"You're going to need a bigger boat."

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lunes, 30 de junio de 2008

Mis películas favoritas: HULK


Qué extraña y sorprendente resultó ser la película que siguió a la exitosa Tigre y Dragón (y precedió a la maravillosa Brokeback Mountain) en la carrera del taiwanés Ang Lee. Ni más ni menos que Hulk, así, a secas. La primera versión en cine de las aventuras del gigante verde (estrenos en salas de telefilmes de la serie de los 70 aparte), realizada en 2003. Lee dispuso de un reparto de lo más apañado y unos medios más que suficientes para dar lugar a algo grande. ¿Lo consiguió? Bueno, en mi opinión, sólo a medias, pero "menos da una piedra"...
El científico Bruce Krensler (Eric Bana) investiga en su laboratorio para desarrollar unas pequeñas formas de vida denominadas "nanomeds", cuya función es acelerar la curación de las heridas. Trabaja en ello junto a Betty Ross (Jennifer Connelly), de quien está enamorado. Pero en el curso de la investigación se cruzan el estamento militar, por partida doble: por un lado, el ambicioso Glenn Talbot (Josh Lucas) tienta a Betty para que deje a Bruce y dedique su talento científico a las posible aplicaciones militares de los nanomeds. Y por otro, el padre de Betty, el general Trueno Ross (Sam Elliott) sabe que el verdadero apellido de Bruce no es Krensler, sino Banner... y sabe de oscuros secretos de su pasado y del de su padre, David (Nick Nolte) que ni el propio Bruce conoce. Un accidente durante la investigación, en el que Bruce se ve expuesto accidentalmente a una dosis aparentemente letal de radiación, y a la que sin embargo sobrevive, tendrá insospechadas consecuencias...
Lo primero que sorprende de Hulk es su factura técnica. Imitando la división en viñetas de una página de cómic, Lee opta por un original montaje a base de pantallas partidas y sorprendentes transiciones plano a plano, que no entorpece para nada la narración. La película tiene un ritmo pausado, tomándose su tiempo para contar su historia, y reservándose la aparición inicial de Hulk hasta pasada la primera hora de metraje.
En cuanto al aspecto del propio monstruo, es de color verde brillante, achaparrado, grandote, con un aspecto muy clásico y una sorprendente expresividad facial (lo más logrado). En su máximo tamaño, alcanza una estatura de unos cuatro metros, cosa que no acaba de convencerme, sinceramente: resulta demasiado grande. De las escenas que protagoniza, la mejor resuelta es, sin duda, la tremebunda batalla contra helicópteros y tanques en el desierto (por cierto, el modelo de captura de movimiento para el Hulk digital fue... el propio Ang Lee). La primera transformación de Banner en Hulk, en el laboratorio, está también a la altura de las expectativas. Otros momentos (cuando corre por el desierto perseguido por los helicópteros, el momento en que se encarama en un cazabombardero, o cuando salta) no están tan conseguidos. La escena de la transformación frente a Talbot tampoco está lograda al cien por cien. Una de cal y otra de arena, vaya.
En su guión, la película opta por una tratamiento muy a la "Peter David" del personaje: Hulk es algo que está encerrado en el subconsciente de Banner, debido a los experimentos de su padre, y que el accidente simplemente desencadena. El mayor problema del guión, que por lo demás está bastante bien, es su parte final: la interminable y artificial conversación de Bruce y su padre, y la posterior y confusa batalla final son las dos peores escenas del film, entre ambos empañan bastante el resultado final.
Sobre el reparto, se puede decir lo mismo que sobre los efectos especiales; una de cal y otra de arena. Todos los intérpretes son de buen nivel, pero, o sus papeles tampoco son gran cosa (caso de Jennifer Connelly o Sam Elliott), están muy "pasados de vueltas" (el soso de Josh Lucas, y sobre todo Nick Nolte, completamente desatado) o simplemente no son una buena elección para el papel (Eric Bana no es mal actor, pero difícilmente pasa por un alfeñique).
En resumen: no es que sea mala, es que no está bien resuelta. Pero aún así, tiene buenos momentos, el tratamiento visual es una gozada, y no es aburrida para nada. Podría ser peor...

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