"You're going to need a bigger boat."

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domingo, 28 de diciembre de 2008

Películas recién vistas: THE SPIRIT



Que The Spirit es uno de los cómics más influyentes de la historia está fuera de toda discusión. El inmortal Will Eisner revolucionó, ya en los años 40, la narrativa del cómic con aquellas irrepetibles páginas de apertura de sus historias, con una frescura y una maestría narrativa sin igual (que más avanzada su carrera le llevaría a crear obras innovadoras y magistrales como la célebre Contrato con Dios, además de convertirse en uno de los primeros en hablar del concepto de novela gráfica). Con The Spirit, Eisner creó un personaje original y prácticamente imposible de imaginar en otras manos, por capaces que éstas sean, en cómic o en cualquier otro medio.

Que Frank Miller ha sido uno de los mayores exponentes del cómic mundial está también fuera de toda duda. Tanto su Daredevil para Marvel como su Batman: Dark Knight Returns para DC transformaron para siempre ambos personajes y siguen siendo obras de referencia hoy en día. Su impresionante dominio de la narrativa gráfica, su innovador estilo narrativo y su atrevida y efectiva mezcla de influencias (pulp, serie negra, samurais... todo ello resumido, por ejemplo, en el personaje de Elektra) le transformaron en una estrella y le permitieron alcanzar una independencia narrativa de la que nacen obras 300 y sobre todo Sin City, ambas convertidas en películas de gran éxito comercial. Co-director junto a Robert Rodríguez de ésta última, Miller se autoproclama heredero espiritual de WIll Eisner, con quien mantenía una relación de amistad, y también de alumno-mentor, y firma la adaptación cinematográfica de The Spirit.

Después de vista, he de confesar que no tenía grandes esperanzas (no pequeñas tampoco) pero ni me imaginaba que fuera a ser tan rematadamente mala. Aburridísima, anodina, con caídas de ritmo acusadísimas, The Spirit tiene todos los defectos de Sin City (laaaargas escenas de primer plano y voz en off, que en cómic funcionan, pero en cine no) y ninguna de sus virtudes (la gran belleza de las imágenes y el estilizado trucaje digital de Sin City brillan por su ausencia en la escasamente atractiva cinta de Miller). El guión es flojísimo, y además Miller (¿endiosamiento, quizá, como el pérfido Jerjes?) se autocita continuamente, sin gracia (el hasta cuatro veces repetido chiste sobre complejo de Electra; la bromita facilona sobre Robin; la ridícula lucha entre Octopus y Spirit... en un pozo de brea; el dinosaurio; los secuaces tarugos; el disfraz de samurai de Octopus...), además de adjudicarse un papelito en la película y asegurarse de que tooodo el mundo le ve bien y dice, "eh, mira, es Frank Miller"; el autor de guiones tan estupendos como Give Me Liberty, por ejemplo, firma unos diálogos flojísimos, sin ninguna gracia, dignos de un aprendiz, y no de un escritor competente.

Miller convierte el tono ligero y libre del cómic original en una especie de proyecto de comedia bufa, que en mi opinión "tiene tanta gracia como un cubito de hielo derritiéndose a cámara lenta" (la frase no es mía*): especialmente sonrojante es la interminable escena "nazi", que no bordea lo ridículo, sino que se zambulle abiertamente en las aguas de lo risible (además de no tener la más mínima gracia, ni lógica en la película). Ninguno de los intérpretes se salva del estropicio, dado que el inenarrable guión no les da ninguna oportunidad: el tal Gabriel Macht es poco más que un trozo de carne guaperas, las "reventonas" pero increíblemente sosas Scarlett Johansson y Eva Mendes no hacen sino mostrar palmito, por no hablar del ridículo, ridículo momento en el que aparece Paz Vega y su molesto acento "fgancés"... y el charlatán Samuel L. Jackson está simplemente insoportable.

Un maldito horror, en suma. Firme candidata a la peor película que he visto este año, en apretada pugna con Ultimátum a la Tierra.

*Cito una memorable frase del airado crítico de cine protagonista de un cómic corto, El verdugo anda suelto, de Mark Gruenwald y Bill Sienkiewicz, publicado en Bizarre Adventures nº 31 (edición española: Aventuras Bizarras nº 1)

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