LECTURAS RECIENTES: CORINA Y EL PISTOLERO

Estupendo álbum este CORINA Y EL PISTOLERO que nos han regalado Luciano Saracino e Infame &Co. Un canto de amor a la fantasía, a las historias y su poder de seducción, a ese hechizo de la ficción del que no podemos escapar quienes gustamos de zambullirnos en ella, en todas sus formas.

El guionista maneja con acierto los códigos del western, en la mejor tradición de "jinete solitario llega a pueblo", pero aderezado con excelentes apuntes fantásticos, y sitúa a su pistolero, el implacable Walter, en Esperanza, un lugar idílico a caballo entre lo real y la fantasía. Lo real lo personifica Milmuertes, el oscuro perseguidor de las peligrosas presencias que demuestran que el mundo es mucho más de lo que él podrá llegar a ser o apreciar jamás. Por eso Milmuertes acecha y asesina sin descanso. Y lo fantástico toma cuerpo en la fascinante Corina, que hechiza sin remedio a cualquiera que se cruce en su camino... sea pistolero o no. Pero Walter tiene un trabajo que hacer... y como cualquier pistolero que se precie, nunca deja un encargo sin cumplir.

Una historia a su vez atravesada por otras. Un relato que aborda la relación entre la fantasía y la realidad, un enfrentamiento entre dos bandos, en medio de los cuales aparece la figura impredecible de un asesino... ¿Quién vencerá en el eterno duelo entre el soñador y el realista? ¿El soñador, el idealista que aún se deja hechizar por la fantasía, o el realista, quien no sólo ha renunciado a ello sino que desea que nadie experimente la magia que a él le está vedada? La respuesta a esta pregunta la tienen muy clara los autores de este álbum (y Stephen King también, ya puestos). Ambos, como narradores, como cuentacuentos que son, toman claro partido por la fantasía. Porque en la vida real, probablemente, sería el despiadado Milmuertes quien llevaría las de ganar... y porque como dijo Woody Allen (hablando del cine, en realidad), la ficción siempre es mejor que la realidad. No sólo lo es, debe serlo.

En manos de Infame & Co., la historia de Saracino se convierte en un tebeo estupendamente narrado, con el inconfundible estilo de su autor (espero que algún día se "lance" a ese blanco y negro absoluto del que habla en su epílogo, porque vistos los originales de las páginas de Corina, maldita la falta que le hacen los grises...). Como todos los tebeos bien hechos, se lee en un suspiro y se lee más de una vez. Mención aparte merece la estupenda portada, arriesgada apuesta cuando lo lógico, y más dado el talento de Infame para dibujar chicas guapas, habría sido ser redundante con el título...

Y qué bonito, ese final... es imposible no enamorarse de Corina. Para muestra, un botón (chapucero y apresurado, pero botón al fin y al cabo), debajo de estas líneas...