Aborrezco bastante a Tom Hanks, tampoco soy el fan número uno de Julia Roberts y he de reconocer que Philip Seymour Hoffman me carga un poco últimamente. Entonces, ¿por qué he visto La Guerra de Charlie Wilson? Pues por curiosidad, porque había oído (o leído) que era buenea, o al menos, pasable. Además su guionista es Aaron Sorkin, creador de la más que interesante serie The West Wing. Pero en fin, digamos que la película me ha dejado igual que estaba.
En los años 80, Charlie Wilson (Hanks, obviamente) es un congresista tejano tramposillo y bastante vividor, a quien todos deben siempre favores. Picado en su curiosidad por una amiga suya, Joanna (Julia Roberts), una ricachona con inquietudes políticas, viaja a Afganistán. Conmovido por las condiciones de vida de los refugiados afganos durante la ofensiva soviética, y fervoroso anticomunista, Wilson decide poner todo de su parte para conseguirles armas y dinero a los afganos...
Me pasa con esta película que no sé muy bien si va en serio o en broma. Quizá me faltan conocimientos sobre el tema para juzgar... Como mínimo, todo parece pasar "porque sí", la narración es apresurada y poco detallista. Y lamento decir que no soy capaz de sobreponerme a mi animadversión por Hanks. Es que no le soporto, y me parece que pone todo el rato la misma cara. Por su parte, Julia Roberts tiene un aspecto de cadáver que da miedo verla (espero que solamente sea el maquillaje). Y Philip Seymour Hoffman tampoco es que haga nada del otro mundo en su papel de agente de la CIA zarrapastroso.
En fin, que no me ha enganchado mucho.
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