"You're going to need a bigger boat."

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domingo, 12 de diciembre de 2010

Películas recién vistas: BIUTIFUL


Haciendo un chiste fácil, la frase promocional de esta película podría ser algo así como "del director que hizo sufrir a Gael García Bernal… del director que hizo sufrir a Sean Penn… del director que hizo sufrir a Brad Pitt…". Ahora le toca sufrir a Javier Bardem. Sostiene Alejandro González Iñárritu que la vida no sólo no es perfecta, sino que es un puro sufrimiento. Alrededor de ese principio ha articulado sus anteriores filmes, las conocidísimas Amores Perros, 21 gramos y Babel, todas ellas con guión de Guillermo Arriaga. Ahora, ya rota su colaboracion artística con el director de Lejos de la tierra quemada, Iñárritu vuelve por sus fueros con esta Biutiful.

Un film duro, sin concesiones, que mantiene la línea de las anteriores obras de su director, con la diferencia que, en vez de una historia coral, de varias tramas que se entrecruzan, esta vez todo gira en torno a una sola historia, un único drama: el de Uxbal (interpretado por el inmenso Javier Bardem), un hombre imperfecto que se mueve por el inframundo de la Barcelona de nuestros días. Familiarizado con la muerte (es capaz de hablar con los fantasmas de los recién fallecidos), padre de dos niños con la inestable y trágica Marambra (Maricel Álvarez), se arrastra por los arrabales de la ciudad y malvive a base de trapichear con inmigrantes africanos y chinos… y un día, como el Watanabe de Vivir, se encuentra con que sus días están contados. ¿Qué haces cuando sabes a ciencia cierta que vas a morir pronto?

El gran acierto del film es el de hacer visible una realidad que normalmente nos toca únicamente de refilón: el día a día de la multitud de inmigrantes de distintos lugares que comparten con nosotros barrios y calles. A ello contribuye la excepcional fotografía del film, obra de Rodrigo Prieto, que retrata una Barcelona diferente, oscura, ruidosa, caótica, que está mucho más cerca de lo que pensamos de tantas estampas turísiticas tan conocidas. Una ciudad hecha de callejas, de pequeños locales, de oscuridad, de barullo y de murmullos, perfectamente adecuada a la peripecia de Uxbal.

Pero Iñárritu no mide bien la duración de su film. La película contiene muchos momentos redundantes (por no hablar de dos escenas, literalmente, repetidas sin necesidad…) y se alarga innecesariamente hasta casi las dos horas y media de duración. Y si la parte "africana" del argumento enriquece y dota de matices al personaje de Uxbal y está bien medida, la parte "china" es un tanto exagerada y bastante más tópica, y buena parte de lo que sucede se ve venir antes de que suceda, con lo cual la película resulta algo desequilibrada y arrítmica, y sin llegar a aburrir, sí que puede provocar alguna que otra mirada al reloj. Pese al magnetismo indudable que Javier Bardem consigue transmitir a su personaje, la película, en conjunto, es algo forzada y redundante, tanto en sí misma como en relación a las demás obras de Iñárritu, en su continua exposición de miserias y desgracias.

Con lo cual, nos queda una película a todas luces demasiado larga, con un elenco protagonista inspirado (tanto Maricel Álvarez como Eduard Fernández, que interpreta a Tito, el hermano de Uxbal, están estupendos) y con una nueva lección de arte interpretativo a cargo de Javier Bardem, capaz, como los verdaderos grandes actores, de hacer creíble cualquier papel, en todo momento.

En resumen: película mejorable, protagonista inmejorable.

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