"You're going to need a bigger boat."

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jueves, 3 de abril de 2008

Mis películas favoritas: LA JUNGLA 3


La Jungla de Cristal fue el imaginativo título que recibió en España Die Hard, la película de John McTiernan que convirtió a Bruce Willis en una superestrella mundial. Su continuación, dirigida por Renny Harlin, no me parece a la altura de la original, y La Jungla 4.0 es abslutamente deleznable. Pero, amigos, La Jungla 3: La Venganza, dirigida de nuevo por McTiernan, es una excelente muestra de lo que una película de acción debería ser.
John McClane (Willis) ha vuelto a la policía de Nueva York, y atraviesa una grave crisis personal (su matrimonio está hecho cisco) y profesional (no es el poli más apreciado del departamento). Y es en ese momento cuando un peligroso terrorista, Simon (soberbiamente encarnado por Jeremy Irons) desata una oleada de atentados con bomba en pleno centro de Manhattan... y exige expresamente que McClane siga sus órdenes al pie de la letra si desea evitar nuevas explosiones. Un tendero de barrio, que responde al inusual nombre de Zeus (Samuel L. Jackson) se verá mezclado involuntariamente en el juego del gato y el ratón de McClane y Simon...
El guión no inventa nada. Sigue el esquema de Harry el Sucio (a su vez inspirada en el célebre asesino del Zodiaco), un policía duro que baila al son de un peligroso y maquiavélico criminal. Tampoco inventa un personaje, el de John McClane, el polizonte bocazas, socarrón y duro que encarna a la perfección Bruce Willis. Ni siquiera es una novedad que Samuel L. Jackson siga un mínimo de 200 palabras por minuto. Entonces, ¿por qué es una de mis películas favoritas?
Pues está la cuestión del ritmo... Desde el primer bombazo, las escenas se van sucediendo sin altibajos, sin diálogos innecesarios. Solamente acción, acción, acción. Peleas. Persecuciones y carreras sin descanso. Diálogos con cadencia de ametralladora. Rodada en pleno Manhattan (creo recordar que el rodaje causó sus buenos atascos y jaleos) y excelentemente fotografiada y montada, la película no da respiro hasta la escena final. Y también está el tema de los diálogos... los impagables intercambios de lindezas entre McClane y Simon, entre McClane y Zeus, entre Zeus y Simon, entre McClane y los demás polis... me encantan este tipo de macarradas (cuando están tan logradas como en este caso, no siempre ocurre...)

Y también está el reparto, claro. Al mencionado Willis (perfecto McClane, nadie podría sustituirle: acaba hecho un trapo, como casi siempre, después de mil porrazos, tiroteos, explosiones y revolcones), se unen Jackson (mucho menos atorrante que en otras ocasiones) y el excelentísimo Jeremy Irons (soy un gran fan de este hombre), que puede encarnar cualquier personaje con aplomo sin igual, y dota a Simon de una elegancia y una personalidad imposibles de superar, sin sobreactuaciones, sin bobadas: simplemente, genial (como el también sublime Alan Rickman lo era en Jungla de Cristal).
En resumen: ya no se hacen películas así. La Jungla 4.0 es un ejemplo perfecto. McClane ya no fuma, le ponen un compañero adolescente, ni siquiera dice casi tacos, y el malo es un "pringao" integral más soso que el osito de Mimosín. Quedémonos con la original y con La Jungla 3... y a disfrutar.

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