Mi primer contacto con la obra fílmica de Hayao Miyazaki fue El viaje de Chihiro. Me impresionó enormemente el despliegue de imaginación y belleza de la película. Pero hoy, cuando he visto casi todas las obras del maestro, si me preguntan cuál es mi favorita, sin duda respondo que Mi Vecino Totoro.
Dos hermanas, Mei y Satsuke, que acaban de mudarse a una nueva casa junto a su padre, en el campo, cerca de un enorme alcanforero, solamente esperan que su madre pueda abandonar el hospital, donde se repone de una enfermedad, y volver con ellas. Una vez instaladas con su padre, un simpático profesor, en la nueva casa, la pequeña y revoltosa Mei entra en contacto con un trío de seres mágicos del bosque, encabezados por el gigantesco, perezoso, peludo y adorable ser, Totoro... un encuentro que cambiará su vida para siempre.
La deliciosa sencillez de la historia no significa que ésta sea una simplonería o un cuentecito infantil. Como otras cosas, es para niños de todas las edades. La peripecia de las dos hermanas y las aventuras que viven junto a Totoro enganchan de principio a fin, repartiendo magia, emoción y diversión a paladas; eso, por no hablar de la factura técnica de la película, absolutamente impecable, y de la gran labor de Joe Hisaishi, compositor habitual en la obra de Miyazaki (y en la de otros, como Takeshi Kitano, por ejemplo), en la banda sonora. Y de los divertidísimos "socios" de Totoro, los pequeñajos blanco y azul, que son la monda.
Ya ni siquiera me pregunto por qué me gusta tanto esta película. Simplemente la disfruto. Cada vez más. Es inigualable. Buen rollo al cien por cien. Me encanta.
Lamentablemente se encuentra descatalogada en nuestro país, como sucede con muchas otras obras de Miyazaki. A ver si algún día alguien se anima a corregir esta situación...
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