajes. Y fue de la mano de Roy Thomas que John encontró el vehículo ideal para su talento descomunal. A partir del histórico número 25 de Conan the Barbarian, Buscema sustituyó al exquisito Barry Smith y acuñó la imagen de Conan que nos es familiar a todos, tanto en la serie en color como en los excelentes episodios de la recordada primera etapa de Savage Sword of Conan, que a la larga sería el magazine en blanco y negro más longevo de Marvel.

Las armas artísticas de John siempre han sido las mismas: un asombroso talento para la figura humana, la expresividad y la narrativa gráfica. Ni más ni menos. Aunaba a todo ello una característica muy apreciada en Marvel: la rapidez. Buscema, durante muchos años, fue el "hombre para todo" en la Casa de las Ideas. En 1973, si sumamos las páginas publicadas en Marvel que llevaban la firma del gran John, según el catálogo de la exposición, nos sale la friolera de ¡más de 700!

Precisamente esa rapidez, a la larga, perjudicaría en muchas ocasiones el resultado de su trabajo: el descuido de ambientación y fondos era la desgraciada consecuencia del apremio. Su arte, en esos momentos, se volvía rutinario y quedaba muy lejos de lo mejor que era capaz de dar. No hay más que comparar lo suntuoso de sus lápices (entintados por la habitual tropa de artistas filipinos) en los primeros años de Savage Sword of Conan o sus espléndidas páginas de los 60 y 70 para The Avengers con los rutinarios dibujos que Buscema aportaba a sus últimos años en Conan the Barbarian, en muchas ocasiones simples bocetos, dinámicos como siempre, pero demasiado dependientes del entintador de turno. O esa imagen inalterada de Conan, al cual siempre retrataba del mismo modo, con indumentarias similares, y sin demasiada diferencia en su físico e indumentaria, estuviera donde estuviera, transcurriese la aventura en su juventud o en su madurez...

Una pena, porque el mayor de los Buscema (Sal, su hermano menor, es otro veterano de Marvel de toda la vida) era grande, y su obra ha dejado huella. Por su cantidad y calidad (miles de páginas repartidas por practicamente la toalidad de grandes series de Marvel), John Buscema se ha ganado un hueco en la estanterías y en el corazón del marvelómano de pro, y también en otros artistas en cuyo trabajo es fácil ver la influencia del maestro. Lee Weeks, Steve Epting o Butch Guice son sólo tres ejemplos entre muchos otros.

Su legado artístico sigue siendo excelente, pese a que él mismo siempre consideró los cómics como algo "de segunda fila" (o peor) y no tenía especial cariño por la mayor parte de su producción para Marvel. Por ejemplo, casi nunca le gustaban los entintados, que en muchas ocasiones "tapaban" demasiado su lápiz. Tenía fama de perfeccionista y también de gruñón, con respecto a su trabajo...

domingo, 22 de noviembre de 2009

Exposición ASUNTOS PENDIENTES (sí, de nuevo autopropaganda...)


Ya está instalada y lista para ser visitada la exposición ASUNTOS PENDIENTES, donde el humilde perpetrador de este blog muestra algunos dibujos realizados a lo largo de los últimos años, cortesía del Salón del Cómic de Getxo (se acerca ya), la Taberna La Reja (hola, Diego!) y gracias a la ayuda y confianza de Infame & Co., que está a punto de publicar su esperadísimo Corina y el Pistolero (qué ganas de verlo!). (Horario de La Reja: Martes a Viernes, 9.00 AM a 12.00 PM. Sábado, 9.00 a 16.00 y 18.00 a 1.00 AM. Domingo, 12.00 a 16.00 y 19.00 a 23.00.)

Haciendo clic en la imagen también se puede acceder ya a una especie de "visita guiada" de la expo, con balbuceos del autor, en www.mikelbao.com. ¡Estamos que lo tiramos señora!

Hay más exposiciones en los bares de los alrededores de la Plaza de la Estación. ¡No os las perdáis!

viernes, 20 de noviembre de 2009

THOR SIN FRONTERAS: ¿TENEMOS HEIMDALL PARA LA PELÍCULA?

Y un nombre muy sorprendente es el que suena para el papel aquí: Idris Elba, el inolvidable Stringer Bell de The Wire. Sí, parece un poco raro, un asgardiano negro... pero no sería la primera vez que en el reparto de una película de Kenneth Branagh aparece un actor negro en un papel que en principio no corresponde a su raza. Recordemos a Denzel Washington componiendo un don Pedro de Aragón con mucho empaque en Mucho Ruido y Pocas Nueces...
Yo no le veo ningún problema, a Elba personalidad le sobra para cualquier papel. Pronto le veremos en la película de Los Perdedores.

Actualización (un par de horas después): es oficial. Mientras en los blogs, algunos dicen que les gusta la idea (los menos) y otros dicen que no le ven mucha lógica (los más), Marvel lo anuncia en su web. Menuda sorpresa...

THOR SIN FRONTERAS: OTRA VEZ, CONTRA LOBEZNO...

... por ahora sólo disponible en formato digital. Tampoco parece nada del otro mundo... como casi todos los tebeos en los que aparece el siempre ubicuo Lobezno, por otra parte.

THOR SIN FRONTERAS: CONTRA LOBEZNO, SIN COMPLEJOS...

... y sin espejo, aparentemente.


Visto aquí.

martes, 17 de noviembre de 2009

THOR SIN FRONTERAS: NUEVAS CARAS PARA EL REPARTO


De izquierda a derecha en la imagen: Stuart Townsend, visto en películas como La Reina de los Condenados o La Liga de los Hombres Extraordinarios, aunque más conocido por ser el interés romántico de la requeteguapa Charlize Theron, dará vida a Fandral. Tadanobu Asano, que interpretó a a Temudjin en Mongol y también ha participado en filmes como Zatoichi o Gohatto, será Hogun. Y Ray Stevenson, el fortachón de la serie Roma y el más reciente Punisher, interpretará a Volstagg. Es decir: por lo que parece, ya tenemos Tres Guerreros para el film...

Inicio de rodaje: primeros de 2010. Seguiremos informando...

lunes, 16 de noviembre de 2009

RODEADO DE CELULOIDE presenta... CONAN, EL BÁRBARO


La célebre película dirigida por John Milius con guión de Oliver Stone a principios de los 80 sigue siendo una de las cintas de referencia en el mundo de las "películas de cómics y similares". Técnicamente, este film no adapta ningún cómic, dado que como es bien sabido el origen de Conan está en los relatos escritos en los años 30 por Robert E.Howard, reeditados y continuados por otros autores desde entonces. La popularidad del cimmerio aumentó, eso sí, con la versión comiquera de la mano de Marvel, cuyo éxito propició, a la larga, la idea de hacer un film sobre el bárbaro.

Contando en su reparto con figuras populares de la época como la atractiva Sandhal Bergman (bailarina soberbia además de actriz, vista en All That Jazz), James Earl Jones o William Smith (el conocidísimo Falconetti de Hombre Rico, Hombre Pobre) y estrellas internacionales como Max Von Sidow (en un corto papel), la película se abre con el padre de Conan, de profesión herrero, que enseña a su retoño bárbaro (Jorge Sanz) una imponente espada recién forjada, y le recita el famoso discurso de la disciplina del acero, regla por la que se regirá la vida de todo cimmerio que se precie: confiar sólo en su espada.

Acto seguido, la aldea en la que vive la tribu de Conan es arrasada sin motivo aparente por una partida de guerreros; sus líderes, encabezados por la imponente figura de Thulsa Doom (James Earl Jones) quedan encandilados por la belleza de la espada forjada por el padre de Conan, y después de matar a éste y cortarle la cabeza con el arma a la madre de Conan (una guapísima Nadiuska), se llevan la espada y al pequeño bárbaro. Tras pasar años encadenado a una infernal rueda (sin ninguna utilidad aparente), como diría Riad Sattouf en su excelente Mi Circuncisión, Conan "se pone supercachas" y es convertido en gladiador. Afinados hasta la médula sus instintos guerreros por la supervivencia y pulida su capacidad de matarife con un adecuado entrenamiento, Conan es finalmente liberado, y se lanza a vivir sus aventuras...


El film de Milius, visto hoy en día, posee las mismas virtudes y carencias que aprecié la primera vez que pude verlo. En aquella ocasión, ingenuo de mí, como fan de Conan de toda la vida, encontraba un tanto estúpido el cambio del "origen oficial" del personaje, lo del entrenamiento en esgrima, o la mezcolanza de elementos de distintas historias en una sola: Thulsa Doom, Set, Valeria... todo en el mismo guiso. Bueno, pasados los años, eso resulta mucho menos molesto.

De hecho, la película se beneficia de un ritmo modélico, al menos en su primera mitad. Llevado en volandas por la poderosa banda sonora del griego Basil Poledouris, el film narra su sencilla historia con efectividad: si quitamos la voz en off que va jalonando los sucesivos avatares de Conan, nadie la echaría de menos.

Muy a juego con las conocidas ideas derechistas de Milius, Oliver Stone elaboró un guión competente, aunque algo anodino en su segunda parte, sobre todo a partir de la escena de la crucifixión. Todo el film gira alrededor de la premisa que establece la cita de Nietzsche que abre la cinta: "lo que no te mata, te hace más fuerte". Stone engarza con fluidez varios episodios conocidos de la imaginaria biografía del personaje: el ataque a la aldea, la llegada al mundo civilizado, el hallazgo de la espada de un rey muerto... aunque, como años después sucedería en el Spiderman de Sam Raimi con Mary Jane y Gwen, atribuye sin necesidad a la protagonista femenina elementos correspondientes a dos personajes diferentes. En este caso, de la Valeria de Howard y los cómics sólo queda el nombre, puesto que la Valeria del film está claramente mucho más cerca de la pirata Bêlit.

Uno de los grandes aciertos del film es su escena final, que visualiza a un Conan coronado rey, siguiendo la estela de la conocida profecía, que también aparece en el film en boca de la hechicera que "recibe" al cimmerio en su búsqueda de los asesinos de su familia y compatriotas cimmerios. Ese final auguraba una continuación de la saga, que llegó, pocos años después, de la mano de Richard Fleisher en Conan el Destructor, película tan inenarrable y patética que es mejor olvidarse de ella, sin más...

Lo que peor resiste el paso del tiempo, para mi gusto, es la segunda parte del film, bastante rutinaria, y las escenas de acción (excepción hecha de algunas excelentes escenas de esgrima y la vigorosa secuencia del ataque a la aldea, con esa estupendas imágenes de los guerreros galopando a través del bosque). Tampoco los efectos especiales (la serpiente gigante, por ejemplo) soportan bien el paso del tiempo. Los villanos son también bastante sosos, pese a que el Thulsa Doom que compone James Earl Jones resulta bastante más atractivo que su versión comiquera. Básicamente, los "malos" que arruinaron la vida de Conan son unos tipos grandullones y feos, y no pueden casi ni moverse por el peso de sus armaduras y capas. El tipo del martillo gigante es particularmente penoso. Es el único pero que puede ponérsele al por otra parte atinado diseño de producción.

El entonces desconocido (como actor) Arnold Schwarzenegger saltó a la fama mundial gracias al film, y su condición de estrella total quedó establecida gracias a la estupenda Terminator de James Cameron. En los años pasados, su capacidad actoral no ha mejorado demasiado... ni falta que le ha hecho.

Así, Conan el Bárbaro sigue siendo una película estimable, entretenida y agradable de ver, pese a ser manifiestamente mejorable. Desde luego es mucho mejor que algunas otras versiones fílmicas de personajes de cómic de la época: recordemos por ejemplo aquel bizarro y risible Flash Gordon...

Mis dibujos: HULK


Tratando de probar cosas nuevas con los familiares personajes de Marvel... A ver qué sale. Habrá más...

domingo, 15 de noviembre de 2009

Películas recién vistas: 2012

Bueno, por fin llegó 2012. La verdad es que tenía curiosidad, dado que el resto de películas del alemán Roland Emmerich no me gustaron, en el pasado. Recordemos: xenofobia macarra sin gracia con un insufrible Will Smith en Independence Day, tontería y aburrimiento en Godzilla, El Día de Mañana, sosa como ella sola... Pero bueno, el tráiler de 2012 tenía muy buena pinta.
Una vez vista, puedo decir qurrrtzzzz

iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

zdskkk-zzz--kkave MJOLNIR, matrícula de la Federación HH22345. Habla la teniente Ellen Ripley, capitán de derrota y última oficial superviviente. La tripulación ha muerto. La nave va a la deriva. Los peregrinos amotinados se han hecho con el puente y han manipulado las células energéticas de la nave. El teniente Emmerich está con ellos. Están tratando de desbloquear las puertas de mi camarote. Sólo tengo unos minutos... trataré de ser coherente.

El trayecto en dirección a la colonia satélite Europa 786, en órbita alrededor de Saturno, donde íbamos a repostar, estaba transcurriendo sin incidentes reseñables. Íbamos en horario. Pronto, unos cuantos afortunados más habrían escapado de la Tierra... infestada por los malditos aliens. Todo iba bien... hasta hace tres noches.

326 personas hacinadas en un espacio pensado para 200. Habían surgido peleas y disputas leves entre algunos jóvenes gallitos, pero nada serio. Entonces el teniente Emmerich tuvo la idea... "Los peregrinos se aburren. Vamos a ponerles una zz-iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiipelícula". Eso es lo que dijo el teniente Emmerich... Y resulta que, qué casualidad, él tenía una vieja copia en videodisco de una película filmada... por su abuelo. Se titulaba 2012. Expresé mi opinión en contra. Pero el resto de la tripulación apoyó a Emmerich. Estaba en minoría... Tuve que tragar.

(Nota al margen: nunca me gustó el teniente Emmerich. Fin de la nota. Eliminar del informe).

Parecía un pasatiempo inofensivo...Habilitamos una pantalla con dos manteles del comedor en el patio de recreo de la nave. Proyectamos la película con un hololáser compatible. La gente la miraba como embobada. Tantos años huyendo de los aliens... seguro que casi habían olvidado cómo era ver una película. Incluso he de confesar que me quedé como embobada viendo aquellas imágenes de colores brillantes, de gente viviendo una vida normal. Una vida que yo no he conocido...

Según fue avanzando la película, a mí me parecía que no era gran cosa. Mucho fuego artificial, mucho jaleo, pero poca sustancia... eso solía decir el capitán Dallas, en la Nostromo... Pero la gente se fue poniendozz-iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiikkkkk más y más nerviosa. Era patente. Estaban alterados, y a la vez, como hipnotizados. La situación era imprevisible. Traté de detener a Emmerich, pero él y sus chicos de confianza me redujeron y me encerraron en mi camarote. Emmerich me asustó. Tenía algo extraño en la mirada...

Desde el circuito cerrado de seguridad ví cómo acababa la película... La gente se volvió loca. No sé qué ocurrió, exactamente. Estalló la violencia. En un instante el patio de recreo se convirtió en un pandemónium. Los peregrinos se dividieron en dos bandos y estalló una reyerta a gran escala. Emmerich y sus chicos se pusieron de parte del bando más violento, y con la ventaja de sus armas personales, inclinaron la balanza a su favor. Entre cadáveres, con mucha gesticulación y gritos (no puedo oír lo que dicen), Emmerich y los suyos llevan 14 horas proyectando la película sin parar. Sólo puedo deducir que uno de los dos bandos no quería volver a ver la película... y el otro sí.

Ahora están tratando de abrir la puerta. En mi mano tengo el control del detonador de autodestrucción de la nave. Esto me resulta extrañamente familiar, por alguna razón... Intentaré llegar a la cápsula de salvamento... pero no creo que lo consiga. Si no puedo abandonar la nave, la destruiré.
Fin del informe de la teniente Ellen Ripley, código 23122rrrtzzzz

iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii-zdskkk-zzz

kk
o que 2012 no es ni de lejos tan entretenida como otras cintas de catástrofes (como la estupenda El Coloso en Llamas, o la divertidísima Armageddon). Y lamentablemente, todos los aciertos del departamento de efectos especiales (sobre todo en algunos momentos soberbios) se diluyen en una media hora final plúmbea y tontísima, una verdadera apología del "porque sí" trufada de momentos inenarrables.

En resumen: muy poca cosa.

RIPLEY: "No, Ash... esta noche la película la decido yo".
ASH: "Jo. Nunca me dejáis elegir..."
PARKER: "Cállate la boca, tío raro. ¿A que es un tío raro, Brett?"
BRETT (off): "Claro."

sábado, 14 de noviembre de 2009

RODEADO DE RELECTURAS presenta... HISTORIA DE UNA RATA MALA


Quien no lo tenga en su estantería, que no deje pasar la más que probable reedición (aún sin fecha anunciada, pero ya digo, seguro que un día de estos alguien se anima) de una de las obras más importantes del exquisito artista británico Bryan Talbot: A tale of a bad rat. A través de la dura historia de una mendiga londinense, Helen, víctima de abusos por parte de su padre, Talbot nos introduce además en el poco popular (por estos lares) mundo personal de la escritora Beatrix Potter y sus cuentos infantiles. Recuerdo que en su momento, cuando aún no conocía más obras de Talbot, me sorprendió su sobrecogedora portada, con la desdichada Helen y su cartel, sobre un desnudo fondo blanco. Lo hojeé y el dibujo me deslumbró... y más tarde, la historia me encantó.

La obra se divide en tres partes: La Ciudad, El Camino y En el Campo. De las calles de Londres a idílicos paisajes de la campiña británica, el viaje de Helen, físico y espiritual, reproduce el mismo intinerario en ambas facetas que en su momento siguió Potter. El arte de Talbot también va reflejando las distintas etapas del camino de Helen. Con una estilo gráfico voluntariamente "limpio", alejado de su habitual arte personalísimo, oscuro y a veces feísta visto, por ejemplo, en Hellblazer o The Sandman, Talbot firma página tras página de prodigiosa expresividad en los personajes y delicioso detallismo en los ambientes y paisajes, desde la oscuridad y el gris perpetuo de Londres al colorido y al delicioso verdor de los sobrecogedores paisajes naturales que, como dice Talbot en su epílogo, donde explica muchas de las claves de su obra, ha seducido a tantos y tantos escritores británicos en todas las épocas.

Un tema difícil para una historia, el de los abusos sexuales, que Talbot trata elegantemente, pero sin esconder nada. Historia de una Rata Mala, por fortuna, no es una obra común que es "más importante" por el hecho de tratar un "tema importante", y entra por derecho propio en la categoría donde podemos encuadrar otras grandes obras de "temas importantes" como Arrugas o Píldoras Azules, por ejemplo: una obra comprometida y valiente, de gran calidad, que además tiene el valor añadido de tratar un tema difícil y enseñarnos cosas sobre él.

Todas estas dimensiones están perfectamente equilibradas en Historia de una Rata Mala. Un guión sólido, una cuidada documentación para ambientes y personajes, un ritmo pausado y un enorme despliegue de recursos gráficos hacen de este libro una obra realmente lograda.

Bryan Talbot es un artista de lo más recomendable: recordemos sus dos historias de Luther Arkwright, su inusual personaje de ciencia-ficción, por ejemplo: la primera, Las aventuras de Luther Arkwright, experimental y osada, en blanco y negro; la segunda, El Corazón del Imperio, en maravilloso color). Historia de una Rata Mala siempre será una de sus grandes obras, sin duda. Nunca volverás a pensar lo mismo de las ratas después de leer Historia de una Rata Mala...

THOR SIN FRONTERAS: LLEGA EL ASEDIO

Siege es el nuevo macroevento de Marvel. Veremos si el asunto merecía ser cuasa de la bronca entre Straczynski y Quesada... El argumento: Norman Osborn y sus muchachos atacan Asgard. Al parecer, detrás de todo se encuentra una vez más el maléfico Loki... Véanse para muestra las dos portadas "extra" del italiano Gabrielle Dell'Otto para el evento, escrito por Bendis (cómo no) y dibujado por Olivier Coipel. ¡Molan bastante!

miércoles, 11 de noviembre de 2009

El Montón de Tebeos presenta... EL VECINO 3


El vecino era grande. El Vecino 2 era más grande. El recién aparecido Vecino 3... es aún más grande. Sí, ya sé que parece que estamos en Barrio Sésamo, pero no se me ocurre manera mejor de calificar la imprescindible serie de Santiago García y Pepo Pérez, publicada por Astiberri. Si V1 presentaba a los personajes y nos daba un panorama de su vida y milagros, sus alegrías y sus miserias (sobre todo, las miserias del pobre Javier, superhéroe a su pesar), V2 daba un giro radical al hacer avanzar la historia de Javier, Jose Ramón, Rosa, Lola y demás personajes por derroteros más oscuros y amargos, y también más exigentes para el lector. Una dirección en la que han ahondado también las variadísimas y excelentes historias breves publicadas hasta ahora en El Manglar.

V3 continúa en esta trayectoria y nos presenta un relato acerca de las verdades y las mentiras, de la confianza, del amor y la amistad: en suma, de la vida. Tras agriarse su amistad, José Ramón y Javier son extraños, pese a seguir siendo vecinos. José Ramón estudia y estudia para su examen, intentando aislarse de todo lo que pueda perturbarle, y corre sin darse cuenta (o lo que es peor, puede que dándose cuenta...) el riesgo de perder a Rosa, y no precisamente a manos de su inenarrable primo del pueblo, que le visita en Madrid. Javier engaña a Lola (o lo intenta, mejor dicho) y, peor aún, le miente y se miente a sí mismo... por no mencionar que algunos de los enemigos que combate como Titán quizá sólo existan en su imaginación.

La apuesta de ambos autores es arriesgada. Pero salen airosos del entuerto con un libro excelente, que hace honor a todas las expectativas (qué ganas había de más Vecino, qué ganas) y que sin duda será uno de los tebeos del año, con citas a clásicos del cómic incluidas (se me ocurren ahora mismo una cita explícita a Escobar en el arte y otra a Watchmen en cierta escena escabrosa). Los diálogos son excelentes, como en las anteriores entregas de la saga, y dejan una impresión de realidad apabullante, como sucede también con esa excelente escena muda en la que Javier espera en el hospital a que Lola le traiga la pastilla: atrevida elección de punto de vista por parte de ambos autores, con un resultado estupendo.

Santiago García firma un guión estupendo, sin concesiones, y con una resolución perfecta, acorde con su arrollador y magnético arranque. Un final que recuerda, por ejemplo, al de El Color del Dinero, donde lo importante no es su Fast Eddie Felson gana la partida o no, sino que ha vuelto a jugar. En este caso, lo importante no es el resultado del examen de José Ramón (al menos por ahora), lo importante es lo que ha sucedido antes...

La historia no es para nada complaciente con sus personajes, en especial con sus dos protagonistas, Javier y José Ramón. Los personajes, como los seres humanos de carne y hueso, evolucionan, cambian. José Ramón evoluciona tímidamente, pero algo es algo. El cambio de Javier es patente. Pero, ¿seguirá el héroe por el buen camino... o volverá a atacar la Legión Invisible?

Pepo Pérez se concentra en los personajes, las miradas, los gestos, y elimina todo lo accesorio: nada de composiciones de página chulas, nada de fondos superfluos, nada de lucimiento, en un esfuerzo generoso y realmente digno de elogio. El cambio radical de formato, de álbum en color a novela gráfica en blanco y negro y más páginas, refleja la evolución de la serie, que cambia, como sus personajes, como la gente, como la vida. El dibujante elige como instrumento narrativo una rejilla de 3x3 viñetas de la que no se sale en ningún momento, y donde la única nota de color la ponen las escasas apariciones de Titán. Y su presencia resulta algo soso, apagado, y por ello falso, fuera de lugar...

Así es la vida, gente. Sin guión, a veces monótona, a veces sorprendente, gris, sin colorines, donde lo importante a veces se te pasa desapercibido sin darte cuenta, en una réplica, en una mirada... donde los problemas no se resuelven con viajes en el tiempo, o con magia de otra dimensión, o viendo una vieja película de los Hermanos Marx que nos devuelva las ganas de vivir... sino día a día, afrontándolos. Con sinceridad... o quizá con alguna que otra mentira piadosa.

¿Cómo seguira la serie, a partir de ahora? Imposible decirlo, pero seguro que nos sorprenderá... para bien, y de principio a fin, como hace este excelente El Vecino 3.


PS Huyendo de puro milagro de la Legión Invisible, despistando a sus maquiavélicos miembros y a otras amenazas (un saludo para don Viktorr) a través de las obras de la M30, el agente del D.E.R.P. Mika Loeb (sin parentesco con el conocido guionista de cómics) arriesgó su vida y su cordura (no hay demasiado de lo segundo para arriesgar, cierto es) más allá del deber para conseguir un ejemplar de El Vecino 3. No se le ha vuelto a ver...

martes, 10 de noviembre de 2009

THOR SIN FRONTERAS: LAS HISTORIAS JAMÁS CONTADAS presenta... ¡THRULK!

¿Qué hubiera ocurrido si a Stan Lee se le hubiesen cruzado los cables y, en vez de ser el doctor Don Blake quien hallase el misterioso bastón de madera en una cueva noruega, hubiera sido... ¿el doctor Bruce Banner? Entonces, los Nueve Mundos habrían temblado como nunca antes ante el poder inconmensurable de... ¡THRULK!

Y muy pronto... en la conocida tradición de chaladura de esta sección, un nuevo clásico tiembla cuando visitemos... ¡La Cabaña del Tío Thor!

Presentación de SENDEROS en el Salón de Getxo


Uno de los eventos importantes del próximo Salón del Cómic de Getxo, sin duda: la presentación de Senderos, el libro sobre la obra de Paco Roca que significa el bautismo de fuego para la nueva editorial Laukatu. Tendrá lugar el domingo 29, a las 11.05, con la presencia del autor (quien además contará con una exposición en el marco del salón, no hay que perdérsela) y de Salvador Larroca, Pasqual Ferry y Koldo Azpitarte. Qué buena pinta tiene el libro...

lunes, 9 de noviembre de 2009

RODEADO DE ÓPERA presenta... LA FLAUTA MÁGICA


No todos los días tiene uno la oportunidad de escuchar ópera en vivo a precio popular y cerca de casa. El Teatro Barakaldo capeó el temporal que recorrió el norte este pasado domingo con una excelente representación de La Flauta Mágica, de Mozart, con dirección musical de Ángel Pazos, con José Antonio Irastorza en la dirección musical y con la orquesta Sandu de Transilvania (en serio) y el Coro Lírico Uranzu arropando a un competente elenco de voces que desempeñaron con gran profesionalidad los célebres papeles de la obra.

Estrenada en 1791, La Flauta Mágica, la última de las óperas que escribió Mozart, se compone únicamente de dos actos. De aire juguetón y fantasioso, la mezcla de fantasía, elementos infantiles y referencias masónicas del libreto de Emmanuel Schikaneder (masón y hermano de logia de Mozart, recién iniciado en aquellos años) sigue encandilando por igual a melómanos y profanos por su imperecedera belleza y permite a los creadores idear escenografías y ambientaciones siempre nuevas y sugerentes.

Arias como la de primera aparición de Papageno o la del encuentro con su amada Papagena, las dos piezas de la Reina de la Noche con sus filigranas (aquellos adornos que tanto atormentaban a Salieri en Amadeus) o el estremecedor segmento en el que Pamina se lamenta, desgarrada por creer que Pamino ya no la ama, son justamente célebres y cobraron ayer vida una vez más en las voces del elenco protagonista, sobre un original escenario dispuesto en un plano inclinado, que suplía las carencias de medios (hablamos de una producción modesta) con profesionalidad, excelentes voces y simpatía.

Tamino, el príncipe que busca la verdad y el amor, se benefició de la voz y el gesto inspirados del tenor Ángel Pazos (sí, también es el director), mientras que la inspiradísima soprano Rosa Caballero dio vida a la bella Tamina, ambos sobrados de voz y de saber estar en escena: ella, luminosa en todo momento, él soberbio y pleno de energía. Estuvo algo más inseguro el barítono Isidro Anaya como el inmortal pajarero Papageno, sobre todo durante el primer acto y en los tonos bajos de su personaje (poco ayudado por su sosa caracterización, todo hay que decirlo), mientras el bajo Emilio Guidotti componía un espectacular Sarastro, imponente y elegante; y la soprano Tulia Bellelli, como era de esperar, encandilaba a la audiencia (llenazo, con público de lo más variopinto) con las conocidísimas y complicadas florituras que exige el personaje de la Reina de la Noche (ovación espontánea incluida). Angel Walter también destacó, como el maquinador sirviente negro Monostatos, pese a que su integridad corrió peligro en ocasiones, debido a una inadecuada capa que intentaba enredarse en sus botas contínuamente.

En suma: una experiencia de lo más agradable, oigan, sobre todo si uno es "mozartiano", como yo. Hay que aprovechar estas cosas, que no pasan todos los días...

domingo, 8 de noviembre de 2009

Películas recién vistas: CELDA 211


La película de Daniel Monzón llega precedida de buenos augurios. Que si es un film carcelario tenso y bien llevado, que si contiene una magistral interpretación de Luis Tosar... pues resulta que, una vez vista, todo lo bueno que se ha dicho sobre ella (y también algo de lo malo) es cierto.

Juan (Alberto Ammann) acaba de ser contratado como psicólogo en una prisión española. Se presenta en su nuevo empleo un día antes de lo necesario, para causar buena impresión. Pero lo inesperado sucede: aprovechando un descuido, los reclusos, encabezados por el peligroso Malamadre (Luis Tosar) se amotinan... y Juan queda atrapado con ellos. Ahora, sólo tiene un objetivo: sobrevivir.

El film de Monzón se convierte enseguida en una pieza modélica del género, planteando su argumento con fluidez y con las adecuadas dosis de tensión. Huyendo de la práctica totalidad de los tópicazos del tema carcelario, Celda 211 aporta el valor añadido de ser un film completamente "español". De hecho, tres presos etarras que están "de paso" son en parte el detonante del motín, puesto que el astuto Malamadre se da cuenta de que los tres terroristas son una estupenda moneda de cambio. Estupenda es la escena en que Malamadre se encara con uno de los etarras y le "achanta", diciéndole que son unos cobardes porque "siempre matan de lejos". Eso sí, el film se abstiene de meterse en berenjenales políticos, lo cual es muy de agradecer, dado que no es ése su propósito (ni debería serlo, ya hay demasiada gente preocupándose de esas cosas...).

Buena parte de la estupenda impresión que deja Celda 211 se debe, obviamente, al impresionante trabajo de Luis Tosar. Hablando de huir de los tópicos... su Malamadre es calmado, tranquilo, como quien se sabe macho alfa de la manada, controlador de la situación. Sin exagerar en ningún momento, sin un sólo desliz, Tosar compone su personaje de manera excepcional, apoyado en un guión que le da las herramientas para ello. Personajes así hacen falta para actores de esta talla, y no papeluchos de narcotraficantes en el cine americano. El actor gallego domina la película de principio a fin.

Lamentablemente, otros personajes no tienen tanta suerte en el guión. Sobre todo, el de Juan, que, pienso yo, requeriría algo más de trabajo de caracterización previa para explicar su devenir en el transcurso del motín. También el "otro bando", los funcionarios de la prisión, adolece de algo más de personalidad y "chicha", con la excepción del "duro" a quien da vida Antonio Resines, siempre eficaz. La peor parte del film, sin duda, son los anodinos flashbacks protagonizados por Juan y su mujer, Elena (Marta Etura), tópicos (en el mal sentido) a más no poder, y que además rompen en muchos momentos el ritmo del film y hacen que pierda tensión.

En cualquier caso, una película de notable alto. Una pieza de género disfrutable, tensa, bien llevada, bien ambientada y realizada, con diálogos excelentes y que suenan muy naturales, cosa que no siempre sucede en el cine hecho en nuestro país... Ojalá hubiera muchas más así, caramba, y no sólo en el cine español...

Más información, aquí.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Lecturas recientes (sin dibujos): GUERRA MUNDIAL Z

Max Brooks, hijo de Mel Brooks y Anne Bancroft y guionista de Saturday Night Live, nos presenta este Guerra Mundial Z, una crónica de una infestación zombi a escala global. El autor narra su historia a través de los testimonios de numerosos personajes implicados en el asunto. Leído el libro, se tienen todas las piezas fundamentales de la trama, recogidas de las palabras de médicos, investigadores, militares y todo tipo de personas, por supuesto ficticias, pero con un toque inquietantemente "real". Pese a que la técnica resulta algo repetitiva, es innegable que el resultado funciona.

El libro engancha gracias precisamente a esa manera de narrar. Quizá el resultado sería aún más magnético con más implicación del "personaje periodista", el propio narrador, que en la mayoría de los casos apenas interrumpe el discurso de sus entrevistados. Pero el recurso elegido por Brooks funciona, y se disfruta la lectura de principio a fin.

La mejor aportación del libro es lo perturbadoramente realistas que resultan algunas ideas que expone: por ejemplo, la extensión de la infección a través de órganos contaminados obtenidos en el mercado ilegal de transplantes, o el secretismo de muchos países respecto al problema, que contribuye a su rápida y abrumadora extensión por todo el globo. También resulta impactante el hecho de que el final sea abierto, porque la infección solamente es contenida, no erradicada. Brooks conjura imágenes de lo más sugerentes: esa soldado perdida en un páramo deshabitado, rodeada de zombis, que sobrevive milagrosamente; esos zombis que caminan por el fondo del mar sin problemas porque no necesitan respirar; las terribles batallas contra imparables legiones de no-muertos; el japonés cegado por la explosión atómica en Nagasaki, que se convierte en un cazador de zombis de lo más peculiar...

En resumidas cuentas, un exponente más del ubicuo "fenómeno zombi", que mes tras mes aporta una ingente cantidad de productos al mundo de la ficción. Esta novela, en particular, no está nada mal.

jueves, 5 de noviembre de 2009

RODEADO DE CELULOIDE presenta... KING KONG (1936) vs. KING KONG (2005)


El clásico fantástico de 1933, obra de Ernest B. Schoedsack y Merian C. Cooper, es una de mis películas favoritas de todos los tiempos. La inusual versión del cuento de la Bella y la Bestia protagonizada por la rubia Fay Wray y el inmortal gorila gigante Kong, llena de magia, es infinitamente superior a las otras dos versiones de la historia que se han filmado, la "catastrofista" de John Guillermin en 1976 y la "digital" de Peter Jackson en 2005.

La historia de la película es harto conocida. El director de cine Carl Denham planea rodar una película como ninguna otra. A sus manos ha llegado el plano de una misteriosa isla de nombre ominoso, Isla Calavera, donde habita una criatura terrorífica a la que pretende sacarle partido, metiéndola en su próxima película... sólo le falta una protagonista femenina, pero su mala fama hace que todas las estrellas rechacen sus ofertas. Desesperado, consigue por fin a su protagonista: Ann Darrow (Fay Wray), quien se agarra al clavo ardiendo que le ofrece Denham porque no tiene más remedio.

Una vez en la siniestra isla, unos agresivos nativos raptan a Ann para ofrecerla en sacrificio al terrible ser que habita al otro lado de la colosal empalizada que les separa de la jungla... ¡Kong! Un inverosímil gorila gigante, tan colosal como furibundo, al que adoran como un dios. Inesperadamente, en vez de devorar a Ann, el colosal Kong se encapricha de ella. La defiende de todo tipo de amenazas, la manosea, la observa con mirada aviesa... vamos, que Ann le gusta. Los expedicionarios, comandados por el ambicioso Denham y el soso Jack Driscoll, enamorado de Ann, consiguen capturar al gigantesco simio, sin mostrar ninguna sensibilidad hacia los sentimientos de Kong.

De regreso en Nueva York, Denham planea hacerse de oro exhibiendo a su presa en un teatro de Broadway, pero Kong logra escapar y busca a Ann... Cuando la encuentra, trata de huir con ella y escala hasta la cúspide del Empire State Building, donde será abatido por una escuadrilla de biplanos. "La belleza mató a la bestia", musitará Denham ante el cadáver de Kong.


King Kong se ha convertido con el tiempo en un clásico inmortal. Su ingenuidad, su falta de prejuicios, la fascinante figura del simio gigante, sus primitivos pero trabajadísimos efectos especiales y trucajes, su ritmo perfecto... a día de hoy, King Kong sigue siendo una gran película, y desde luego les da mil vueltas a los dos remakes que se han realizado hasta ahora de la historia. Olvidemos la estrambótica versión de 1976, demasiado "de su época" (pese a la apabullante belleza de una Jessica Lange en plenitud, en el papel de Ann Darrow), con sus maquetas penosas, en la cual Kong era abatido en la azotea... del World Trade Center; y centrémonos en la más reciente, la realizada por Peter Jackson en 2005, llamada a ser el Kong definitivo.

Lamentablemente, Jackson, fan confeso del film de 1933, y su equipo "inflan" demasiado la historia, haciendo que su film alcance las tres horas de duración sin ninguna necesidad. Pese a la elección más que acertada de la guapísima Naomi Watts para interpretar a Ann, el resto del elenco no está demasiado acertado, y la mayor parte del tiempo no parece saber muy bien qué cara poner porque sus papeles son bastante anodinos; resultan aún más sosos que el Jack Driscoll original, que ya es decir... El guión, firmado por Jackson junto a Fran Walsh y Phillipa Boyens (los tres escribieron juntos los guiones de la trilogía de El Señor de los Anillos) abunda en escenas bobaliconas y poco creíbles (y lo que es peor, aburridas), incluso dentro de un contexto de pura fantasía. La película de 1933 siempre va al grano: su ritmo está perfectamente medido, y plantea rápidamente su dilema, cosa que en el film de Jackson se demora enormemente. Una hora larga tarda Jackson en ponerse en el ambiente en el que el film de Schoedsack y Cooper nos colocan en unos meros 20 minutos.

La relación de Ann y Kong es sustancialmente distinta que en la versión de 1933. Lo que en la cinta de Schoedsack y Cooper era un "enamoriscamiento" de Kong (que parece afectar a todas las criaturas peligrosas de la isla, que persiquen a Ann con fruición), con un carácter mucho más "físico": más miradas de cerca, más toqueteo, la escena en que Kong le arranca algunos harapos de ropa a Ann y parece disfrutar enormemente de ello... el gran gorila muestra un aire más avieso y viciosillo que su "primo" moderno, bonachón, elegante y solemne. En manos de Jackson, se convierte en algo más "sensible" y hay una mayor conexión espiritual entre Kong y Ann: ella tiene mucho más peso en la historia, reflejo obvio del tiempo distinto en el que vivimos hoy. Pero la relación bella-bestia queda demasiado "pastel". Sinceramente, me parece mucho más logrado el viejo Kong "no sensible".

Donde la película de Jackson tiene su punto fuerte es, obviamente, en el apartado de los efectos especiales. WETA es hoy en día la mayor fábrica de magia del mundo del cine, y el impresionante Kong digital no hace sino rubricar ese liderazgo. Pese al tremendo logro, opino que ese peculiar aspecto del Kong antiguo, muy poco realista (sobre todo en el caso de la cabeza gigante creada para los primeros planos) le confiere un valor "fantástico" añadido. El Kong de Jackson es como una fotografía, el Kong de 1933 es como una pintura rupestre: más simbólico, y por ello más atractivo e inquietante que su contrapartida "realista". Y es tan divertido verle moverse con su ritmillo de stop-motion...

Sin embargo, en muchas escenas el film de Jackson muere de gigantismo: la circense pelea de Kong con tres Tiranosaurius Rex, la estampida de dinosaurios en el desfiladero, la aburrida y prescindible escena de los insectos gigantes... todas ellas están demasiado alargadas, como si WETA y Jackson, al estilo de Kong, se "golpeasen el pecho" para dejarnos bien claro lo buenos que son. Ya lo sabemos, no hace falta que nos lo repitan. El mejor momento del film, sin duda, es la vertiginosa batalla final de la batalla de Kong contra los aeroplanos en la cima del Empire State. Ahí sí que no se puede poner ningún pero. La escena es impresionante, de principio a fin.

Pero el film de 1933 no se queda corto en efectos especiales: rudimentarios, con las técnicas de la época (stop-motion, proyección posterior, trucajes fotográficos...), pero hechos con mimo y usados con imaginación. Al igual que su Kong, esos efectos especiales más "artesanales" confieren al film un aire aún más extraño y fantástico.

El problema con el que se enfrenta Peter Jackson es el mismo con el que se enfrentaría cualquiera que se proponga mejorar el King Kong original. Lo que sucede es que el King Kong original es... inmejorable.

martes, 3 de noviembre de 2009

Lecturas recientes: DARK REIGN THE LIST: PUNISHER

Impactante resulta la lectura del Dark Reign The List: Punisher, donde Norman Osborn ajusta cuentas en serio con el bueno de Frank con la inestimable ayuda de Daken, el hijo díscolo de Lobezno (nunca entenderé a qué viene eso de la tercera garra que le sale de la parte interior de la muñeca).

Aviso para navegantes: quien no quiera que le destripe el suspense, que no siga leyendo...

En fin, que termina la trama que ha ido desarrollándose en la serie "Marvel" de Punisher: el justiciero se ha dedicado a intentar cargarse ni más ni menos que Norman Osborn, también conocido como Iron Patriot, el hombre más poderoso del "mundo libre". Y claro, Norman, lejos de reconocerle el valor a Frank, se lo ha tomado a mal... Tras diversas peripecias, en las que se demuestra que Norman es imbatible y la escasa cordura que le queda a Frank queda seriamante comprometida, llega la conclusión (por ahora) de la saga. Rick Remender corona su trama en este especial, con la ayuda del imbatible equipo artístico formado por John Romita Jr. y Klaus Janson.

Harto de tener una china en forma de Punisher en el zapato, Norman pone a Daken en el asunto. El enfrentamiento del retoño de Lobezno con Frank es brutal y sangriento, hasta alcanzar extremos realmente espeluznantes. El final es realmente explosivo: Daken resiste todo lo que Frank le echa, se abalanza sobre un malherido Frank y le despedaza (literalmente) en cuatro páginas dignas de cualquier film gore. La imagen final del cadáver despedazado de Frank en un callejón, arrojado a patadas desde una azotea por el salvaje Daken, es realmente impactante.

Desde luego, el avance posterior de la nueva saga de la serie, titulada Frankencastle, le quita algo de hierro al asunto y no parece, a priori, una buena idea... pero después de ver esto, habrá que leerlo. Aunque sólo sea por curiosidad, dado que no es la primera vez que Frank muere y después resucita...

Marvel demuestra de nuevo que la sorpresa contínua sigue siendo su apuesta. En resumen... ¡Han matado a Frank! ¡Hijos de /%&$!

lunes, 2 de noviembre de 2009

HASTA SIEMPRE, DON JOSÉ LUIS...


Maestro de actores, inimitable, inolvidable, inconfundible, José Luis López Vázquez fue protagonista o secundario de lujo de películas de referencia del cine español y europeo como Plácido, El Verdugo, Atraco a las tres, Mi querida señorita y tantas otras... popularísimo intérprete cómico en recordadas cintas como Sor Citroen, La gran familia o La Escopeta Nacional, y también en tantas otras más casposas... con una larga carrera en teatro y televisión, incluída aquella soberbia e inquietante La cabina...
Hasta siempre, don José Luis.