EL REGRESO DE FRANK
Una larga sucesión de argumentos insulsos y repetitivos y dibujantes poco inspirados estaba a punto de provocar la extinción del Punisher, el justiciero de calavera en pecho, gesto hosco y gatillo fácil nacido en las páginas de Amazing Spiderman. El personaje había gozado de gran éxito desde principios de los ochenta, gracias al trabajo de profesionales tan solventes como Steven Grant, Mike Zeck, Mike Baron, Klaus Janson, Chuck Dixon, John Romita Jr., John Buscema y muchos otros. Sin embargo, languideció durante los noventa, llegando incluso a verse en el brete de morir para convertirse en una especie de "justiciero celestial" al servicio del Cielo.
Por fortuna, la revitalización de Marvel, que comenzó con el nuevo siglo gracias a la
llegada de sangre nueva a su directiva (los Jemas, Quesada, Alonso...) y a sus
escritores (Bendis, Straczynski, Millar
y otros...) alcanzó al Punisher.
Es indudable que buena parte del éxito se debe a la labor del guionista
irlandés Garth Ennis, que ha
insuflado una nueva vida al personaje a lo largo de los últimos años. En
palabras del editor de la serie, Axel Alonso, "Garth resucitó al Punisher. Así de
claro". Dos series regulares y numerosos especiales, además de
dos películas nacidas directamente de la “versión Ennis” (dejando aparte la
primera, más antigua, protagonizada por… Dolph Lundgren), son prueba de ello. [...]
RESURRECCIÓN, O AL MENOS
REVITALIZACIÓN
La larga relación de Garth Ennis con el Punisher comenzó con el fichaje por Marvel
del "equipo Predicador": el propio Ennis, el artista Steve
Dillon y el editor Axel Alonso, con el encargo de revitalizar al personaje, casi
olvidado por aquel entonces. [...] Empezaba así una nueva etapa para el
justiciero creado por Gerry Conway,
John Romita y Ross
Andru en las páginas de Amazing Spiderman,
allá por 1974. Ennis se declaraba encantado: "trabajar en Punisher es
fácil y divertido, está bien pagado, y tengo la oportunidad de trabajar con
gente estupenda, tanto en lo creativo como en lo editorial", afirmaba a finales de 2000.
Llegó un segundo volumen de la serie [...]. Ennis oscilaba entre
el humor brutote (el inverosímil retorno del Ruso, con su inolvidable camiseta de Britney), los
guiños comerciales más o menos metidos "con calzador" (la aparición
de Elektra o la divertida
aventura coprotagonizada por Lobezno) y algunos argumentos algo más "serios" y
"oscuros" (por ejemplo, la estupenda No caigas en Nueva York),
culminando con un sarcástico ajuste de cuentas de Frank con sus viejos
conocidos Spiderman, Daredevil y Lobezno en La Conjura de los Necios. Esta historia, en palabras
de Ennis, suponía una manera de cerrar una etapa y ponía fin "al
Punisher loco, de humor negro y “guiños de complicidad” con el lector que he
venido escribiendo hasta ahora".
EN LA LÍNEA MAX
Y así llegamos a Punisher MAX, serie [...] donde
el guionista retrata al personaje de una manera más realista y oscura, sin
censura y sin las imposiciones que representa la continuidad Marvel. [...] Acompañado por una más que interesante plantilla de artistas,
Ennis ha aportado una nueva visión del origen del personaje, ahora mucho más
tenebroso que un simple "perder a su familia y perder la chaveta en el
mismo instante". Ha contado cómo será su fin, en un desolado mundo futuro,
y le ha hecho ajustar cuentas con los gánsteres que asesinaron a su familia y
con personajes de su pasado. Nos ha revelado algunos detalles de su infancia y
de su estancia en Vietnam, y le ha
enfrentado a una colección de adversarios inquietantemente realistas en
historias con unos niveles de violencia, sadismo y truculencia difíciles de
igualar, lejos de toda intención paródica o humorística. [...]
Dibuja Darick Robertson
(soberbio). El capitán Castle,
destinado en la base de Valley Forge durante su tercer y último año en la guerra de Vietnam, es la última
esperanza de un pelotón de soldados jóvenes, aterrorizados y mal entrenados, y
que además se enfrentan a unas fuerzas vietnamitas enormemente superiores en
número que amenazan con borrarles del mapa en una ofensiva más que cantada. La
masacre final, con el ataque final de Charlie a la base y la terrible decisión
que Frank se ve obligado (¿o no?) a tomar, es espeluznante. Muere hasta el
apuntador, como suele decirse.
Nacimiento es tal vez
la mejor de las historias de Ennis para el Punisher, y cuenta con el aliciente
de estar ilustrada por un inspiradísimo Darick Robertson (actual
compañero de correrías de Ennis en The Boys),
quien se documentó ampliamente para un trabajo para el cual se hallaba muy
motivado: el resultado es excelente.
Ennis retrata a un Frank que sólo se siente vivo en guerra:
alguien que está a punto de hacer un pacto con una voz en su interior, un pacto
que sellará su destino para siempre, y que convertirá su vida en una eterna
cruzada de castigo a los criminales. El final, con Frank de regreso a casa,
abrazando a su mujer y a sus hijos, es fantástico, todo un aldabonazo. [...] Salvando
todas las distancias, Nacimiento se
puede considerar el Dark Knight
del Punisher. Marca un antes y un después.
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