Por fin llega el nuevo libro de Paco Roca, Las Calles de Arena: sale a la venta esta misma semana. Con el mismo detallismo y excelencia artística con los que nos introducía en el desconocido mundo del alzheimer en Arrugas, su anterior y multipremiada obra, fruto de una investigación exhaustiva y con una vocación realista, Paco Roca nos presenta ahora un libro absorbente, delicioso e irresistible para cualquier enamorado de la ficción en imágenes.
Resulta fácil reconocerse en el protagonista, un soñador "inmaduro", un verdadero desastre con patas que se pierde en el barrio viejo de su ciudad (qué sencillo resulta perderse en los cascos viejos de las grandes ciudades, incluso con un mapa...) y va a dar con sus huesos en un hotel de lo más peculiar. Allí conocerá a una serie de personajes, que, al igual que le sucede a él, están atrapados en el barrio... pero que en realidad son prisioneros de sus propias vidas, hechas de recuerdos, de costumbres, de pequeños tesoros, de deseos incumplidos, de obligaciones autoimpuestas, de viajes siempre a punto de empezar...
A las múltiples referencias literarias que subraya la introducción (y algunas de ellas, de especial cariño para quien esto escribe, como las dedicadas a Stoker o Melville), se pueden añadir algunas resonancias cinematográficas: una pizca de Amelie (en el ambiente, en los inefables huéspedes del hotel), otro poco de Atrapado en el Tiempo (el hecho kafkiano de verse atrapado sin remisión) o pinceladas que traen a la memoria las comedias clásicas como La Fiera de mi Niña (en el arranque de la relación entre el protagonista y la encargada de repartir el correo); y esa maravillosa imagen final "lunar" recuerda las fantasías de Meliés a principios del siglo XX, y el laberíntico barrio en el que está enclavado el hotel recuerda a representaciones de la Torre de Babel...
Toda una serie de elementos que Paco Roca incorpora con fluidez a su historia, sin convertirla en un fárrago de citas a otras ficciones, sino integrándolas en ese peculiar mundo surrealista y sin aparente lógica en el que se ve perdido irremisiblemente el protagonista. Un mundo en el que parece imposible escapar del destino... y en el que sólo un personaje se atreve a soñar con un mundo diferente.
Una historia ambiciosa, pero que no cae en ningún momento en la pretenciosidad. Original planteamiento, con un desarrollo absorbente, a ratos humorístico, a ratos teñido de melancolía, y un final catártico maravillosamente puesto en imágenes por el autor en una larga secuencia casi sin textos. Un libro visualmente brillante, con unos diálogos más que logrados, una narración soberbia, y con un acertadísimo uso del color.
En una palabra: excelente.
El más sincero agradecimiento del equipo de este blog al incansable trabajo del agente E. Milobak del Departamento de Espionaje de Rodeado de Papel (D.E.R.P.), que ha conseguido hacerse con un ejemplar de la esperadísima nueva obra de Paco Roca. (Nota para Spectra y similares: E. Milobak es un nombre ficticio, para no poner en peligro la vida y el trabajo del esforzado agente).
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