"You're going to need a bigger boat."

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jueves, 17 de septiembre de 2009

Mis películas favoritas: DULCE LIBERTAD


Divertida, bien llevada en general y a ratos genial es esta entrañable peliculilla dirigida, escrita y protagonizada por Alan Alda. Dulce Libertad está ambientada en la localidad natal de Michael Burgess (Alda), un jovial profesor de historia, autor de un libro sobre una conocida batalla de la Guerra de la Independencia americana, cuyo aniversario se conmemora cada año con una representación de la misma, en los alrededores del pueblo.

Ahora, esta tranquila ciudad se ve invadida por el cine, al comenzar el rodaje de una adaptación fílmica del libro. Pero, para terror de Michael, Hollywood planea convertir su pieza histórica en una superproducción romántica, escrita por el entusiasta pero atolondrado Stanley (Bob Hoskins), y protagonizada por las cotizadas estrellas Elliot James (un impagable Michael Caine) y Faith Healy (la maravillosa Michelle Pfeiffer). El terremoto del cine sacude la localidad de cabo a rabo, y amenaza con hundir la relación de Michael con su novia de toda la vida, Gretchen (Lise Hilboldt), además de su reputación.

Alda reflexiona con humor e inteligencia acerca de los mecanismos del cine, como otras películas clásicas de mucha mayor enjundia (por ejemplo, The Bad and the Beautiful, o Eva al Desnudo, por poner sólo dos ejemplos). Con estética de telefilme, diálogos ingeniosos muy en la onda de Woody Allen y un ritmo bien llevado, enseña los entresijos del rodaje de una película y se ríe de lo fácil que resulta desvirtuar la fuente original en la adaptación. Es genial la manera en que Michael le dice al director lo que opina del guión. "Hay dos cosas de este guión que no me gustan: el argumento y los diálogos". Una frase para enmarcar.

Es muy sencillo dejarse obnubilar por el resplandor del cine... un brillo que puede ser nada más que eso. El "palo" para Hollywood está claro. Las superestrellas, Elliot y Faith, son seres humanos, con flaquezas y caprichos. Los especialistas se cachondean de los lugareños que escenifican la batalla... que se tomarán cumplida venganza, capitaneados por Michael, en el rodaje de la escena cumbre. El director es un cazurro total, y paga el precio por su estupidez, aunque finalmente "lo arreglará todo en el montaje".


Alda firma esta película, la mejor de las que realizó en los 70 y 80, de forma humilde pero certera, divertida, sincera y sin altibajos, y el film se beneficia de su estupendo reparto: tanto el propio Alda como el siempre atinado Michael Caine bordan sus papeles; los secundarios cumplen (Hoskins está divertidísimo) y Michelle Pfeiffer está también excelente, además de requeteguapísima, naturalmente. Como es de esperar, la película no carga demasiado las tintas en su parte crítica, dado que se trata de una comedia, sin más pretensiones que divertir, cosa que logra.

Lo dicho. Una película pequeña, pero de lo más recomendable.

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