ALIEN RESURRECCIÓN: ENREDOS GENÉTICOS

 

Y cuando ya creíamos que la saga había terminado… resulta que aún quedaba una película por hacer. Estrenada en 1997, y adecuadamente denominada Alien Resurrección, narra precisamente eso: la vuelta de entre los muertos de Ripley, acompañada por supuesto de la simpática reina alien que anidaba en su interior.

Pero... ¿no habían quedado bien fritas ambas en la fundición de Fiorina 161…? Pues sí, pero gracias a la ingeniería genética, un grupo de ambiciosos científicos chalados han conseguido clonar a Ripley, a hora conocida como Ripley 8, y extraerle la reina, que es su objetivo principal. Pero ha habido algunos cambios, tanto en el monstruo como en su huésped, como pronto los científicos descubrirán para su pesar cuando inicien el proceso de cría de aliens en cautividad. Eso no puede ser una buena idea…

 Conmigo, bromitas las justas...

Y en efecto, no lo fue. El resultado del film es arrítmico, interesante a ratos, pero resulta tan deslavazada como su inmediata predecesora, pese al adecuado trabajo de diseño de producción y a la dirección de Jean Pierre Jeunet. Nuevamente los secundarios son simple carne de cañón: ni Call, la sosa androide encarnada por Winona Ryder, ni los contrabandistas de cuerpos huésped para los aliens tienen mayor importancia que la de ser masacrados poco a poco. Los siempre simpáticos Dominique Pinon y Ron "Hellboy" Perlman, habituales en los filmes de Jeunet, son lo único salvable del grupos de bandidos de la Betty. Escasas notas de originalidad, como el hecho de que el personaje de Pinon sea minusválido, no salvan un soso guión, obra de Joss Whedon.


Escenas logradas, como la de la persecución en la cámara inundada o el terrible descubrimiento de los siete clones fallidos previos a Ripley 8, son simples islas que no consiguen salvar el film, que además, se reserva para su parte final el momento más sonrojante de toda la saga: el híbrido humano-alien al que a reina alien da a luz. La palabra es… ridículo. Sin paliativos.

Chicos, eso del bebé no me parece una buena idea...

Una vez más, la reina de la función es sin duda Sigourney Weaver. Su aspecto de clon medio alien, con las uñas negras y el pelo grasiento, y la cara de mala que pone durante buena parte del film, son la única cosa interesante. Eso es una actriz con personalidad, muchachos. Como curiosidad, en la edición coleccionista, puede verse una escena final que no se vio en los cines: Ripley y Call contemplan las ruinas de lo que una vez fue París, completamente arrasada.

Y este es el fin de la saga… sí, sé que se han hecho dos filmes de Aliens Vs. Predators… pero sin Ripley, no hay película de Alien que valga la pena. ¿Volveremos a ver a Sigourney Weaver a tiros con los simpáticos alienígenas…? ¿Veremos quizá a otra Ripley, con menos personalidad, más políticamente correcta? Quién sabe. Cosas más raras se han visto…