"You're going to need a bigger boat."
lunes, 8 de agosto de 2011
Mis películas favoritas: MEMORIES OF MURDER
De las tres películas de Bong Jong-hoo que han llegado a Occidente por ahora, sin duda Memories of Murder (Crónica de un asesino en serie) es la más redonda. Y eso no quiere decir que las otras dos, The Host y Madeo, sean malas. De hecho, son muy recomendables.
Dos detectives de la policía de Corea del Sur (uno de ellos, interpretado por el inefable Song Kang-hoo, también protagonista de The Host y otros conocidos filmes coreanos), son los encargados detener a un asesino en serie que acecha en una región rural, acompañados por un agente de la capital que es enviado al lugar dada la falta de progresos de la autoridad local.
Memories of Murder es una película superior a la media por muchas razones. Por ejemplo, dado que se inspira en hechos reales, en ella encontramos numerosos elementos sobre la Corea de mediados de los 80; sobre la miseria e indefensión en que vive sumida la población, bajo una dictadura militar; sobre la corrupción rampante en la policía, combinada con la ineptitud, la brutalidad y la desidia… y lo mejor es que todo ello ni siquiera es el centro del film.
Todo lo anterior enriquece el desarrollo de la película, por otra parte modélica por su realización contenida (nada de truculencias innecesarias). Sus personajes principales están bien dibujados: los dos polis que persiguen al asesino son un patan incompetente y un aficionado a patear detenidos a los que sin embargo cogemos cariño (ah, ese plano de la bota…); no así a sus jefes, más preocupados por sus juergas y por "salir en la foto" que por hacer su trabajo; y el asesino (si es que realmente lo es) tampoco es ningún supercriminal, sino un perturbado carente de ningún aura especial.
Puesta en escena elegante; ambientación opresiva, con una incesante lluvia y un inquietante mundo nocturno donde la luz artificial brilla por su ausencia; un guión soberbio, con su punto de intriga; unos actores inspirados… Y para culminar, un desarrollo sorprendente y realista, con un desenlace de lo más descorazonador que contradice sus arranques de humor descacharrante. Nada de pistas definitivas, nada de resolución satisfactoria para que nos olvidemos de los hechos ocurridos y sobre todo, del ambiente en que se han producido. Vamos, ni rastro de esa manera tan habitual en cierto cine comercial de conseguir que hasta las peores tragedias tengan un final "positivo".
Una película soberbia de principio a fin.
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