"You're going to need a bigger boat."

"You're going to need a bigger boat."

viernes, 30 de septiembre de 2011

Lecturas recientes: HABIBI, de Craig Thompson

Asombroso, en todos los aspectos, resulta Habibi, así de claro.

Asombroso, por la creación de todo un ambiente, un mundo encantado y encantador, que produce tal inmersión que cuesta cerrar el libro una vez terminado, después de más de 600 páginas que se leen en un suspiro, pero que piden uno y más repasos para captar todos los detalles, todas las sutilezas del trabajo de Craig Thompson.

Asombroso, por su extensión, por la manera en que Thompson maneja su historia, con evidentes referencias a Las Mil y Una Noches, pero con una deliciosa atemporalidad que le permite jugar con recursos y elementos de muchos tipos, para contar la historia de amor de Dodola y Habibi, y siempre al servicio de la misma, con un desarrollo siempre sorprendente y un desenlace auténticamente maravilloso.

Asombroso, por su acabado gráfico. A la expresividad y la belleza estética que ya disfrutamos en Blankets, Thompson añade esta vez nuevas ideas narrativas y la inspiración del arte árabe, en deslumbrantes páginas, llenas de elementos y que sin embargo no resultan farragosas en absoluto. Con una maravillosa capacidad narrativa, un inagotable arsenal de ideas visuales, Thompson despliega una variedad de composiciones de página digna de estudio aparte, que además nunca resultan gratuitas y siempre están al servicio de la historia que narra. A la altura de lo mostrado, por ejemplo, por Mazzucchelli en Asterios Polyp, pero con una historia mucho más interesante, ambiciosa, cálida y cercana que la del arquitecto Asterios.

Asombroso, por su imaginación, por su ambición y su valor, por su inspiración, por su poético y nada manido acercamiento a temas como el amor, la religión, la intolerancia, la ecología… en definitiva, por la historia que cuenta y por cómo la cuenta, Habibi, editada por Astiberri (la edición, por cierto, es de una calidad acorde a su contenido) es probablemente la novela gráfica más importante del año. Además, como sucede con Las Mil y Una Noches, leer Habibi es, literalmente, hacerse un favor.

Hazte un favor.

jueves, 29 de septiembre de 2011

RODEADO DE SERIES presenta... TWIN PEAKS (0)

"En la oscuridad de un futuro pasado, el mago
buscó una posibilidad de escapar de entre los mundos.
Fuego, camina conmigo"

¿Alguien ha olvidado esta imagen?
Pronto, en Rodeado de Papel... TWIN PEAKS,
más de 20 años después.

martes, 27 de septiembre de 2011

@rdp: Sobre MEMORIAS DE UN HOMBRE EN PIJAMA


Es asombrosa la capacidad de Paco Roca de cambiar de registro para ofrecernos una estupenda muestra de humor cotidiano, en esta recopilación recién publicada por Astiberri de páginas previamente aparecidas semanalmente en Las Provincias. A su habitual expresividad en el dibujo y maestría en el uso del color, el autor de Arrugas (de nuevo de actualidad, si es que ha dejado de estarlo alguna vez, gracias a su versión en dibujos animados) une esta vez un descacharrante toque toon a su dibujo, centrado en su propia persona. En historietas de doce viñetas, encontramos una lúcida y divertidísima (a ratos, de verdad, auténticamente tronchante) reflexión sobre la pareja, los amigos, la cotidianidad, las relaciones… sobre la vida, en suma. Perlas de sabiduría como el daño que hacen los móviles con acceso a internet a las reuniones de amigos, sobre los amigos casados, sobre los amigos solteros, sobre lo apasionante que puede resultar hacer la compra…
Una gozada. Para leer de un tirón, o a ratos, como cada cual prefiera, pero imprescindible.

lunes, 26 de septiembre de 2011

RODEADO DE SERIES presenta… THE HOUR


Estupenda miniserie de 6 capítulos ha resultado The Hour, producida por la BBC, que narra los avatares de una suerte de innovador Informe Semanal de la célebre cadena británica, que se encuentra en sus primeras emisiones con una inesperada convulsión: la nacionalización del Canal de Suez por el Egipto de Nasser, en 1956.

Ambientada, pues, en el momento inicial de la guerra fría, tres personajes principales son el eje de la trama: Freddie Lyons (el simpático y tirillas Ben Wishaw), un idealista e indomable periodista; Bel Rowley (una elegante e impresionante Romola Garai), una productora inteligente y ambiciosa; y Hector Madden (Dominic West; sí, en efecto, es McNulty…), un presentador estrella muy bien relacionado. Un trío protagonista de lo más atinado, por cierto: tres actores competentes que dan vida a sus respectivos papeles con naturalidad y aplomo.

Cuando la BBC lanza The Hour, Freddie, Bel y Hector son los puntales del equipo reunido por Clarence Fendley (Anton Lesser), con la intención de ofrecer un panorama de la actualidad semanal. Pero la crisis de Suez confrontará al equipo del programa con una difícil decisión: la libertad de información chocará con los intereses del gobierno británico, necesitado de todo el apoyo que pueda conseguir cuando decide responder a Nasser. Y ello además se entrecruza con las misteriosas muertes de dos personas, una de ellas muy cercana a Freddie...

The Hour engarza bien la trama de espionaje que arranca en el primer episodio con el interesante debate, como sucedía en Buenas Noches y Buena Suerte, acerca de si patriotismo significa únicamente ciega adhesión, o si es tan buen patriota (o incluso mejor) quien se encara con su gobierno cuando éste se aparta del buen camino y se empantana en conflictos artificiales e interesados (¿te suena de algo?). Un debate siempre de actualidad...

Secundarios como Oona Chaplin, Julian Rhind-Tutt (estupendo en el repelente papel de "fontanero" del gobierno), o Anna Chancellor (Cuatro bodas y un funeral) o los veteranos Tim Pigott-Smith (La Joya de la Corona, Lo que queda del día…) y Juliet Stevenson (Infamous, Quiero ser como Beckam…) animan una función de inconfundible encanto british, con una más que adecuada recreación de la época.

Muy recomendable.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Películas recién vistas: NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS

Enrique Urbizu da una verdadera lección de cómo se hace un buen film de género en este nuevo thriller, en el que recorremos los alrededores de Madrid de día y de noche, de la mano de un policía muy particular: Santos Trinidad (un inspirado José Coronado), un bala perdida de tomo y lomo y con placa, que en el transcurso de una investigación muy personal se topará con algo mucho mayor de lo que imaginaba…

Desde el principio, el film apuesta por la antiépica, el naturalismo y la concisión. Sin apenas música ambiental (y de hecho, la poca que tiene, incluso, le sobra), con una ambientación cuidada y realista (ese plano inicial del basurero con las cuatro torres caracterísitcas del perfil urbano de Madrid), Urbizu nos narra con fluidez la historia de la investigación de Trinidad, y al mismo tiempo, la de su ambiente y la de su vida pasada. Sin tiempos muertos, sin bobadas "peliculeras", con muchos detalles visuales soberbios (atención al detalle de los cubatas de ron de Trinidad), con diálogos secos y medidos, y sólo los estrictamente necesarios ("Aquí, 300.000 euros, como que no, ¿no?"), Urbizu y su guionista habitual, Mitxel Gaztambide, nos llevan de la mano con maestría.

Como en El Aura de Fabián Bielinsky, como en Memories of Murder de Bong Jong-hoo, en No habrá paz para los malvados encontramos el delicioso aliento negro de cualquier buen film de género, aderezado con el color local (español, en este caso: baretos de polígono industrial, inmigrantes relacionados con islamismo radical con ciertos tintes alarmantemente familiares, trapicheo de drogas…). El film mantiene la tensión a lo largo de todo su metraje, y su seco y casi anticlimático desenlace hace honor a su título, que proviene de una citadísima frase bíblica, No rest for the wicked, que se puede encontrar en muchos otros lugares, y que hace referencia evidentemente a la mala conciencia y al castigo que espera a quien se aparte del buen camino… vamos, exactamente lo contrario que sucedía en otro film negro magistral y devastador, Los canallas duermen en paz, que el gran Kurosawa filmó en 1960.

Dos horas de buen cine, donde el reparto, con algunas caras conocidas (dos conocidos veteranos, Juanjo Artero y Pedro María Sánchez), otras menos conocidas (Helena Miquel, estupenda en su papel de jueza) y protagonismo absoluto de un estupendo José Coronado en un personaje estupendamente dibujado, tan magnético como aquel Malamadre de Luis Tosar en Celda 211, pero dentro de una película mucho mejor equilibrada y que deja mucha más huella.

Conclusión: gran película.

sábado, 24 de septiembre de 2011

EL MONTÓN DE TEBEOS presenta… THE AUTHORITY

 
Y, ¿a santo de qué viene ahora hablar de The Authority? ¿Es que no hay tebeos americanos más recientes que sean lo bastante interesantes? Bueno, alguno hay (no tantos), pero siempre merece la pena hablar de The Authority.

Sobre todo, naturalmente, los dos primeros volúmenes: por un lado, los doce episodios realizados por Warren Ellis y Bryan Hitch; por otro, la continuación debida a Mark Millar, Frank Quitely y otros. Lo demás, en serio, no es importante. Estos capítulos de The Authority son un tebeo de superhéroes diferente porque sus guionistas tratan a sus personajes de una manera más realista, dentro del ambiente de ciencia´ficción que les rodea, y sobre todo, de un modo coherente.

El concepto de partida, que Ellis hizo arrancar en Stormwatch, es fascinante. Los miembros del equipo son seres superiores: un mago supremo, la encarnación del poder del sol, el mejor luchador del mundo, la científica más brillante, un ángel exterminador, el dios de las ciudades y el mismo espíritu del siglo XX, que viajan en una nave viviente del tamaño de una pequeña luna. No hablamos de meros justicieros que mantienen el statu quo, ya no. Y como tales seres superiores, llega un momento en que deciden plantarse y arreglar lo que ellos consideran que debe arreglarse.

Ellis insinúa esta idea, sobre todo con Jenny Sparks. Pese a ello, sus historias no ahondan demasiado en este tema, sino que simplemente van agotando los rivales, cada vez más poderosos, a los que tienen que hacer frente los protagonistas. Llegado el final de su andadura, con la muerte de Jenny, se les acaban los enemigos a The Authority. Todo ello servido por un Bryan Hicth que mejoraba número a número, que ya anticipaba sus estupendos The Ultimates, y que desde entonces ha entrado en un franco declive.

Y entonces llega un Mark Millar aún no tan famoso como ahora, y en uno de sus mejores trabajos, pone a The Authority en marcha de verdad. De pronto, el equipo ya no trata con maléficos superdictadores, realidades alternativas, alienígenas que desafían la imaginación. Ahora, se ocupan de los dictadores que salen todos los días en los telediarios. Y queda bien claro el mensaje que quiere transmitir el demoledor Millar cuando vemos a quién manda el statu quo para intentar reducir a The Authority: superhéroes "del sistema" que recuerdan maliciosamente a Los Vengadores y la Patrulla-X (y todos ellos son masacrados de manera inmisericorde, claro).

En la segunda parte de su etapa, Millar, en un argumento que repetirá casi exactamente más adelante en The Ultimates, deja a los miembros del equipo bastante maltrechos, derrotados por un curioso "supersoldado" (son sustituidos por unas fugaces réplicas, cortesía de Tom Peyer y Dustin Nguyen, en cuatro anodinos capítulos), pero éstos, naturalmente, consiguen rehacerse y eliminar a sus sustitutos, esbirros del establishment que no ve con buenos ojos a los superhéroes "respondones". Y así termina la serie, o al menos, la parte que merece la pena leer.


El grueso de estos episodios los dibujaba un inigualable Frank Quitely, que ya asombraba a propios y extraños, y que después pasaría a colaborar con Grant Morrison en varias obras de referencia del género sobradamente conocidas de todos. Invitados como Arthur Adams, Gary Erskine o Chris Weston tampoco desentonaban.

Las continuaciones de la serie no han alcanzado la calidad del trabajo de Ellis y Millar, y desde luego carecen del carácter transgresor de las historias de ambos. Ese es precisamente el valor de The Authority: Ellis y Millar, sobre todo Millar, le dieron la vuelta al concepto de superhéroe, y gracias a ello hacen parecer caduco cualquier otro tebeo de superhéroes, tanto contemporáneo como posterior, incluso los escritos por ellos mismos.


Escasas excepciones escapan a ello: así, en frío, destacaríamos The Umbrella Academy, por su arrolladora originalidad; Irredeemable, por su falta de prejuicios; Ex Machina, por su originalidad;  Powers, por su inteligencia y su mezcla de géneros… Pero en la práctica totalidad de la producción de Marvel y DC (con algunas honrosas excepciones, como Ultimate Spider-man o el Batman perpetrado por Grant Morrison) se echa de menos ese carácter original y transgresor, y por el contrario, nos encontramos con la repetición continua de fórmulas ya desgastadas: refundaciones, resurrecciones, crossovers, reinicios… vamos, lo mismo de siempre.

Incluso obras tan exitosas como Civil War o The Ultimates (pese a ser guiones del propio Millar) están muy por debajo de la originalidad, el sense of wonder y el carácter transgresor que imperan en estos primeros años de The Authority. Y además, tanto Ellis como Millar no olvidan, además, hacer su Authority divertido. Sorpresas, diálogos brillantes, acción desatada… Ahora que Norma anuncia una nueva edición en formato Absolute, quien aún no haya leído The Authority tiene una excelente oportunidad de hacerlo…

viernes, 23 de septiembre de 2011

@rdp: Sobre BLACK KISS, de Howard Chaykin

Norma reedita estos días una de las obras más conocidas del enfant terrible del cómic yanqui de los 80, Howard Chaykin, hoy una pálida sombra de lo que fue, en sus dos facetas de guionista y dibujante. El innovador autor de American Flagg! preparaba en esa ocasión un curioso cóctel noir-porno para narrar un enredo divertido, brillantemente dialogado (como casi todos sus guiones), resuelto en un adecuado blanco y negro. ¿Cómo le habrá sentado el tiempo? Casi 25 años nos separan de su publicación original en EE.UU., que levantó una gran controversia en el mundillo. Seguro que aún hay gente que se escandalizará con el asunto… Tampoco es para tanto, la gente se escandaliza por cualquier cosa, sobre todo por algunas. Black Kiss es un tebeo divertido, muy en la onda de su autor: para lectores adultos que busquen emociones y diversión, diálogos inteligentes, sorpresas, sexo y violencia en cantidades bien medidas pero no escasas.

PS: ¿Alguien se acuerda del mensaje del contestador de Dagmar...?

MIS DIBUJOS: una RED SONJA diferente

THOR2, THE MOVIE: MAS POSIBLES DIRECTORES... Y JANE FOSTER

Kevin Feige confirma a Entertainment Weekly Online que, además de Patty Jenkins, otros directores están en cartera para Thor 2: Drew Goddard (The Cabin in the Woods), James McTeigue (Ninja Assassin), Noam Murro (300: Battle of Artemisia) y Breck Eisner (The Crazies). Queda descartado Brian Kirk, al parecer.
Además, Jane Foster (o sea, Natalie Portman) volverá a aparecer en esta segunda entrega, que explorará otros mundos además de Asgard y Midgard, y que, si es cierto lo que dice Fiege (es de suponer que algo sabe el hombre del asunto) también volvería a contar con Odín (es decir, Anthony Hopkins).
Visto aquí.

RODEADO DE BRUCE presenta... SIXTY-TWO

Feliz cumple, Bruce...

jueves, 22 de septiembre de 2011

THOR 2, THE MOVIE: POSIBLE DIRECTORA

Patty Jenkins, directora de Monster, la película que le valió un Oscar a Charlize Theron, suena para dirigir Thor 2, informa Deadline. Visto aquí. De confirmarse la noticia, sería su segunda película, y, que yo recuerde, sería la segunda mujer en dirigir un film de superhéroes, después de Lexi Alexander y su Punisher War Zone (que alguien me corrija si me equivoco). El trabajo más reciente de Jenkins es el episodio piloto de la interesante serie The Killing.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

THOR THE MOVIE: THE AVENGERS

Marvel continúa con la promoción a tope... más imágenes, aquí.
Nótense ciertos cambios en el aspecto del Thor de imagen real,
además de la longitud de la melena.

lunes, 19 de septiembre de 2011

RODEADO DE PORTADAS presenta... ASTONISHING X-MEN, por Kaare Andrews

 
 
 
Así se hacen buenas portadas, Sr. Andrews. Muchos perpetradores de portadas en la Marvel de hoy pueden echar un vistazo... y llorar.

Películas recién vistas: PÁGINA OCHO (PAGE EIGHT)

David Hare, guionista de Las Horas y El Lector escribe y dirige para la BBC Página Ocho, un thriller de espías adecuadamente ambientado en la época actual. Protagoniza la historia un veterano funcionario del MI5, Johnny Worricker (un siempre bienvenido Bill Nighy), en cuyas manos cae un comprometedor informe que sus superiores desean enterrar a toda prisa. Al mismo tiempo, el hierático y discreto Johnny traba amistad con su vecina Nancy (la siempre bienvenida Rachel Weisz), una editora de libros que parece "demasiado" hecha a la medida de Johnny… y trata de retomar el contacto con su hija Julianne (Felicity Jones).

Hare hila bien la trama, con muchos elementos habituales en el género de espionaje: un hombre íntegro enfrentado a unos mandos corruptos, la manera en la que un trabajo así afecta a la vida familiar de quien lo desempeña, un documento comprometedor, los manejos del poder… Añade Hare a su guión unas gotitas de actualidad internacional (el siempre socorrido recurso al conflicto palestino-israelí) y un poco de crítica a la actitud servilista de ciertos gobiernos británicos hacia la "guerra contra el terror", y la película avanza sin altibajos, sin grandes sorpresas, sin grandes pretensiones, pero con un aire agradable de historia cuidada y con detalles interesantes.

En este caso, Página Ocho compensa su escasa originalidad con buen oficio y un reparto de lo más interesante. Al protagonismo del elegante Nighy (soy fan suyo, desde Love Actually, recuerda, "la vieja estrella del rock") y la encantadoramente natural Weisz (soy fan suyo, desde la impecable El Jardinero Fiel), se unen el veterano Michael Gambon, la nunca suficientemente alabada Judy Davis y un sorprendente Ralph Fiennes en un breve pero jugoso papel. Página Ocho no sorprende demasiado, ni en su planteamiento ni en su desenlace agridulce, pero tampoco molesta... sino todo lo contrario. Tiene clase, tiene diálogos cuidados, tiene un poco de misterio... vamos, que cumple.

En resumen: una película de lo más apañada.

THOR 2 THE MOVIE: Habla Tom Hiddleston...

Entrevistado durante el Toronto Film Festival 2011, Tom Hiddleston afirma que Kevin Fiege y Craig Kyle quieren que Thor 2 sea mejor y más grande que Thor. "La gran victoria de Branagh", continúa, "es que nos hizo creer en Asgard, en los dioses", y opina que sería realmente interesante bucear más en ese mundo, lo que puede acrecentar los rumores de que Thor 2 podría desarrollarse enteramente en Asgard. Hiddleston afirma que el rodaje comenzaría en primavera de 2012, aunque aún no hay nada fijo. Y también afirma que le encanta su vestuario de Loki.

Esto dice Hiddleston sobre Loki:

En Los Vengadores es realmente oscuro, una especie de sociópata, o quizás la palabra es psicópata, de una forma engañosa. Obviamente, no he abandonado el daño espiritual en su corazón, aún viene de ese lugar perdido, pero es increíblemente repugnante. Creo que probablemente en Thor 2 sus acciones previas harán que tenga que responsabilizarse de ellas y por lo que ha hecho. Lo grande de Loki es su potencial para la grandeza y el horror, para el gran heroísmo y la gran villanía. Incluso en Los Vengadores, aún hay momentos en los que ves dentro de Loki un rayo de esperanza y esa posibilidad de redención. Todos tenemos potencial para la grandeza y todos tenemos defectos. Lucho por la redención. No va a haber una escena de acción con Thor y Loki, pero creo que no habría nada más increíble que ver a Loki y a Thor luchando contra alguien mano a mano.

Confirmada por declaraciones de todos ellos está la presencia del propio Hiddleston, Idris Elba y Stellan Skarsgard en la segunda película del asgardiano. Visto aquí.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Películas recién vistas: LOS AMOS DE BROOKLYN

Desde Training Day, la estrella del director Antoine Fuqua no ha vuelto a brillar, precisamente… y esta nueva cinta suya no marca un cambio de tendencia, precisamente. Después de El Rey Arturo (glups) y Lágrimas del Sol (doble glups), y también de Shooter, con Mark Whalberg (esa no la he visto), Fuqua presentaba en 2009 esta Brooklyn's Finest (inadecuadamente traducido título, por cierto…), que se estrena ahora en nuestro país con mucho retraso, en la que retrata los avatares de tres polizontes neoyorquinos en distintos estadios de degradación profesional.

Por un lado, está Dugan (un inadecuado e inexpresivo Richard Gere), el poli "quemado", a punto de retirarse, hastiado de su trabajo. Por otro, está Tango Butler (un Don Cheadle que aporta su empaque habitual), un infiltrado que se ha dejado atraer demasiado por su vida ficticia como narcotraficante; y por último, está Sal (un Ethan Hawke completamente pasado de vueltas), desesperado por conseguir dinero para sacar a su familia del cuchitril en el que viven.

La película adolece de varios problemas. Durante todo el (excesivo, por cierto) metraje, la sensación que transmite es la de algo ya visto, pero mejor hecho; el guión de Michael C. Martin no aporta ninguna novedad ni juega con el posible misterio de las respectivas peripecias de los tres agentes, y sin embargo nos regala un buen puñado de tópicos y situaciones previsibles. La poco adecuada música "dramática" de Marcelo Zarvos y la oscura fotografía de Patrick Murguia no ayudan en absoluto a dar ambiente al relato. Muchas películas "de polis" compensan su escasa originalidad con un poco de encanto en los personajes, un cuidado en el guión y los diálogos, o una ambientación original; cosas lamentablemente ausentes del film que nos ocupa.

En cuanto a los actores, Richard Gere no es en absoluto creíble como poli acabado y alcohólico, con su habitual aspecto atildado; y Ethan Hawke se equivoca al creer que con mucho gesticular y mostrar un aspecto zarrapastroso se consigue ser Christian Bale, por ejemplo. Don Cheadle hace lo que pude con un papel lleno de tópicos y con una fotografía que en muchos momentos no deja ver su cara; el "resucitado" Wesley Snipes interpreta casi una parodia de sí mismo en versión traficante, y secundarios interesantes como Michael K. Williams, Lily Taylor, Vince D'Onofrio, Ellen Barkin o Brian F. O' Byrne quedan reducidos a simples comparsas.

En resumen: muy poca cosa.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Mis películas favoritas: TIGRE Y DRAGÓN

 
China, hace muchos, muchos años. El guerrero Li Mu Bai (un solemne Chow Yun-Fat) quiere abandonar la vida vagabunda de paladín, y por ello decide entregar su arma cuasimágica, la Espada Celestial, a la custodia del duque Tien (el impagable Lung Sihung, el inolvidable padre que sí hablaba inglés de El Banquete de Bodas). Y en ese momento, Yu Shu Lien (Michelle Yeoh, maravillosa), dueña de una agencia de escoltas y guerrera sin par ella también, ve la oportunidad de que por fin el amor que ambos sienten por el otro por fin se consume. Pero no es fácil dejar atrás la vida del guerrero…

En su carrera, Ang Lee ha creado un buen puñado de obras de lo más dispar, en algunos casos un tanto imperfectas o simplemente fallidas (como su versión de Hulk, o la plomiza Cabalga con el Diablo), buenas películas (como Comer, Beber, Amar o Deseo/Peligro) y también auténticas maravillas (como El Banquete de Bodas, La Tormenta de Hielo, Sentido y Sensibilidad o Brokeback Mountain, por ejemplo). Desde luego, Tigre y Dragón se encuadra en la segunda categoría. Ahora prepara Vida de Pi, basada en la curiosa novela homónima de Yann Martel... habrá que verla.

Pero centrémonos en lo que nos ocupa. Además de la espectacularidad de las escenas de acción, verdaderas filigranas de efectos visuales y coreografía, con esos alucinantes paseos por el aire, el film se sustenta en la historia de amor de Shu Lien y Mu Bai, que se entrecruza con la de Yu Jiao Long (Zhang Ziyi, impresionante en todos los sentidos ), una joven de la nobleza que rechaza la idea de su matrimonio concertado y desea vivir una vida de aventuras sin compromisos… y además se enamora, por azares del destino (contados en un osado y largo flashback a mitad de metraje), del bandido de las estepas apodado Nube Inmensa (el simpático Chang Chen)…
Tigre y Dragón lo tiene todo. Aventuras desatadas. Escenas de acción estupendas. Tratamiento visual soberbio, como es habitual en los filmes orientales. Música de Tan Dun, con el violonchello como principal protagonista (el de Yo-Yo Ma, ni más ni menos) completamente subyugante. Unas gotitas de sabiduría oriental de toda la vida ("el que se aferra, nunca conserva" y demás). Paisajes de belleza sobrecogedora. Actuaciones sobresalientes, sobre todo la de Michelle Yeoh, pura emoción contenida. Suya es la mejor frase de todo el film, cuando se encara con Jiao Long, le espeta un "se acabó la amistad"... y desenfunda su doble sable.
Hay muchos momentos inolvidables, tanto en lo argumental como en lo visual: el instante en que Mu Bai y Shu lien comparten un té en un alto del camino; la pelea en la posada donde "Dragón" limpia el suelo del lugar con dos docenas de incautos guerreros; el accidentado romance de Jiao Long y Nube Inmensa; el tintineo de la hoja de la espada en manos de Mu Bai ("tuve que perderla para saber cuánto la apreciaba"); la visión del Pekín imperial en su esplendor… y así, todo el rato.

En resumen: entonces, hoy y siempre, peliculón inapelable en todos los sentidos.

PS: Recuerdo que en los momentos del éxito y las nominaciones a los Oscar, Jackie Chan declaraba que Ang Lee tampoco había inventado nada, que películas como esta se habían hecho toda la vida en Hong Kong, y que simplemente esta había tenido el suficiente éxito para sobresalir entre las demás y descubrir a los occidentales el wuxia, es decir, el género de héroes voladores tan popular en el cine del que Chan es estrella absoluta. Vale, lo que tu digas, Jackie. Hala, hala, ya está, ya puedes ir a salvar a algún niño en apuros o algo...

THOR SIN FRONTERAS: GIORGIO COMOLO

Más, aquí.

El Montón de Tebeos presenta… LOS 4 FANTÁSTICOS: LA EDAD DORADA, de Stan Lee y Jack Kirby

Panini recopila en un voluminoso tomo de su línea Marvel Gold dos años consecutivos del trabajo de Stan Lee y Jack Kirby en Fantastic Four. Y en este caso, todas las alabanzas, todo lo que puedas leer de bueno acerca de este volumen en artículos, en los textos que acompañen al propio libro, en la propaganda de Panini… es completamente cierto. Cualquier aficionado a los cómics en general debería darse la oportunidad de sumergirse en las mejores aventuras del cuarteto más famoso del Universo Marvel.

Tras casi cuatro años en la serie (se dice pronto), ambos autores ya tenían más que pillado el tranquillo de la familia más conocida de Marvel. Los caracteres de los personajes estaban perfectamente delineados, y ahora llegaba el momento de destapar el tarro de las esencias en serio. Y vaya si lo hicieron.

La lista de personajes y ambientes que Lee y Kirby, o Kirby y Lee, se sacan de la chistera en estos episodios es inigualable. Al igual que hicieron en estos años en The Mighty Thor (en estos años, que hacian LAS DOS SERIES a la vez, lo cual resulta asombroso), en episodios en los que dieron forma a toda la mitología del asgardiano, en estos episodios Reed, Sue, Johnny y Ben se van encontrando con una serie de personajes que se convertirán en clásicos, no sólo en esta serie, sino en el Universo Marvel en su conjunto. Galactus y Estela Plateada, Pantera Negra, los Inhumanos, la Zona Negativa… todo sale de aquí, gente. Por obra y gracia de un Lee completamente asentado en su tarea de editor-guionista-director de orquesta de Marvel, y un Kirby colosal. Diversión a raudales en historias que no dejan ni un momento de respiro.

El punto álgido del trabajo conjunto de ambos, y una de las joyas imprescindibles de Marvel. En este caso, la palabra es… fantástico, en todos los sentidos.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Películas recién vistas: LA PIEL QUE HABITO

Aunque la anterior película del manchego más universal, con permiso de don Quijote, Los Abrazos Rotos, no me gustó demasiado (pese a que otros filmes de Almodóvar, como Volver o Qué he hecho yo para merecer esto, se cuentan entre mis favoritos), al final me ha picado la curiosidad, y me he decidido a ver La Piel que Habito, que por lo que he leido hasta ahora, desde luego despierta división de opiniones.

Hay quien denosta el film como pura basura (salude, señor Boyero), hay quien lo ha disfrutado y así lo declara (hola, señor Pérez)… Así que me he dicho, "tengo que salir de dudas". Y eso que Antonio Banderas no es santo de mi devoción, precisamente… Y salgo de ver la película con una opinión bastante favorable, la verdad. Vayamos por partes.

Primero: la atrevida mezcla de géneros que propone Almodóvar puede no ser del gusto de todo el mundo. No digamos el espectacular giro de la trama a media película, con un impresionante flashback que aclara todas las dudas que teníamos hasta entonces… Pero en mi opinión, ambas cosas funcionan a la perfección.

Segundo: ¿Es una película artificial? Ya te digo. Como tantas otras, y no sólo de Almodóvar… de hecho, si nos ponemos en esas, todas las películas son "artificiales", porque son ficción. Pese a que algunos elementos del guión están tremendamente traidos por los pelos, y muchas de las cosas que suceden no son plausibles (pero sí posibles), el film funciona, y al final tenemos claro la historia de quién está contando Almodóvar, cuyo valor, a estas alturas, sin necesidad de demostrar nada a nadie, es de alabar. ¿Es trascendente? Quizá no demasiado... hasta que te pones a pensar un poco en algunas de las implicaciones de su trama. ¿Consigue su objetivo? Yo creo que sí.

Tercero: la película engancha y sorprende, y mantiene el interés a lo largo de todo el metraje. Y eso se debe, señores, al espectacular trabajo de su director. No soy el primero en mencionar a Hitchcock en relación a esta película, pero me parece un referente claro, en la manera de narrar, en la exageración estilizada, en la manipulación, en el aprovechamiento de lo irreal para sorprender y conseguir que el espectador tenga que prestar atención a cada instante. Cosas que cada vez están más ausentes del cine de hoy en día, y que sin embargo siguen vivas en el arte del director de Vertigo, y no hay más que repasar cualquiera de sus clásicos para verlo.



Cuarto: los actores están todos muy bien. Banderas no abusa para nada de las posibilidades histriónicas que le da su papel de cirujano plástico chalado (y anda que no podría desatarse, el tío), bien dirigido por Almodóvar, que también saca lo mejor de Elena Anaya, quien aporta mucho más que su espectacular belleza al personaje que encarna, todo un reto. Sobre ellos recae todo el peso del film, y lo aguantan bien. La presencia de secundarios como Marisa Paredes (pese a que su parte del guión es probablemente la menos verosímil, y ya es decir...) y Eduard Fernández tampoco estorba, como tampoco molesta la pincelada de humor protagonizada por el hermanísimo del director, Agustín.

Pedro Almodóvar se ha sacado de la chistera un nuevo truco, gente. La piel que habito no es "una película de Almodóvar", como tampoco es ni una película de científico (en este caso, cirujano) loco, ni un desgarrado melodrama familiar a escala internacional, ni un thriller de misterio, ni una reflexión sobre temas que casi nos parecen de ciencia-ficción, y que sin embargo son territorios que la ciencia ya transita hoy… Es todo eso y mucho más.

Recomiendo a cualquiera que quiera pasar un rato enganchado a la butaca que no deje pasar la oportunidad de disfrutar de esta película. También recomiendo que se investigue lo menos posible sobre el argumento del film para que las sorpresas consigan el efecto que pretenden… otra cosa que en el cine de hoy cada vez es menos frecuente. Habrá (hay, que lo he visto, pero paso de poner otro link) quien se la toma a cachondeo, y no "se mete" en la película. Bueno, allá ellos. Desde luego, una vez más, si nos ponemos así, no hay película que resista. De hecho, esa falta de implicación de ciertos espectadores con las películas, en muchos casos, la provoca la escasa calidad de las mismas... pero también es cierto que algunos espectadores renuncian desde el principio a dejarse atrapar.

En resumen: a mí me ha gustado. Puede que a ti no te guste…

RODEADO DE CELULOIDE presenta… SONG KANG-HO (y Thirst, de Park Chan-Wok)

Este actor coreano, alto, desgarbado y con la cara redonda, es una de las caras que más se repiten en los elencos protagonistas de las películas del país asiático que visitan nuestras carteleras o las estanterías de venta de DVDs con asiduidad. Seguro que recuerdas títulos como The Host, Memories of Murder o Sympathy for Mr. Vengeance… pues seguro que entonces te sonará la cara de este actor, con su aspecto de niño grande tristón.

En su poco actualizada ficha de Imdb.com, leemos que su formación interpretativa proviene de su experiencia teatral, desde muy joven pisó las tablas y allí curtió su talento. En el cine, inició su carrera en éxitos como No. 3 y Shiri. La primera vez que tuve la oportunidad de verle y disfrutar con su talento en una película fue con su papel de detective patán en Memories of Murder, y la más reciente, en Thirst, la original aproximación al tema vampírico firmada por Park Chan-Wook, el director de Old Boy.

En Thirst, Song Kang-ho da vida a un sacerdote que decide participar como cobaya humano en un peligroso experimento para buscar la cura a una misteriosa enfermedad… y debido a ello termina convertido accidentalmente  en vampiro. Como es de esperar, estamos en las antípodas de Crepúsculo y bobadas por el estilo, y por fortuna nos adentramos en territorios más cercanos a, por ejemplo, Déjame Entrar.  

Thirst es un film absorbente, a ratos sorprendente, resuelto con un despliegue visual impresionante, pero al que quizá le falta algo más de explicación en algunas partes y un poco de "tijera" en algunos momentos, pese a la magnética media hora final del film. Imperfecto, algo arrítmico, pero recomendable, tanto por la historia como por las interpretaciones de Song Kang-Ho, una vez más estupendo, y la joven Kim Ok-Bin.

Lo mejor de seguirle el rastro a Song Kang-ho es que te sueles encontrar con películas interesantes...

jueves, 15 de septiembre de 2011

@rdp: Unas cuantas películas vistas, en breve


DESTINO OCULTO (THE ADJUSTMENT BUREAU). Entretenida sin más, aunque probablemente todo lo bueno proviene de su origen, una vez más un relato de Philip K. Dick. Como Matrix, como Origen, enseña sus cartas a media película, y a partir de ahí es más el ruido que las nueces. Pregunta: ¿Por qué Matt Damon siempre corre tanto en sus películas?

EL PERFECTO ANFITRIÓN: Una película interesante, a la que sin embargo le falta mucho trabajo de guión para rematar su sorprendente punto de partida. David Hyde Pierce, histriónico como siempre, borda su papel de anfitrión con sorpresa.

CÓDIGO FUENTE: Pese a la presencia de Duncan Jones en la dirección y de Jake Gyllenhaal en el papel protagonista, esta propuesta de ciencia-ficción no llega a entusiasmar, ni a interesar tanto como la original opera prima de Jones, la curiosa Moon.

STAKE LAND: Un film sobre vampiros que al menos intenta ser algo original, aunque su ambiente está sacado directamente de La Carretera o de The Walking Dead. Entretenida, pero bastante previsible en su parte final.

LA SEMILLA DEL DIABLO: Sí, la de Polanski. Muy, muy fiel a la excelente novela de Ira Levin; muy inteligentemente rodada, resulta inquietante precisamente por su frialdad y su escaso recurso a la truculencia (incluso en su parte final renuncia a mostrarnos en toda su "gloria" al bebé de Rosemary, cosa que el libro sí hace). Mia Farrow, estupenda.

MIS DIBUJOS: LA CRISIS NO PERDONA A NADIE

@rdp: Sobre PARKER: LA COMPAÑíA, de Darwin Cooke


Si el primer libro de la versión que realiza ese superdotado que es Darwin Cooke de las novelas de Richard Stark te pareció bueno, espera a ver el segundo. A su habitual despliegue gráfico, de nuevo en bitono, Cooke suma una serie de sorprendentes cambios de estilo que dotan al relato de una agilidad narrativa inusitada, y realzan la original estructura y atrayente manera de narrar las andanzas de ese pedazo de personaje que es el tal Parker. Esta es la gran obra de Cooke, sin duda, mucho más que su vistoso DC New Frontier y desde luego mucho, mucho más que su versión de The Spirit. Una gozada, de principio a fin… La frase: "Cállate, Grofeld".

EL MONTÓN DE TEBEOS presenta... NEMESIS

Mark Millar ataca de nuevo. Descubierto el filón de sus propias creaciones, el escocés añade un nuevo exitazo a Wanted y Kick-Ass con este Nemesis, que para mi gusto supera bastante a sus predecesores.  Aviso: spoilers ahead...

La manera más acertada de definir Nemesis es la que propuso el astuto Millar para promocionar la serie: un Bruce Wayne malvado. Un tipo inteligente, con recursos ilimitados a su disposición y sediento de venganza, se lanza en pos de un "superpolicía" con quien tiene una cuenta pendiente. ¿Quieres caos? ¿Quieres víctimas por cientos? ¿Quieres desafío a la autoridad? ¿Quieres destrucción masiva? Nemesis es tu hombre.

Para ilustrar Nemesis, Millar cuenta con Steve McNiven, su compañero en dos de sus grandes éxitos: Civil War y Old Man Logan. McNiven da el do de pecho: con su propio entintado, aporta un resultado mucho menos envarado que el de Dexter Vines en las mencionadas obras. McNiven alterna un tono blockbuster (predominan las viñetas panorámicas y las splash-pages) con citas explícitas al estilo manga en un trabajo realmente redondo, perfectamente adecuado al tema que ilustra. Al igual que la presencia de John Romita Jr. en Kick-Ass, la participación de McNiven en Nemesis no hace sino reforzar el carácter de "leñazo antigénero" de la obra, de mucho mayor calado que el de Kick-Ass.



Una primera lectura dura un suspiro, pero su parte final deja una huella que permanece en la memoria durante bastante tiempo, y sugiere una relectura, o varias, para ir captando detalles aquí y allá que nos revelan que Nemesis es algo más que un tebeo hiperviolento donde un tipo con capa vestido de blanco disfruta perpetrando animalada tras animalada, superando ampliamente en refinamiento y cantidad numérica a Kick-Ass, por ejemplo.

El hecho de que el "villano" vista de blanco es sólo la primera de las subversiones del concepto habitual de "malo" que representa. Nemesis es una especie de superterrorista del siglo XXI, alejado de delirios megalómanos de poder y de fantasías de dominación mundial. Así, ¿cuál es el sentido de sus desmanes? ¿La venganza, como parece desde el principio? ¿El dinero? ¿El número de teléfono de Naomi Campbell? Nada de eso. El móvil de Nemesis es… el aburrimiento.


En un sorprendente giro final, desenmascarada la impostura del supuesto héroe y resquebrajadas las estructuras del poder establecido, nos encontramos con que el terrorista perfecto, el supremo manipulador, el asesino definitivo es algún ricachón a quien ni siquiera llegamos a conocer: un diletante, un primo lejano de Paris Hilton forrado hasta las patas. Un tipo que en vez de escribir cartas y diarios como los victorianos, de convertirse en mecenas del arte, de construir su propio Shangri-La y recluirse en él como Charles Foster Kane, o saltar de discoteca de lujo en discoteca de lujo encendiendo porros con billetes de cien dólares… o peor aún, dedicar su dinero sin fin a combatir el crimen con una identidad secreta… invierte una buena pasta en convertirse en supervillano, por obra y gracia de una oscura multinacional que ofrece a los ricos el hacer realidad sus fantasías más delirantes. Y, además, solo es uno de los clientes de la multinacional.

¿Exagerado? Sí. ¿Manipulador? También. ¿Divertido? Sí. ¿Inteligente? Mucho. ¿Rompedor? Bastante. Sale un tipo con máscara y capa. ¿Esto es un tebeo de superhéroes? Nada de eso. No hay en Nemesis un Superman que le pare los pies a este Lex Luthor y recupere el equilibrio del statu quo, porque Nemesis no es Lex Luthor. Para entendernos, no es que gane el malo… es que el malo ya ha ganado desde antes de que abramos el tebeo.



Nemesis es un reflejo sardónico, pasado de vueltas a propósito, tan guiñolesco y salvaje como certero, de la época que vivimos. Un tiempo en el que gente "en las sombras" decide dónde y cuándo se producen los cataclismos (económicos y de otras clases: recordemos los famosos virus de gripe y similares...), y las instituciones y los mecanismos de poder tradicionales asisten impotentes a ello, o son simples herramientas en sus manos. Un mundo en el que los privilegiados no pisan el suelo porque van del avión al coche de lujo, de ahí al ascensor privado de empresa y a sus superdespachos, y de ahí al garaje de sus mansiones de ciencia-ficción… En el mundo de hoy, donde el dinero puede comprarlo aparentemente todo, la idea de Nemesis, que tampoco es especialmente original (recordemos El Malvado Zaroff, The Game…) no resulta descabellada en absoluto.

Así, Millar y McNiven nos presentan un tebeo interesante… y no sólo porque se aleja de lo habitual en los últimos años en Marvel y DC, con sus endogámicos e interminables crossovers, sus crisis, asedios y relanzamientos, que cada vez resultan más aburridos. Ya el mismo Millar, en su estupenda versión de The Authority (uno de sus mejores trabajos), sacaba oro de la idea de un grupo de héroes que decidían actuar de acuerdo a sus poderes, y plantarle cara al statu quo, en vez de mantenerlo (como sucedía, pese a su alto contenido macarra y molón, en The Ultimates). Baste recordar a quién enviaban los poderes establecidos a pararles los pies a The Authority para ver por donde van los tiros de la ácida crítica de Millar, que continúa en Nemesis.

Ahora va más allá, en busca de algo nuevo, o así lo quiere insinuar en el texto con el que despide Nemesis, en el cual aboga por nuevos horizontes y por menos apoyarse en creaciones ajenas. ¿Será así? Lo dice un autor que, si mal no recuerdo, tiene como próximo proyecto, entre otros… una continuación de Kick-Ass y otra, se dice, de Old Man Logan. Ojalá sea cierto que esto sólo es el principio...

Uno de los tebeos del año. Bienvenidos al siglo XXI, gente.

PS: Dos reseñas mucho más autorizadas: la de Santiago García y la de Pepo Pérez en sus imprescindibles blogs.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

MIs dibujos: DÍA DE BODA, 23.45 h.

Una chica vestida de punta en blanco, sábado por la noche en el metro,
de regreso de una boda que (obviamente) no es la suya. 
El tatuaje es inventado.

martes, 13 de septiembre de 2011

RODEADO DE CELULOIDE presenta… PSICOSIS

Es una pena no poder ver Psicosis siempre por primera vez. Es una lástima no poder volver a sentir el escalofrío, la sorpresa del espantoso giro argumental del film, uno de los más conocidos de su director, el imprescindible Alfred Hitchcock.

Psicosis, como casi todas las obras del director británico, es un film manipulador, artificioso, amanerado hasta extremos pedantes… y sin embargo, es puro cine, pura magia. Retorcida, malsana (sin llegar a los extremos de la obra más desasosegante y personal de Hitchcock, la inquietante Vertigo), con un ritmo perfecto, con los mecanismos narrativos perfectamente engrasados para conseguir el efecto catártico que persigue (esos inquietantes primeros planos...), Psicosis sigue siendo una pieza maestra, que ahora se puede disfrutar con una excelente calidad de imagen y sonido gracias a su estupenda remasterización en Blu-Ray.

Norman Bates (o mejor dicho, Norma, su madre) ha pasado a los anales de los personajes célebres cinematográficos, categoría "asesinos en serie particularmente chalados". El perturbado dueño del Motel Bates, cuya verdadera historia solamente conocemos al final del film, es un ser de ficción brillante, sorprendente, al que Anthony Perkins dio vida también en algunas cutres continuaciones posteriores. Como ocurrió con actores como Peter O'Toole, por ejemplo, un solo papel marcó a fuego la carrera de Perkins.
La célebre música de Bernard Herrmann, habitual en el cine de Hitchcock, puntúa perfectamente la acción, no sólo en el chirriante y casi doloroso tema de la escena de la ducha, sino durante todo el metraje: véase la escena en la que Marion huye conduciendo, mientras imagina las voces de sus conocidos comentando su fuga. Un momento magistral, largos minutos de alternancia entre un primer plano de Janet Leigh y su punto de vista, sin más. Puro cine.

Hitchcock, a día de hoy, sigue siendo una referencia para cualquier cineasta o cinéfilo. Así lo reconocen gentes de cine como Martin Scorsese, Guillermo del Toro, John Carpenter o Eli Roth, por ejemplo, en los documentales que acompañan al film. Hitchcock era un director brillante, tan genial como manipulador, cuyas películas mantienen intacta hoy en día su capacidad de entretener y enganchar. Fue además uno de los primeros "directores estrella", cuya personalidad era tan importante (o más) como la historia que contaba el film: lo que importaba era su sello personal, esa innata capacidad para hacernos pasar miedo, ponernos en tensión, mantenernos enganchados a la película.

Qué grande es (en efecto, "es", no "era") Hitchcock.

THOR SIN FRONTERAS: THUNDERSTRIKE

¿Alguien se acuerda de aquellos años en los que a Marvel le dio por "duplicar" a sus personajes más conocidos? Apareció el clon de Spiderman, nació Máquina de Guerra, llegó el USAgente... y también Thunderstrike, el "otro" Thor. Así le presentaba Marvel en aquellos tiempos: con una página que recuerda poderosamente al célebre poster de propaganda de Rosie la Remachadora, y un texto que anuncia que este es el Thor "moderno".
Como recordarás, cortesía de Tom DeFalco y Ron Frenz, el arquitecto Eric Masterson fue Thor por una temporada, mientras duró la ausencia del asgardiano, y con el retorno de este recibió un nuevo martillo y una nueva identidad heroica. Con esta pinta totalmente "años 90", Eric disfrutó de su propia serie, que duró dos años. Finalmente, Eric murió en batalla.
Recientemente, su hijo Kevin ha recuperado el mazo de su padre y se ha convertido en un nuevo Thunderstrike... sin demasiada presencia en el Universo Marvel, por ahora.

@rdp: Sobre el nuevo ACTION COMICS de Grant Morrison y Rags Morales

Es pronto para juzgar el posible calado de la propuesta de Grant Morrison para actualizar al Último Hijo de Krypton en el relanzamiento de DC que se produce este mes; cosa que, dicho sea de paso, me parece bastante innecesario, y es un golpe publicitario muy estudiado cuyos efectos a largo plazo no creo que lleguen a nada… como pasó en Marvel, que acabó por recuperar las numeraciones originales. ¿No sería mejor lanzar cinco series buenas, buenas de verdad que cargarse numeraciones legendarias para conseguir el titular de "los nuevos 52"?
No está muy claro si este Superman es el mismo que aparece en la nueva Justice League, o en la otra serie del héroe… tampoco me importa demasiado. A mí me ha atraido la presencia de Morrison, no el personaje, para qué nos vamos a engañar. Por ahora, desde luego, lo que propone Morrison es divertido e interesante, y está a años luz de lo perpetrado por JM Straczynski, recientmente: no sabemos si este superjusticiero joven y descontrolado, con esa pinta de pueblerino, es el "verdadero" Superman o no, no sabemos de dónde viene… Rags Morales, por su parte, cumple en la parte artística; natural, tiene las lecciones de Michael Golden tan bien aprendidas como Jason Pearson, aunque le falta el pico de talento adicional de éste último.
El concepto de Luthor que maneja Morrison recuerda mucho al expuesto en All-Star Superman (y en el lejano Swamp Thing de Alan Moore), y el tebeo, no sólo por el final cliffhanger, deja con ganas de más.

lunes, 12 de septiembre de 2011

RODEADO DE SERIES presenta… MILDRED PIERCE


Todd Haynes, director de Lejos del Cielo, regresa, esta vez en formato televisivo, a un territorio que conoce bien: el melodrama de época. La mencionada película proponía un acercamiento a la imposible historia de amor entre un ama de casa y un jardinero negro en los años 50, tan original como certero. Ahora, adaptando la novela del clásico de la serie negra James M. Cain, Haynes nos narra la historia de Mildred, estupenda cocinera, casada y madre de dos hijas y residente en Glendale, California… cuyo matrimonio hace aguas. Mildred, harta de todo, echa a su marido de casa. A partir de entonces, tiene que salir adelante por sus propios medios.

No voy a contar mucho más porque precisamente la sorpresa, en todos los sentidos, es uno de los grandes alicientes de los cinco episodios de la miniserie de HBO a la que me refiero. Sólo diré que merece mucho, mucho la pena dedicarle cinco horas y pico a las peripecias de Mildred, interpretada por Kate Winslet con su habitual elegancia (pocas actrices de hoy están tan naturales de época como ella). Y además, la presencia de unas cuantas caras conocidas en el reparto (como Evan Rachel Wood en el papel de la "encantadora" Veda, Guy Pearce, Mare Winnigham o Melissa Leo, por ejemplo) es un aliciente más.

Curiosidad para nostálgicos o aficionados a las comparaciones: existe una versión de la novela, filmada en 1945 por Michael Curtiz y titulada en castellano Alma en Suplicio (ejem ejem), con Joan Crawford como Mildred y Ann Blyth como Veda, su hija mayor…

Muy recomendable.