Películas recién vistas: LA NIEBLA

Como fan de Stephen King de toda la vida, ésta no podía dejar de verla... además, Frank Darabont ya había realizado otras dos películas estupendas basadas en obras del maestro del terror en lo cotidiano, Cadena Perpetua y La Milla Verde. Así que he visto La Niebla.
Tras una tremenda tormenta, una extraña niebla se apodera de una pequeña y típica población norteamericana (en Maine, naturalmente). Varias decenas de personas quedan atrapadas en un supermercado, y pronto descubren que "algo" se oculta en el espeso puré de guisantes que les rodea... Pasan las horas, y la noche, la tensión, las antiguas rencillas y el miedo a lo que acecha en el exterior se enseñorea del lugar.
Realizada de manera efectiva, La Niebla plantea su intriga sin demasiado detenerse en meandros innecesarios, y "entra en harina" enseguida. Bien hecha, en general (destacan, por ejemplo, la escasez de diálogos estúpidos típicos de película americana, o la escasez de música, solamente presente al final), la película entretiene durante sus dos horas de duración. Por momentos recuerda a filmes recientes como Monstruoso, por ejemplo (véanse los bichos gigantes), pero una vez vista, tampoco es "nada del otro mundo" (o sí... perdón por el chsite fácil), y desde luego no le llega ni a la suela de los zapatos a las otras dos películas de Darabont mencionadas anteriormente.
El mayor acierto de La Niebla, desde luego, es el tratamiento de lo que sucede entre los ciudadanos atrapados, algo "muy" de Stephen King. Brilla especialmente el retrato de una perturbada fanática religiosa, la señora Carmody (muy bien interpretada por la excelente Marcia Gay Harden), que poco a poco atrae a su "rebaño" a más y más personas del grupo, para horror de otros supervivientes menos inclinados a creer en el Antiguo Testamento, como el artista David Drayton (el soso de Thomas Jane, poco adecuado para el papel), el mozo de supermercado Ollie (el sin par Toby Jones, fantástico); el abogado Brent Norton (Andre Braugher), la profesora Reppler (Frances Sternhagen) o el anciano Dan Miller (Jeffrey DeMunn).
Esta interesante dimensión, en sí misma una posible película, no está demasiado bien equilibrada con la otra faceta del film, la parte "bichos se comen a la peña". Una vez más, para mi gusto, se juega poco a "ocultar" y mucho a "enseñar". Los ataques de los repugnantes insectos mutantes no funcionan tan bien ni dan tanto miedo como la espeluznante rapidez con la que más y más personas buscan a su alrededor y encuentran rápidamente alguien a quien culpar de lo que sucede, manipulados por la fanática señora Carmody... En este aspecto, el guión refleja una crítica más que evidente al fundamentalismo "neocon" tan en boga durante los años de George Bush Jr. en la Casa Blanca, bien intencionada, bien llevada, y con la que coincido, pero que tampoco resulta algo especialmente nuevo, que digamos.
El desenlace es eficaz, inesperado y dramático, aunque queda un tanto empañado por lo poco convincente que resulta Thomas Jane...
En resumen: entretenida, sin más.