Ese es el poco conocido nombre de un actor, nacido en 1899, cuyo rostro sin embargo resultará familiar a los aficionados al cine de terror añejo, puesto que participó en varias de las películas más famosas de los estudios Universal durante la década de los 30. En el Dracula de Tod Browning, junto al hierático Bela Lugosi, daba vida a Renfield, el desdichado lunático que está encerrado en el manicomio del Dr. Seward tras ser el "invitado del conde". Frye también aparecía en Frankenstein y Bride of Frankenstein, las dos inigualables versiones de la novela de Mary W. Shelley llevadas a cabo por James Whale. Frye también figuraba en el reparto de otra conocida película de Whale, The Invisible Man.
Siempre con esa cara de chalado, sonrisa sicópata y ojos saltones en ristre... con un estilo de actuar exagerado y muy deudor del cine mudo, Frye participó, en los 30 y los 40, en otras películas "de monstruos" de las malas, como Son of Frankenstein, Frankenstein Meets the Wolfman o Ghost of Frankenstein... (y en serio que son malas, que las he visto), antes de fallecer a los 42 años de edad, víctima de una dolencia cardiaca. Con amplia experiencia teatral en distintos papeles, Frye solamente pudo mostrar una dimensión de su talento en la gran pantalla: siempre le contrataban para hacer de chalado, jorobado o para papeles parecidos, siempre muy secundarios, en películas que alcanzaron escasa repercusión. Basta con echar un vistazo a su ficha en Imdb.com para ver que las películas por las que siempre será recordado son los clásicos de Browning y Whale.
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