Mis películas favoritas 3: El Protegido (Unbreakable)

La segunda película de M. Night Shyamalan, que siguió al éxito planetario de la brillante El Sexto Sentido, narra la historia de David Dunn (Bruce Willis), un guardia de seguridad, casado y padre de un niño, que se convierte en el único superviviente de un espantoso accidente ferroviario, y por ello descubre que no es un ser humano "normal"... En ese momento conoce a Elijah Price (Samuel L. Jackson), dueño de una galería de arte y apasionado de los comics, aquejado de una terrible enfermedad que hace que sus huesos sean frágiles como el cristal, que le explica su teoría acerca de lo que le ocurre. Aunque en un principio David reacciona con escepticismo, creyendo que Elijah no está bien de la cabeza. David está agobiado por la responsabilidad de cuidar de su hijo, que muestra ciertos signos de desequilibrio mental, y por el inminanete divorcio que afronta, dado que prácticamente no se habla con su mujer (Robin Wright Penn).
La película, como tantas otras, trata el tema de conocernos a nosotros mismos, y saber quiénes somos. La apatía y tristeza de David desaparecen cuando se da cuenta cuál es realmente su poder (saber si las personas han hecho algo malo, solamente con tocarlas) y de cómo puede usar esa habilidad para ayudar a los demás, en la memorable escena de la estación. También Elijah se encuentra a sí mismo en David, su "complementario": la frase más importante de la película es "ahora que sabemos quién eres tú, también sé quién soy yo". Ambos buscan dar sentido a sus vidas, y ambos lo logran, de distintas maneras: David, mediada la película, al descubrir su poder; Elijah, en la gran escena final en la trastienda de su galería.
Shyamalan mezcla todo ello con su pasión por los comics, principalmente reflejada en el personaje de Elijah. La escena en la que se niega a vender un original que expone en su galería a un hombre que quiere regalárselo a su hijo de cuatro años es un momento fantástico en el que cualquier fan de los comics podría reconocerse (yo lo hice). Los dos personajes principales, David y Elijah, están perfectamente definidos como "especiales", sobre todo en la secuencia en la que hablan en los aledaños de un estadio deportivo, y ellos caminan en una dirección, mientras el resto de personas caminan en sentido contrario. Ambos actores, Willis y Jackson, están soberbios; el primero transmite perfectamente la sensación de abatimiento y tristeza de David, mientras el segundo crea un fantástico Elijah sin sobreactuar como en otras ocasiones.
Además, como ocurre en todas las películas de Shyamalan (incluso en las que no me gustan, léase La joven del agua o Señales), la factura técnica y narrativa del film es simplemente perfecta, perfeccionista hasta la náusea, pero sin resultar pedante. Los momentos claves de la historia (el primer tebeo que le regalan a Elijah de niño, el momento en que el hijo de David contempla la noticia del accidente de tren, etc. etc.) siempre se presentan invertidos, "cabeza abajo", para destacar su importancia. James Newton Howard aporta una partitura brillante para redondear un film soberbio.
Me parece que Unbreakable está a la altura de El Sexto Sentido. Son películas diferentes (aunque recuerdo haber oído a algún indocumentado comentar que Unbreakable es un intento de repetir el éxito de El Sexto Sentido, porque también aparece un niño... sin coemntarios). Tiene además el encanto especial para nosotros, los locos de los tebeos, de hablar de un mundillo que nos interesa. Me ratifico de nuevo en que Elijah es un personaje que me encanta: brillante, chalado, megalómano. Todo lo que le rodea dice "supervillano" a gritos: su propio aspecto físico y su indumentaria, su propia base de operaciones con "trastienda" en la galería, su manera de hablar...
Me encanta esta película, y es una de ésas que suelo repasar de vez en cuando... aunque me la sepa de memoria.