Mis películas favoritas: ARMAGEDDON

Pues sí, ¿qué pasa? No tengo empacho alguno en reconocer que esta película se cuenta entre mis favoritas. Aunque atesora algunos momentos involuntariamente risibles; pese a que participan en ella al menos dos personajes aborrecibles como Ben Affleck y Owen Wilson; a pesar de que tiene una factura técnica de videoclip, como no podía ser menos, tratándose de una película de Michael Bay... pues aún y todo eso, resulta que me gusta.
La Tierra se enfrenta a su extinción: un meteorito grande de narices ("del tamaño de Texas, señor presidente") amenaza con impactar contra nuestro planeta, causando una devastación total. El director de la NASA Dan Truman (Billy Bob Thornton) reclama los servicios del mejor experto en perforación del mundo, Harry Stamper (Bruce Willis), y su equipo (compuesto por A.J. -Ben Affleck-, Oso -Michael Clarke Duncan-, Chip -Will Patton- y Rockhound -Steve Buscemi-, entre otros). Su misión: viajar hasta el asteroide en dos transbordadores espaciales gemelos, perforar el meteorito y colocar una carga nuclear que lo fragmente y desvíe, acabando así con su potencial destructor. (El argumento es delirante, lo sé).
Tras ¡quince días! de entrenamiento, los expedicionarios, junto con unos cuantos militarotes de lo más marcial (americanada, recordemos) parten en sendos "supertransbordadores" (llamados Libertad e Independencia, ¡toma ya!), que además despegan ¡a la vez!. No sólo eso: antes de despegar, Stamper tiene que lidiar con su hija, Grace (Liv Tyler), enamorada precisamente del miembro menos grato (a ojos de su padre) de la cuadrilla de perforadores: el inefable A.J.
Lo dicho: delirante. Ni pies ni cabeza.
Sin embargo, desde la espectacular escena inicial de la lluvia de meteoritos sobre Manhattan, la película entretiene y no da respiro, y atrapa con su ritmo medido y bien engarzado, acertando de pleno en el tono abiertamente macarra de su trama, no tomándose en serio nada, sin exhibir ninguna pretensión de realismo. Sirvan como ejemplo episodios como la descacharrante visita a la MIR (con el impagable Peter Stormare como el cosmonauta Andropov); la juerga de la noche previa al despegue; o las peticiones de los perforadores antes de aceptar participar en la misión ("odio ser el egoísta del grupo, pero nos pagarán peligrosidad, ¿no?", pregunta Rockhound)...
Armageddon, como cualquier producto de la factoría de Jerry Bruckheimer, es una película entretenida (casi dos horas y media que ni se notan), con un reparto más que competente, destacando un Bruce Willis más "McClane" que nunca (ver la escena con los técnicos de la NASA que han "tomado prestado" su diseño de taladro perforador), con todas las virtudes (bonito espectáculo visual, repartos espectaculares, acción a mansalva, presupuestos astronómicos) y todos los defectos (tonillo "filofascista"; diálogos a veces sonrojantes, con constante presencia de frases tipo "hagamos nuestro trabajo y volvamos a casa"; intención de apelar únicamente al espectador de encefalograma plano; banda sonora retumbante) habituales. Armageddon es una "americanada" en toda regla, con efectos especiales convincentes aunque algo irregulares (obvia consecuencia de utilizar a varias empresas de FX distintas), pero que resulta más entretenida, con mejor reparto y menos parafascista que otros filmes del dúo Bruckheimer/Bay, como Pearl Harbor (ultrafascista), La Roca (al menos en ésta sale Ed Harris) o Dos Policías Rebeldes (no la he visto, pero... Will Smith y Martin Lawrence en la misma película, ¡por Dios!).
Una película de lo más divertida, y ya digo, entre mis favoritas. Sin complejos, qué caramba.