"You're going to need a bigger boat."

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domingo, 30 de noviembre de 2008

EL MONTÓN DE TEBEOS presenta... Amazing Spiderman de Stan LEE y Steve DITKO


A principios de los 60, Marvel revolucionó el mundo del cómic al presentar series, conceptos y personajes que hoy en día se han convertido en clásicos; superhéroes como Los 4 Fantásticos, Los Vengadores, Hulk, Thor y los X-Men, entre otros muchos, nacieron de la inagotable imaginación de dos verdaderos fenómenos: Stan Lee, guionista y "mente maestra", y Jack Kirby, maestro inigualable del dibujo. Pero también, en una publicación antológica que presentaba nuevas ideas y personajes mes a mes, Amazing Fantasy, nació otro icono, esta vez de la mano de Lee y de otro talento superlativo, en las antípodas del gran Jack, pero dueño de un estilo personalísimo, extraño y fascinante: Steve Ditko. Obviamente, se trata de Spiderman, el personaje que durante muchos años sería bandera de la editorial en todo el mundo, y el primero de los superhéroes Marvel en disfrutar de una película "moderna" de gran éxito en los 90.
No voy a hablar de la ya clásica cuestión de la autoría intelectual del personaje, porque en otros lugares ya se ha hablado largo y tendido del asunto, de manera mucho más autorizada, documentada y razonada. Yo solamente me propongo comentar mis impresiones después de la relectura de los clásicos episodios de Amazing Spiderman firmados por Lee y Ditko, un repaso del que he disfrutado cantidad y que fue "provocado" precisamente por los interesantes posts, cuya lectura recomiendo vivamente, dedicados a la cuestión en Con C de Arte.


Años gloriosos

La etapa Lee-Ditko de Spiderman comprende los episodios 1 al 38 de Amazing Spider-Man, más el Amazing Fantasy 15, que contiene el origen del trepamuros, y dos Annuals, el 1 y el 2, publicados entre 1962 y 1966. Pasado tanto tiempo, parece mentira que se mantengan tan "frescos", pero así es. Son una lectura de lo más entretenida, que engancha y divierte, pese a que a algún lector de tebeos Marvel "de hoy", acostumbrado a las virguerías gráficas y el coloreado digital, le puede resultar ajeno y arcaico el arte de Ditko, y pese a la enorme cantidad de texto que Lee mete con calzador a las páginas. La principal razón de su importancia es que contienen las primeras apariciones de prácticamente TODOS los personajes importantes en la saga arácnida, con contadísimas excepciones: la incombustible tía May, los intereses románticos (Gwen, Betty, Mary Jane, ésta última solamente "en off"...) y amigos de Parker (Harry, Flash, Ned Leeds...), y por supuesto el inefable J.J. Jameson y la pléyade de enemigos clásicos de Spiderman: el Buitre, el Dr. Octopus, Electro, Kraven, el Escorpión, el Hombre de Arena... cada uno de ellos con su inconfundible y colorido atuendo, sus poderes, su idiosincrasia y sus características perfectamente definidas.


Paralelamente a la construcción del mito del Hombre Araña, Stan Lee apuntala en Amazing Spider-Man, al igual que en Fantastic Four y el resto de las series que guioniza, el concepto de "Universo Marvel", un mismo ambiente que todos los personajes de la casa comparten y en el que se desarrollan sus aventuras, con su tan traída y llevada continuidad. Un esquema rígido y flexible a la vez que, tras mil eventos, macrosagas, sacudidas y guerras civiles de todo tipo, sigue funcionando hoy en día y dando coherencia a las peripecias de los coloridos personajes Marvel (y aportando pingües beneficios a la casa, como siempre ha hecho: véase la reciente Secret Invasion).
Estos episodios primigenios del arácnido nos permiten apreciar la evolución del arte de Steve Ditko, que progresivamente va dejando atrás las monótonas páginas de 9 viñetas de los inicios para "soltarse" con estructuras mucho más dinámicas, y espectaculares viñetas a página completa, además de portadas colosales. Ditko, gracias al célebre "método Marvel" de trabajo (es decir, que el artista sólo recibía de Lee un esquema del argumento, que el dibujante se encagaba de convertir en las páginas de historia necesarias, lo cual le daba al dibujante una enorme libertad pero también era una verdadera prueba para su talento narrativo) volcó en los argumentos de Amazing, sobre todo a partir de la mitad de su etapa en la serie, todo tipo de ideas y conceptos interesantes, originales y extravagantes, muchos de los cuales chocaban frontalmente con la idea del personaje que tenía Lee. En ello pesaban las ideas objetivistas de Ditko, además de su carácter, hosco y solitario, completamente opuesto al circense y "comercial" Lee.
De entretenidas batallas con supervillanos aliñadas con escenas de la vida de Parker, pasamos a prestar mucha más atención a Parker que al trepamuros, hasta el punto de llegar a episodios donde la presencia de Spiderman se diluye por completo y Parker, con sus neuras y problemas, es el rey de la función. Vamos, exactamente lo contrario de lo que pretendía Lee, que incluso se permitía añadir divertidos chascarrillos en sus textos del tipo "Y ahora, antes de que creas que te has equivocado de colección..." y similares, con la evidente intención de compensar el rumbo que Ditko marcaba. La llegada posterior de John Romita a la parte artística cambiaría todo esto para siempre, dando a la serie y sus personajes un aspecto gráfico totalmente diferente.

Tensiones
Hay tres partes bastante diferenciadas en estos episodios: una inicial, de presentación de personajes, ambiente, enemigos y demás, y donde ambos autores van afinando su trabajo. Lee va desarrollando su clásico estilo grandilocuente en los textos, y Ditko afina su arte y las versiones de los personajes, con gran fluidez narrativa, usando casi siempre páginas de nueve viñetas.


Después, viene una segunda etapa de consolidación, donde el dibujo de Ditko va mejorando considerablemente y sus recursos gráficos (véanse las portadas y las composiciones de página) van ampliándose, y en la que se van equilibrando las vidas de Spiderman y Peter Parker, en términos de importancia. Se puede decir (grosso modo) que la primera representa la parte que más interesa a Lee, por la relación del personaje con el resto del Universo Marvel; y la segunda es la que más atrae a Ditko, en la caracterización de Parker como un adolescente solitario, individualista y responsable (y por ello abocado al ostracismo social, un poco al estilo de Charlie Brown) muy en conjunción con la progresiva adhesión de Ditko a la ideología objetivista de Ayn Rand. Para entendernos, Ayn Rand es para el capitalismo algo similar a lo que representa Karl Marx para el comunismo, y en sus obras apuesta por el individualismo a ultranza en todos los aspectos de la vida: una idea que se puede rastrear en muchas de las obras y personajes de Ditko posteriores a su trabajo en Amazing Spiderman (e incluso en escenas concretas de estos episodios que comentamos), como ha hecho ya gente mucho más autorizada que yo.
Una tercera fase de la etapa Lee-Ditko ahonda aún más en la tensión entre ambas "vidas": Ditko se aparta cada vez más del esquema "superhéroe-supervillano"; y ello hace que aumenten las diferencias entre escritor y dibujante, a la vez que crece la importancia del primero como "jefazo" de Marvel y se hace mayor el individualismo y la hosquedad de carácter del segundo, lo cual lleva a un inevitable choque. El resultado es el conocido por todos: la ruptura. Precisamente cuando el arte de Ditko alcanza su cénit, con un Parker delgaducho y permanentemente apesadumbrado, un Spiderman dinámico y pleno de vigor, un excelente retrato del desagradable Jonah J. Jameson, y una maestría narrativa difícil de igualar, plena de fuerza e imaginación página tras página (sirva de ejemplo la célebre escena de Amazing 33 en la que una derrotado trepamuros levanta a pura fuerza de tesón un peso aparentemente inamovible, espoleado por la ira y la culpa)... precisamente entonces llega el final de la relación de Ditko con el trepamuros.


Una de las grandes diferencias entre Lee y Ditko, al parecer, fue el asunto del Duende Verde, quien durante mucho tiempo fue (e incluso hoy en día es) el archienemigo de Spiderman. Desde el principio, Lee tenía claro que la identidad del Duende era la de un personaje cercano a Peter Parker: ni más ni menos que Norman Osborn, el padre de su amigo Harry; sorpresa, comercialidad, dramatismo. Sin embargo, a Ditko esto no le gustaba nada en absoluto, porque creía que el personaje era más efectivo si su identidad real no era revelada. La historia del personaje nos dice quién fue el vencedor en la pugna... La idea general de Lee "ganó", no sólo en el tema del Duende; Ditko abandonó la colección hecho una furia (y nunca volvería a a dibujar al personaje), y con su marcha llegó el exquisito John Romita, quien llegaría a ser director artístico de Marvel, para dar un giro de 180 grados al aspecto gráfico de la serie.*


Romita acuñó una imagen gráfica de Spiderman y sus personajes secundarios (muchos de ellos, creados gráficamente por su propia mano, como la sin par Mary Jane Watson o el inmenso Kingpin, o alterados hasta hacer olvidar las versiones iniciales de Ditko) que se haría enormemente popular en todo el mundo, y que sólamente en los años 80 alguien se atrevió a cambiar: Ron Frenz, quien recuperó un "aire Ditko", modernizado pero claramente reconocible, en la serie, en una etapa excelente junto a Roger Stern (la famosa saga del traje alienígena es parte de esta ella; curiosamente Frenz sustituía en los dibujos de Amazing al hijo de Romita, John Jr., por entonces ya una estrella en alza en Marvel y quien acababa de crear a un nuevo personaje que prometía dar guerra, el Duende), hasta la llegada en los 90 de Todd McFarlane, que daría otra vuelta de tuerca al aspecto gráfico del trepamuros y además participaría en la creación de otro de los grandes enemigos de Spiderman, probablemente el más importante en los 90: Veneno.
Pero eso es otra historia...

¿Qué queda de estos episodios clásicos de Stan Lee y Steve Ditko? Pues una serie de historias que no han sido igualadas ni superadas, y si no véanse los ejemplos de series o especiales ambientados en esos "primeros años" de Spiderman: la serie Untold Tales of Spider-Man, de Busiek y Oliffe, simplemente correcta; la recientísima With Great Power..., de unos poco inspirados David Lapham y Tony Harris, muy decepcionante; la infumable, infumable serie limitada de los 90 Spiderman Year One, del otrora valor seguro John Byrne...
Los elementos que ambos autores, Lee y Ditko, crearon y manejaron han sido fuente de inspiración para posteriores guionistas durante años y años, desde Wein hasta Conway, desde Mantlo, Mackey o Jenkins hasta Stern, Michelinie, DeMatteis, Straczynski o Busiek. La permanente tensión entre las dos vidas de Parker, y cómo ser Spiderman afecta a su trabajo, sus estudios y su vida social, y su sentimiento de culpa por la muerte de tío Ben; y por supuesto, el miedo cerval de Peter a que sus enemigos averigüen su identidad secreta y las neuras que ello le acarrea; el eterno retorno de los coloridos supervillanos habituales, cada vez con planes más complejos, e incluso formando equipo, en pareja, o en grupo; las batallas en las que el trepamuros sólo puede llevar las de perder, y de las que sale vivo y airoso gracias a su generosidad, valor y tesón sin igual, y muchas veces a costa de su "otra" vida; la incombustible presencia de la eternamente pachucha tía May; el sempiterno odio de Jameson hacia el trepamuros; la presencia de varias mujeres en la vida amorosa de Parker al mismo tiempo (Liz-Betty, Betty-Gwen, Gwen-Mary Jane...)... son esquemas que se siguen utilizando hoy en día (como ejemplo sirve el texto que escribió Tom Brevoort para "relanzar" a Spiderman tras la polémica historiaOne More Day).
Una de las mejores etapas de la historia de Spiderman, y de Marvel en general. Nuff said!, que diría el propio Lee.



*Comentario airado: algunos filisteos han llegado a escribir, en ediciones españolas de Amazing, que "se le notan los años pasados" al arte de Ditko, mientras que el de Romita está "fresco como una rosa". Sin querer desmerecer en absoluto al gran John, me parece de un simplismo total hacer comentarios de ese tipo. Porque entonces, ¿qué decimos cuando irrumpe más adelante en la serie el dinamismo y la fuerza sin igual de la mano del maestro Gil Kane? No hay más que comparar páginas de la primera etapa de Romita en solitario, correctas, bonitas, pero rígidas, con aquellas en las que Kane pone el lápiz y Romita la tinta, formando probablemente uno de los mejores tándems artísticos de la historia de Marvel, dinamismo y fuerza al 200 %. Las primeras páginas de Ditko en Amazing son más estáticas, su estilo algo más arcaico. Pero eso enseguida cambia. Es como decir (una estupidez que también he leído impresa) que Frank Quitely sólo sabe dibujar chicas feas... Hay cierta gente por ahí que, en cuanto un artista es "diferente", en seguida lo catalogan de "raro" y ahí se quedan. No saben lo que se pierden.

4 comentarios:

Aramiz dijo...

saludos,,,,esta bastante chido tu blog,,,,,,,pasate por el mio

http://drakpopart.blogspot.com/

andare por aki,,,,,

Wizzy dijo...

y asi nacio una leyenda. Spidey rulessssss.

La cantidad de personajes que nos quedan de esa epoca, la mayoria de los villanos mas conocidos del trepamuros es de esa epoca aunque las historias son mas elvaoradas ahora. (vaya mierda que han hecho ahora con el reseteo, espero que esto acabe pronto y todo vuelva a la normalidad)

Anónimo dijo...

Vaya peaso de post manin¡¡¡

Mikel dijo...

Gracias por los comentarios, personas! Yo tampoco estoy muy convencido con el Spiderman "post One More Day", Wizzy... veremos a ver si es algo más que lo que ha resultado ser hasta ahora, entretenido sin más. Y sobre el tamaño del post, pues la verdad sí que es un tochín, sí... pero los clásicos lo merecen, no?