"You're going to need a bigger boat."
lunes, 2 de febrero de 2009
Películas recién vistas: MI NOMBRE ES HARVEY MILK
En el San Francisco de los años 70, Harvey Milk fue un activista gay que consiguió ser elegido concejal, siendo así el primer político abiertamente homosexual en ser elegido para un cargo público en EE.UU. La película Mi nombre es Harvey Milk (Milk, a secas, es su título original), realizada por Gus Van Sant, nos habla de su historia como político y también de cómo su carrera afecta a su vida amorosa.
Intercalando numerosas imágenes documentales de archivo de la época, Van Sant (director de películas tan dispares como Elephant, Mi Idaho Privado o Drugstore Cowboy, entre otras, con las cuales Milk tiene más de un punto en común) narra su historia con agilidad, con una adecuada ambientación, y combinando con soltura los elementos de un drama político, un biopic realista y un reflejo del movimiento gay de la época, y de los EE.UU. en los años en que se desarrolla el film, pero quizá sin decidirse por uno de esos aspectos con claridad; y debido a ello, la película adolece de alguna que otra caída de ritmo.
Todo gira, obviamente, en torno a la figura de Milk, a quien da vida de manera vibrante y brillante un inspirado Sean Penn, firme candidato al Oscar de este año, como lo son también la película, su director y el guión original de Dustin Lance Black. Personalmente, diría que en la película funciona mejor todo lo relativo a la descripción del ambiente de la época y al activismo de Milk que lo que atañe a su vida personal. Los momentos "políticos" son los más interesantes; los momentos "personales" resultan algo más anodinos.
Otras caras conocidas del film son James Franco, soso como siempre en su papel de Scotty, el amor de la vida de Milk; Diego Luna, que interpreta a Jack, otro de los amantes del protagonista, o Josh Brolin, que presta su careto y su mandibulón al concejal Dan White, rival político y aliado ocasional de Milk durante su carrera en el ayuntamiento. Precisamente esos dos últimos personajes, Jack y Dan White, adolecen de algo más de desarrollo en el guión, sobre todo éste último, principalmente en lo que atañe al dramático final, en el cual tiene una intervención decisiva.
En resumen: imperfecta, pero no por ello mala película.
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