"You're going to need a bigger boat."

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domingo, 26 de abril de 2009

Películas recién vistas: DÉJAME ENTRAR


Oskar es un chaval solitario y acosado día tras día por una pandilla de matones en su colegio. A su gris vecindario llega una niña, Eli, con quien entabla una relación de amistad... pero pronto descubrimos que Eli es algo más que una niña...

Basada en la novela homonima de John Ajvide Lindqvist y dirigida por Tomas Alfredson, Déjame Entrar, recién estrenada en España, es todo un soplo de aire fresco (y nunca mejor dicho, ya que viene de Suecia) para una variante del género del terror tan fascinante como hiperexplotada (y que tanto me gusta): los vampiros.

Olvídense de Nosferatu, de Bela Lugosi, de Christopher Lee, del romanticismo desatado y genial de la versión de Coppola, del escalofrante Salem's Lot, de la sosa belleza decadente de Lestat, del exitoso y anodino mundo de Crepúsculo. Sin renunciar a ninguna de las claves del género, la aproximación al mito del chupasangres que plantea Déjame Entrar (excelente título, por cierto...) es original y atractiva, y se nos sirve en forma de película cuidada, pausada, llena de detalles acertados y completamente alejada de los estereotipos a los que tan acostumbrados estamos.

Un film que obviamente resultará aburrido para cualquier espectador que busque la "típica" película de vampiros es lo que nos ofrece Alfredson. Con dos excepcionales niños actores como protagonistas de una insólita historia de amistad primero y amor después, Déjame Entrar camina por territorios muy transitados, pero con un paso nada habitual.

Fría sin resultar distante, detallista sin ser soporífera, con una aproximación muy original a la vez que fiel al mito vampírico, la película de Alfredson brilla además por su tratamiento minimalista de las necesarias escenas de sangre y violencia, presentes (como es natural en un film de género) y explícitas, pero muy alejadas de los estereotipos vistos una y mil veces. Sirvan como ejemplo la visita del vecino a la casa de Eli, o la escalofriante escena final en la piscina del colegio de Oskar (con cita explícita a Tiburón incluida).

Ojalá todas las películas de género, sin más pretensiones, resultasen tan originales y brillantes como Déjame Entrar. Se habla ya de un remake americano. Me extrañaría que le llegase a la suela del zapato a la versión original...

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