"You're going to need a bigger boat."

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lunes, 10 de noviembre de 2008

Mis películas favoritas: TERMINATOR


Los Ángeles. De un futuro posterior a un holocausto nuclear provocado por máquinas inteligentes, llegan dos seres muy distintos, en pos de Sarah Connor (Linda Hamilton). Uno de ellos es Kyle Reese (Michael Biehn), un soldado, encargado de protegerla. Otro es un Terminator (Arnold Schwarzenegger), un imparable cyborg programado para eliminarla, puesto que la joven que será madre del líder de la resistencia humana contra las máquinas. Así, la caza de John Connor, hijo de Sarah Connor, ha comenzado... antes de que nazca. Éste es el argumento de Terminator, la película cuyo éxito convirtió a su protagonista, Arnold Schwarzenegger, y a su director (y guionista), James Cameron, en estrellas internacionales. Una estupenda película de acción, sin más pretensiones, que daría lugar a tres continuaciones en forma de película (la tercera de ellas, a punto de estrenarse en EE.UU), series de cómics y también una reciente serie de televisión, The Sarah Connor Chronicles.

Por aquel entonces (el ya lejano 1984; no calcules cuántos años han pasado, te asustarás...), el culturista estrella austríaco Arnold Schwarzenegger, recién llegado al mundo del cine, solamente había protagonizado una película de cierto éxito internacional, Conan the Barbarian, y gracias de su papel de imperturbable cyborg asesino se convertiría en el héroe de acción por excelencia de los últimos 80 y primeros 90, protagonizando películas estimables como Desafío Total y Depredador, y tambiéndetestables fascistadas del tipo Commando, Danko: Calor Rojo y tantas otras... Su ocupación, a día de hoy: Gobernador del Estado de California.

El director James Cameron tampoco era nadie aún en el negocio. Diseñador de producción y profesional del mundo de los efectos especiales, con solamente una película tan olvidable como Piraña II en su haber, el éxito de Terminator le puso en el camino de sus posteriores películas de éxito: Aliens, Abyss, Terminator 2: El juicio final, Mentiras Arriesgadas y la multipremiada, célebérrima y estupenda Titanic. Su ocupación, a día de hoy: nadie lo sabe a ciencia cierta. Tras varios documentales relacionados con la investigación submarina, lleva años enfrascado en algo llamado Avatar, que se supone ha de ser (en algún momento) una película que supondrá una verdadera revolución en el cine de ciencia ficción... ya veremos.

El feliz encuentro entre ambos se produjo en Terminator, una película de presupuesto ajustadísimo, algo que no afecta a su calidad, pese a que el tiempo transcurrido delata lo artesanal de algunos trucajes y efectos especiales, a años luz de los exhibidos en su continuación, Terminator 2: El juicio final, años después. También es divertido, después de tantos años, reírse un poco de su estética "ochentera", o por ejemplo descubrir que uno de los tres punks a los que el cyborg masacra y roba la ropa en la escena inicial es el mismísimo Bill Paxton, que después tendría un relevante papel en Aliens y sería uno de los protagonistas de Titanic. Michael Biehn también participaría en otras dos películas de Cameron, Aliens y Abyss. Por su parte, la sosa de Linda Hamilton, además de participar en Terminator 2, acabó casándose con el director, quien también escribió el guión del film que nos ocupa, amén de encargarse de todo el diseño de producción.

Lo que queda intacto, nostalgias propias aparte (uno le tiene cariño a la película, qué caray, no en vano la vi tres veces en el momento de su estreno), es una más que correcta historia que mezcla a partes iguales acción desatada y ciencia ficción bien dosificada, narrada por Cameron con brío, con escenas vibrantes (persecuciones a mansalva, grandes cantidades de propiedad privada destruida, y la estupenda escena en la que el cyborg arrasa la comisaría de Policía en busca de Reese y Sarah), y con un Arnold en el papel de su vida: un personaje que se convirtió en un icono, con la famosa frase "I'll be Back", al que volvió a dar vida (es un decir) en dos ocasiones más y con el cual siempre estará asociado. No se puede negar que un actor (ejem, ejem) que no mueve la cara es perfecto para interpretar a un asesino cibernético...

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