La bestia debe morir es una divertida e ingeniosa novela de detectives a la inglesa, escrita por Nicholas Blake (seudónimo del poeta Cecil Day-Lewis, padre de Daniel), y protagonizada por el sabueso Nigel Strangeways, quien debe aclarar un confuso asesinato en apariencia imposible de resolver, como suele suceder en estos casos.
Blake escoge una curiosa estructura donde mezcla la primera persona del supuesto asesino con la narración habitual en tercera persona de la resolución del misterio, en una novela publicada por primera vez en 1938 y que fue adaptada al cine en dos filmes, uno argentino, otro francés, en 1952 y 1969. Además, el supuesto asesino es un escritor que publica novelas policiacas con seudónimo, como el propio Blake. Strangeways, secundado por su esposa Georgia y con una difícil relación con el inspector Blount de Scotland Yard, es el clásico detective de ficción, que siempre encuentra la respuesta al enigma imposible de descifrar. Blake escribió numerosas novelas con distintas peripecias de Strangeways.
La bestia debe morir es una lectura entretenida, sin mayores pretensiones, con un desarrollo bien llevado y un desenlace elegante.
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