Ambas películas están basadas en la inmortal obra teatral de Ben Hecht y Charles MacArthur, como lo están también las menos populares The Front Page (1931), dirigida por Lewis Milestone, con Adolphe Menjou y Pat O'Brien, y Switching Channels (1988), de Ted Kotcheff, con Burt Reynolds, Kathleen Turner y Christopher Reeve... y otras muchas películas que no son adaptaciones de la obra, pero se inspiran en su hilarante argumento, lleno de diálogos ingeniosos, y su descarnada visión sobre el mundo del periodismo.
La historia: Chicago, años 20. Walter Burns, editor sin escrúpulos, dirige con mano de hierro su periódico, siempre a la caza de la noticia. Cuando Hildy Johnson, su mejor periodista, decide dejar el trabajo para casarse y vivir una vida normal y tranquila, lejos de la vorágine de las noticias, Burns empleará todo tipo de artimañas por no perder a su plumilla número uno... Al mismo tiempo, un drama al que cualquier periodista le hincaría el diente se desarrolla en la prisión, donde el infortunado Earl Williams espera su ejecución al día siguiente...
El gran acierto de ese maestro entre maestros que fue Howard Hawks y de su guionista Charles Lederer es el de cambiar el sexo de Hildy; si en la obra original, Hildy es un hombre, en His Girl Friday (una expresión que se podría traducir como como "su mano derecha") se trata de una mujer. Ello da pie a una idea aprovechada al máximo en la película: Hildy y Walter estuvieron casados hace tiempo y su matrimonio fue desastroso, con lo cual la motivación principal de Walter para que Hildy no deje el trabajo tiene mucho de celos. Además, en un giro final genial, Walter revela a Hildy que aún la quiere ... en el minuto final del film, que transforma por completo todo el argumento (en particular en lo referente a la motivación de Walter para retener a Hildy) con la improbable pero divertidísima escena de reconciliación de la antigua pareja. La guapísima Rosalind Russell se luce en el rol de la aguerrida reportera, sobre todo en sus brillantes diálogos con Walter.
El papel de Hildy, clave en la trama, es también un gran acierto de la versión de Wilder. El inagotable talento de Jack Lemmon, actor insigne, compone un Hildy Johnson excelente, que habla a ritmo de ametralladora, adecuadamente replicado a la misma velocidad por el campeón universal de los cascarrabias, el iracundo Walter Matthau. Ambos actores protagonizaron en pareja varias películas más para Wilder, pero es en Primera Plana donde su duelo alcanza las cotas más altas de ingenio y diversión para el espectador.
Ambas películas difieren en su visión de Hildy. La de Hawks es una Hildy inteligente, activa y sagaz, pero que termina rendida a la evidencia de que es una reportera de tomo y lomo, y por ello vuelve con Walter. El Hildy de Wilder está más decidido a romper sus cadenas: de hecho, finalmente lo consigue, y es el inefeable Walter quien tiene que sacarse una artimaña más de la manga (y nunca mejor dicho: acusa a Hildy de robarle el reloj que acaba de regalarle, en prueba de su afecto) para retenerle a su lado.
Primera Plana, pese a estar más cercana en el tiempo, en conjunto ha envejecido peor, en mi opinión. Algunos recursos humorísticos han quedado algo caducos, y desmerecen respecto a los elementos que mantienen intacta su acidez y su cortante claridad: la crítica a la profesión periodística y a la corrupción de las autoridades (encarnadas en el sheriff y el alcalde, que manejan el asunto de la ejecución de Williams a su mejor conveniencia). Aspectos que brillan también en His Girl Friday, de manera incluso más clara y contundente, con más elegancia y menos astracanadas innecesarias de las presentes en el guión de Wilder y su colaborador habitual de esa época, I.A.L. Diamond. En ésta, se acentúa demasiado exageradamente la evidente homosexualidad del atildado periodista Bensinger (el del poema del condenado... la cara de Walter al oírlo es indescriptible, en ambas versiones) o se añade el elemento "picante" de la redada en el burdel.
Escenas como la aparición de la prostituta de buen corazón o la autocrítica de los "caballeros de la prensa" son tratados con mucha más elegancia y acierto en His Girl Friday: por ejemplo, la excelente escena en la cual los periodistas, tras asaetear a Molly Malloy con lo mejor de su repertorio de bromas e insultos, se miran los zapatos, conscientes de que son unos canallas, brilla por su ausencia en la versión de Wilder. También resulta vencedora la cinta de Hawks en otro elemento fundamental: el personaje del implacable editor. Donde Walter Matthau nos ofrece una vez más su hilarante y habitual aspecto de grandullón cascarrabias (sin que ello tenga nada de malo), el inmortal Cary Grant borda un Walter Burns caradura, encantador, pícaro, astuto y carente de escrúpulos, lleno de matices, al nivel de sus papeles más populares, tan divertido como en The Philadelphia Story de George Cukor o en Arsénico por Compasión de Frank Capra.
His Girl Friday (1940). Dirigida por Howard Hawks, con Cary Grant y Rosalind Russell.
The Front Page (1974). Dirigida por Billy Wilder. Con Jack Lemon y Walter Matthau.
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