"You're going to need a bigger boat."
miércoles, 4 de febrero de 2009
Rodeado de Celuloide presenta... MARTY FELDMAN
Es imposible separar la imagen del genial cómico Marty Feldman (1934-1982) de uno de sus personajes: el jorobado Igor de El Jovencito Franskenstein. Tal es la fuerza de una caracterización inolvidable, dentro de una comedia magistral. Pero la vida y la carrera del cómico británico, nacido en Londres en 1934, fue mucho más que un sólo personaje.
Desde joven, Feldman quiso dedicarse a la comedia. Tras unos inicios como escritor de comedias para radio y TV, y empezó a actuar también en At Last the 1948 Show, junto a dos actores quienes después serían miembros de Monty Python: Graham Chapman y John Cleese. A finales de los 60, Feldman protagonizó dos series en la BBC, Marty y It's Marty, de gran éxito. Paralelamente, escribía y actuaba en teatro y en cine, así como en shows de la TV norteamericana.
Su muerte, debido a un ataque cardiaco, se produjo en México, en 1982, y está asociada a una curiosa anécdota. Se rodaba una película, Yellowbeard, en la que participaba Feldman, y también tenía un papelillo como policía Sergio Aragonés, el inagotable dibujante de historietas cómicas. Aragonés, fan irredento de Feldman, se presentó ante su ídolo vestido de agente de la ley, y le dio un buen susto. La noche siguiente, Feldman tuvo un ataque cardiaco y murió.
Aragonés convirtió la anécdota en una historieta para su número de Solo, titulada I killed Marty Feldman. Otras fuentes afirman que el susto propinado por Aragonés no fue el único factor en la muerte de Feldman. Fumador empedernido y adicto al café, podría haber sufrido también una intoxicación alimentaria. Está enterrado en un cementerio de Hollywood, cerca de la tumba de otro cómico genial: Buster Keaton.
En el cine, Feldman participó en 10 películas ( dos de ellas, dirigidas por él mismo, una de ellas un irreverente y divertidísimo remake de Beau Geste), entre 1969 y 1982. La más conocida y recordada, sin duda, es El Jovencito Frankenstein, donde borda su papel de jorobado, dotando a Igor de un acento cockney de lo más apropiado... en Centroeuropa. Su imagen, con esa mirada extraviada (producto de una enfermedad tiroidea), estará siempre unida al esperpéntico, sicótico e irreprimible ayudante del doctor Fronkonst... eh, quiero decir Frankenstein.
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