Películas recién vistas: EL ORIGEN DEL PLANETA DE LOS SIMIOS

 

Una vez vista, sin ser una gran película, este Origen… resulta ser un film de lo más entretenido. Arranca como una cinta de ciencia-ficción de la variedad "científico loco", para convertirse después en la epopeya de César, el primero de los simios superinteligentes (o sea, más de lo normal, que ya sabemos que los chimpancés, tontos, no son), y terminar realmente dando comienzo, ni más ni menos, que al capítulo final de la historia de la raza humana.

Evidentemente, Origen… apunta al mundo que se encuentra Charlton Heston al regresar a la Tierra tras su propia epopeya, en la legendaria primera película de una larga saga que incluye cuatro largometrajes más, amén de una serie de TV y una fallida y plúmbea nueva versión dirigida por Tim Burton. Una vez más, Hollywood apuesta por la originalidad, eso está claro...

Pese a lo soso que resulta James Franco (algo inevitable) y a la inexistencia del papel de su novia veterinaria (interpretada por la requeteguapa Freida Pinto) y demás secundarios bastante tópicos, el film dirigido por Rupert Wyatt transcurre sin grandes baches. Aceptamos todo lo inverosímil del asunto de la dichosa droga milagrosa (tanto para los simios como para los humanos, como vemos en el caso del padre del científico loco, interpretado por John Lightgow), como aceptamos esa facilidad de los simios de atravesar cristales sin mayores consecuencias para su salud, o la rapidísima e improbable extensión del virus que irá exterminando a la especie humana.

Incluso, si me apuran, diría que le falta soltarse el pelo un poco más en ese sentido y lanzarse a tumba abierta al asunto: ser más dramática, exagerada y desatada. Pero el guión del film maneja bien el elemento ciencia-ficción, y también se mueve con gracia en el divertido registro carcelario-simiesco cuando César es encerrado en el refugio de simios; en cuanto vemos que a su responsable lo interpreta Brian Cox, sabemos que el lugar no va a ser Jauja, precisamente...

Las escenas posteriores a la fuga de los monos (perdón, simios) están muy logradas, en particular la del Golden Gate, al igual que el propio diseño y discurrir del personaje de César, verdadera estrella del film, creado por los magos de Weta y encarnado por el rey de la actuación virtual, Andy Serkis. Todo un acierto, este chimpancé grandote, con maneras tanto de pandillero astuto como de líder y ojos humanos, lo cual supone un interesante elemento que hace al personaje mucho más atractivo, extraño y expresivo (y acentúa las carencias del resto de protagonistas, me temo).

Es asombroso comprobar el salto cualitativo de los efectos visuales, desde los convincentes pero primitivos maquillajes del primer film de la saga, hasta el aparataje digital de la nueva versión, sin olvida el asombroso trabajo de maquillajes de Rick Baker para la versión de Tim Burton: lo único salvable de aquel film, la verdad.

Pese a que el film podría renunciar a algunas escenas de simios en pos de una mayor definición de los personajes, Origen… consigue su propósito: abrir una nueva rama de la saga, a la vez que entretener. Es algo que muchos filmes comerciales de hoy en día no logran, y ahí están pestiños como la nueva versión de Ultimatum a la Tierra, Battle los Angeles y muchos otros para demostrarlo.

Veremos cómo continúa esta nueva encarnación del asunto simio, pero desde luego, por ahora, arranca bastante bien… En un mundo perfecto, Roddy McDowall seguiría vivo para hacer un papelillo.