"You're going to need a bigger boat."

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domingo, 30 de mayo de 2010

Películas recién vistas: IO SONO L'AMORE


Dirigida y producida por Luca Guadagnino, Io Sono L'Amore cuenta una historia no demasiado original, pero que consigue sorprender en muchos momentos gracias a la manera en que está contada. Con inteligencia, eligiendo a la perfección la información que nos facilita, Luca Guadagnino narra la decadencia de una familia italiana de rancio abolengo industrial, los Recchi. Con ecos de Macbeth (el ocaso del patriarca que conlleva la división del "reino") arranca la historia, pero según avanza la trama nos encontramos con una dimensión completamente distinta de esa mencionada decadencia, la encarnada por nuevos y renovadores amores y amistades de los dos hijos "díscolos", Edoardo y Betta, y de la madre de ambos, Emma (Tilda Swinton), de origen ruso...

No diré más del argumento: así, la sorpresa de lo que sucede te cogerá desprevenido, como me pasó a mí. Cada vez es más aconsejable informarse de la manera más somera posible de las películas, porque a veces la propaganda (no digamos los trailers) las destripan miserablemente. Sólo diré que el título, creo yo, hace referencia al poder del amor, que puede ser salvador o devastador, depende de cómo se mire.

El director establece con claridad diferentes relaciones en el seno de la amplia familia Recchi. La tensión entre los hijos; la especial relación de Betta con su madre, única conocedora de su amor secreto; y la amistad de Edoardo con el humilde cocinero Antonio, las expone Guadagnino apoyado en un guión perfectamente elaborado, con los diálogos exactos, sin nada superfluo. La escena de apertura en la celebración del cumpleaños del patriarca es un ejemplo perfecto de ello, ya que expone en pinceladas breves y estudiadas la situación de la familia, su carácter, sus tensiones, sin que quede ninguna duda.

Io sono l'amore es un drama, sin duda, pero por fortuna un drama alejado de excesos lacrimógenos o culebroneros (pese a lo desgarrador de algunos momentos, el film opta por un soterramiento de los sentimientos), y apoyado en un estilo visual efectivo, en una manera curiosa de "contar sin contar", que deja al espectador la tarea de ir reconstruyendo la historia de los personajes. Guadagnino utiliza una cuidadísima planificación, estupendamente resuelta, para establecer con claridad las relaciones entre los miembros de la familia (modélica resulta en ese sentido la contenida escena del hospital).

Se puede reprochar al director un cierto engolamiento visual. Hace un excesivo uso, en la parte central del film, de planos algo "estéticos" y superfluos (por ejemplo, la bucólica escena de amor en plena naturaleza, por ejemplo, resulta bastante soporífera, en la mejor tradición del "polvo penoso clásico" de Neo y Trinity en Matrix Reloaded). El film podría durar diez minutos menos, quitando planos innecesarios aquí y allá, y nadie notaría la diferencia. También se pueden decir dos o tres palabras acerca de la música, realmente poco inspirada en algunos momentos (y en otros, simplemente atorrante). En los momentos centrales, ya planteado el nudo del drama, el film pierde un poco de fuelle, pero la parte final y la volcánica escena en que se resuelve el asunto hace que la película remonte de nuevo el vuelo y deje un agradable recuerdo después de vista. El reparto cumple con su trabajo de manera competente: destaca, naturalmente, el protagonismo de Tilda Swinton (no es la primera vez que la elegante actriz trabaja con Guadagnino), quien además es coproductora del film (y eso se nota).

En resumen: no está nada mal.

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