
A pesar del inspirado trabajo de Diego Olmos al lápiz y a la tinta, con momentos realmente bien resueltos (mismamente, esa primera página, que le gana a la portada de Lee por goleada, aunque en otros esté algo menos afortunado el artista, como en los dos "encontronazos de Batman y Croc), y al más que logrado color de Marta Martínez, la historia, poco más que una anecdotilla curiosa, es resuelta por Mark Waid muy lejos del nivel que alcanzaban otros guiones suyos (como sus 4 Fantásticos junto a Mike Wieringo, o su Ruse, por ejemplo).
Todo está muy traido por los pelos, y la localización de las escenas de acción, siempre en escenarios muy reconocibles de la Ciudad Condal, es de lo más tópico y previsible (no puede faltar el clímax final... en la Sagrada Familia, por cierto, sin grúas por ninguna parte...), y una vez superada la agradable fase de reconocer los escenarios gracias al trabajo de Olmos y Martínez, tampoco se les saca demasiado partido en la historia (al menos, como suele comentar Salvador Larroca, cuando él pone su Valencia en algún cómic, algo vuela por los aires...). La idea de "emparentar" al reptilesco Killer Croc con el dragón y San Jorge no es nueva (ya se hacía este paralelismo en Arkham Asylum), y la única aportación original, la del personaje femenino que le reprocha a Wayne que no haga honor al legado de su familia, resulta un pelín rancia.
Vamos, que si alguien te pregunta por cómics buenos, buenos de Batman, este no es el primero en la lista de recomendaciones...
1 comentario:
Bueno es saberlo, por cierto, te he dejado otro Thor aqui:
http://neuronasasesinas.blogspot.com/2009/05/personajes-de-comic-en-springfield.html
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