"You're going to need a bigger boat."
lunes, 27 de abril de 2009
Películas recién vistas: PONYO EN EL ACANTILADO
Hayao Miyazaki vuelve... y eso siempre es buena noticia. Ponyo en el acantilado es su nueva película.
Sosuke es un niño como cualquier otro, que vive en una casa sobre un acantilado, con su madre, Lisa, siempre pendiente del regreso de su padre, Koichi, marino de profesión, y por ello a menudo ausente. Un día encuentra a un curioso pececillo con rasgos inconfundiblemente humanos, al cual bautiza como Ponyo. El simpatiquísimo pescadito esconde muchos secretos: para empezar, habla... y para continuar, posee grandes poderes mágicos. Y gracias a su amistad con Sosuke, su mayor anhelo es convertirse en humano...
¿Cómo describir esta nueva maravilla surgida del talento sin igual de Hayao Miyazaki y su Estudio Ghibli? Sólo puedo recomendar fervientemente su visionado a la mayor brevedad, porque realmente merece la pena dejarse encantar por la personalísima visión del cuento de La Sirenita que nos ofrece el creador de El Viaje de Chihiro. Una historia original, fresca, decididamente dirigida a un público infantil pero perfectamente disfrutable por los adultos, que no lo explica todo, ni falta que le hace, como cuento que es. Llena de momentos inesperados y atravesada por el habitual discurso ecologista de los filmes de Miyazaki, Gake no Ue no Ponyo supera ampliamente a El Castillo Ambulante, su inmediata predecesora, y se coloca por derecho propio a la altura de los otros clásicos del maestro como la estupenda Kiki's Delivery Service, la inolvidable Tonari no Totoro o la sin par El Viaje de Chihiro.
Sé que parece una perogrullada decir esto, hablando de Miyazaki, pero hay que decirlo. El acabado de la animación es absolutamente pasmoso en todo momento; en esos deliciosos fondos tan "artesanales", en los encantadores personajes (sobre todo la pequeña y metamórfica Ponyo, pero no sólo en ella), en la estilización de elementos naturales como los fondos marinos o las olas... El estudio se luce en varias escenas que dejan al espectador boquiabierto, en particular la de la tempestad y la visualización posterior de sus consecuencias. La parte técnica está a la altura de la historia que cuenta, espectacular cuando elelemento mágico domina el relato (la visualización de la madre de Ponyo, por ejemplo, o los momentos "devónicos"), intimista cuando el relato lo requiere (Sosuke haciendo señales al barco de su padre desde la casa del acantilado).
Humor, magia y encanto a raudales. Lo dicho, sólo puedo recomendar ir a verla. Ya. Y advierto, es imposible salir de la sala sin tararear la canción de los créditos finales.
(Nota al pie: ver dos películas buenas el mismo fin de semana. Increíble, en los tiempos que corren...)
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1 comentario:
Ponyo, Ponyo, es una niña pez...lalalalaaaaa...
¡Qué bonita película!
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