"You're going to need a bigger boat."
lunes, 9 de febrero de 2009
Películas recién vistas: EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON
Original, sorprendente, emocionante, divertida a ratos, triste a ratos. Así es la peripecia vital del protagonista de la nueva película de David Fincher, El curioso caso de Benjamin Button. Los mismos adjetivos sirven para calificar la excelente obra del director de películas como Se7en o Zodiac. Una ciudadísima cinta de más de dos horas y media de duración que se ven en un suspiro: una ambiciosa metáfora acerca de la vida, de lo especial que hay en todas las vidas, en toda la gente con quien nos cruzamos, en cada historia de amor, grande o pequeña.
Benjamin Button es un niño especial. Su vida, desde su mismo nacimiento, está marcada por un hecho que le diferencia dramáticamente de todos los demás seres humanos (cuanto menos leas sobre el argumento, más te sorprenderá...). Sin embargo, lejos de dejarse vencer por ello, y gracias a las peculiares influencias que recibe durante su infancia, afrontará siempre la vida desde un punto de vista positivo, concentrándose siempre en lo positivo, incluso en medio de las peores calamidades, y siempre transmitirá esa manera de ver la vida a toda la gente que le rodea en el curso de su vida: sus amigos, sus compañeros de trabajo, los extraños con quienes se cruza, el padre que le abandonó al nacer, el amor de su vida.
Adscrita claramente al realismo mágico, la historia ideada por F. Scott Fitzgerald y convertida en guión por Eric Roth (guionista de Munich, entre otras) está estupendamente puesta en imágenes por Fincher, que nos regala otra gran película, después de su genial Zodiac. Los mismos piropos se merece el reparto al completo. Un arrebatador Brad Pitt borda su papel de Benjamin, y consigue resultar creíble a cualquier edad (gracias en igual medida a su talento y al excepcional trabajo de caracterización); la elegancia personificada se llama Cate Blanchett, una vez más; y los secundarios están a tono, capitaneados por Taraji P. Nelson en el papel de la madre de Benjamin, y Jared Harris en el rol del indomable y "artista" capitán Mike, además de la casi siempre agradecida presencia de la gélida Tilda Swinton. Una serie de personajes excelentemente dibujados, cada uno en su lugar, sin que sobre ninguno.
Una reflexión sobre lo importante que es ver la vida siempre con ojos nuevos, que se resume en la emocionante carta que escribe Benjamin a su hija. Esa es la esencia de la película, hasta cierto punto emparentada con otras como Forrest Gump (pero Benjamin no se encuentra con tantos famosos como el inefable Forrest), Big Fish o Amelie (en la estética y en la oleada de realismo mágico que envuelve la historia inicial del relojero de Nueva Orleans).
El colosal trabajo de ambientación y trucaje que contiene la película es imposible de describir ni de imaginar hasta que se ve. La verdad es que empieza a asustar un poco lo que son capaces de lograr los magos de los efectos especiales, sobre todo cuando se aplican a propósitos menos "fantásticos" y más "realistas". Pinturas matte, retoque digital, maquillaje... todo ello funciona sin altibajos, haciendo real todo lo que muestra y dotando a la película de credibilidad y belleza visual, sin que una cosa prime sobre la otra.
Recomendable al 300%. Primera película realmente buena de 2009. Que haya más.
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