"You're going to need a bigger boat."

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sábado, 9 de octubre de 2010

RODEADO DE PAPEL (sin dibujos) presenta… EL BUEN LADRÓN


Hace ya unos meses que apareció en nuestro país, editada por Anagrama, esta estupenda novela, obra de Hannah Tinti, oriunda de la mismísima Salem, Massachussets. Ambientada en la Nueva Inglaterra de los años posteriores a la Guerra Civil americana, El Buen Ladrón cuenta la peripecia de Ren, un huérfano de lo más peculiar, a quien, además de familia, también le falta la mano izquierda. Pero cuando Ren es rescatado del orfelinato católico en el que ha vivido desde siempre por el misterioso Benjamin, su vida da un giro radical. Y es que Ren, pese a ser un buen chico en términos generales, también es un ladrón bastante habilidoso… talento que Benjamin y su socio Tom pretende explotar.

Las huellas de Oliver Twist en la novela de Tinti son clarísimas. Un huérfano como protagonista, unos personajes turbios (dedicados a negocios tan atractivos como abrir tumbas para desvalijar a los cadáveres de ropa, joyas y dientes…) que le "adoptan", una presencia bondadosa encarnada en dos peculiares mujeres… por no mencionar el ambiente de lumpen en general, pese a cambiar el Londres de Dickens por los poblachos de Nueva Inglaterra, y el aire folletinesco de misterio familiar en el que El Buen Ladrón se inscribe.

De hecho, la parte final de la novela es muy similar a como suelen cerrarse las obras de Dickens: resolución del misterio o enredo, y recapitulación de cómo terminan todos los protagonistas de la trama. Los "malos" no llegan a los abismos de iniquidad de Fagin y Sykes, pero Ren también tiene a su Nancy particular, en un momento de la trama. El niño es un personaje inteligentemente planteado, con encanto, y queda bastante lejos del pozo de bobalicona (y contagiosa) bondad que era Oliver Twist.


La escritura de Hannah Tinti es mucho menos florida y mucho más económica que la del autor de Grandes Esperanzas, y lleva su trama con pulso firme hasta la resolución final, y es de agradecer que la autora no engorde la trama con más anécdotas y más personajes. La historia es satisfactoriamente resuelta, con alguna que otra sorpresa, y escenas como la de la mano cortada en la taberna, o el momento en que los ladrones de tumbas conocen al coloso Dolly, atrapan al lector y hacen que la novela se lea en un suspiro.

¿Habría mejorado la novela si hubiera optado por la narración en primera persona, como hizo Dickens en David Copperfield? Quizá. De todos modos, a menos que se trate de errores en la traducción, en algunos párrafos concretos de la novela se deslizan partes de frases que sugieren que, al menos en parte, la autora usó la primera persona... y luego cambió de opinión.

Sin enmendarle la plana para nada a Dickens, se puede decir que esta novela puede considerarse el "reverso tenebroso" de Oliver Twist, con cuya trama y estructura comparte evidentes similitudes. Y como sucede con Oliver Twist, se pasa un rato estupendo leyéndola.

Muy recomendable.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A Dickens le aguantan pocos.

Mikel dijo...

Hombre, Dickens es mucho Dickens...