Películas recién vistas: CIUDAD DE VIDA Y MUERTE

Dos frases lapidarias, "está bien vivir" y "a veces es más fácil morir que vivir", pronunciadas en distintos momentos del film, resumen el espíritu de Ciudad de Vida y Muerte, escrita y dirigida por Lu Chuan, que ganó la Concha de Oro en el pasado Zinemaldi de San Sebastián. Ambientada en 1938, durante la guerra chino-japonesa, uno de esos conflictos intimamente relacionados con la Segunda Guerra Mundial, el film da cuenta de la toma de la entonces capitán china, Nankín, y de la terrible sucesión de atrocidades perpetrada posteriormente por los conquistadores japoneses contra los indefensos prisioneros y ciudadanos chinos.

Como película china que es, el peso del relato recae obviamente sobre los personajes chinos: entre ellos, un abnegado funcionario, ayudante de un representante del Gobierno alemán que establece una "zona segura" para refugiados durante los días posteriores a la conquista de la ciudad, o la última división del ejército chino que resiste inutilmente al imponente poderío militar nipón; una prostituta que trata de seguir ganándose la vida con los soldados japoneses, o un niño, prematuro soldado. La cinta de Lu Chuan ha sido criticada en su país de origen por ofrecer un retrato positivo de un soldado japonés, que no participa de las atrocidades perpetradas por sus compañeros, como valeroso en la lucha y generoso en la victoria... Un aspecto equilibrado con el personaje del inhumano mando nipón que no tiene nada que envidiar al Ralph Fiennes de La Lista de Schindler. De hecho, incluso resulta más inquietante.

Precisamente Steven Spielberg es un referente que algunos críticos citan a la hora de analizar el trabajo de Lu Chuan en este film. Ineludible es la larga sombra de Salvar al Soldado Ryan en el cine bélico internacional de la última década (visible en filmes como Enemigo a las Puertas, el díptico de Iwo Jima de Clint Eastwood...), y cierto es que Lu Chuan adopta para su película el mismo acercamiento realista, que huye de la épica bélica y se apoya en una cuidada reconstrucción del ambiente, pese a que es un film con la típica atención por el detalle y ritmo pausado del cine oriental (y además, no sale Tom Hanks, todo un punto a favor...). Otro elemento de contacto con el cine de Spielberg (y también con otro imperecedero alegato antibelicista, Senderos de Gloria) es la espectacular fotografía en blanco y negro del film, primorosamente escrito y rodado. Ni un diálogo supérfluo, ni bobadas innecesarias.

Con un uso acertadísimo de la música y del sonido (ese momento en que los últimos resistentes chinos se atrincheran, mientras las fuerzas japonesas van acercándose, como un trueno lejano que va aumentando en intensidad), el film narra sin ocultar pero sin recrearse la espeluznante violencia desatada tras la toma de la ciudad: la seca ejecución de centenares de prisioneros indefensos, las violaciones masivas... Pese a que algún recorte acá y allá de su metraje tampoco le haría daño, Ciudad de Vida y Muerte es un film excelente, lapidario, que huye de las glorias de las hazañas bélicas y busca el poder de las miradas, de los rostros de los seres humanos que sufren el horror de la guerra. Lleno de momentos impactantes, destaca el excelente montaje de la terrible escena de la ejecución masiva, que el espectador contempla sin creer realmente que va a ocurrir lo que parece que va a ocurrir... hasta que ocurre.

Muy recomendable.

PS: La película atravesó por un proceso de recortes y censuras por parte del régimen chino, siempre inclinado a vetar todo lo que se aparte de sus designios. Algunas escenas desaparecieron del montaje final. Por ejemplo, esta imagen que se puede encontrar circulando por Internet no recuerdo yo haberla visto en la película...