"You're going to need a bigger boat."
lunes, 4 de julio de 2011
Películas recién vistas: BLINDNESS
La tercera película de Fernando Meirelles, estrenada en 2009, quedó un escalón por debajo de sus dos anteriores obras, la agotadora y palpitante Ciudad de Dios y la certera El Jardinero Fiel. Adaptando la novela de José Saramago (que aún no he leído, habrá que remediar eso…), Meirelles contaba su historia con un impecable poderío visual, creando un film bastante a contracorriente: mucho silencio, puesta en escena "diferente"… Y así, Blindness es una película desasosegante a ratos, dura y brutal en otros, interesante y magnética, pero que deja al espectador un poco huérfano de respuestas, y con una sensación de que este film, sin ser especialmente malo, podría ser mucho mejor de lo que es.
La historia es bien conocida: una gran ciudad de un país civilizado (aunque el film pone buen cuidado en no escoger ninguna urbe en concreto, y mezcla en el grupo de protagonistas a etnias y gentes de todo tipo) se ve sacudida por una espantosa epidemia que deja a sus habitantes ciegos. De repente, sin aviso, el mundo se vuelve blanco, en vez de negro… pero el resultado es el mismo. A partir de ahí, comienzan dos pesadillas: la de quienes pierden la vista, quedando completamente desvalidos; y a la vez la de una mujer (Julianne Moore, muy bien, como casi siempre), la esposa de un oftalmólogo víctima de la plaga (Mark Ruffalo, algo soso, como casi siempre), que conserva la vista para ver cómo todo se desmorona a su alrededor.
La película, desde luego, transmite una impresión de la naturaleza humana bastante poco favorable. La civilización es frágil, el hombre es un lobo para el hombre, las autoridades simplemente quitan de enmedio a los enfermos sin más, sin preocuparse de atender sus mínimas necesidades… eso queda bien claro. Quizá el problema está en que no conocemos a los personajes antes de la terrible epidemia. No sabemos quiénes son, cómo son: ni siquiera tienen nombre. Y tampoco apuesta el film por contarnos cosas de ellos, segun va avanzando el film, al estilo de Perdidos. Y eso nos resta posibilidades de identificarnos con ellos, o de entender sus acciones.
No me parece, como también he leido, que el problema sea que no queda explicado el origen de la epidemia o la razón por la cual el personaje de Julianne Moore es inmune a la plaga. Eso es lo menos importante, como los zombis en Los Muertos Vivientes. Me parece más importante que, a ratos, sobre todo en su segunda mitad, Blindness parece hecha "a saltos", con algunas historias paralelas que surgen y avanzan a trompicones. Quizá se resiente de cambios en el montaje final realizados por su director tras presentar el film en el festival de Cannes, para aligerar, leo por ahí, la crudeza de algunas secuencias.
Pese a ello, su estilizada puesta en escena, tan lograda como la de los dos anteriores filmes de Meirelles, con un buscado y logrado predominio (como es fácil de imaginar) del blanco, es indudablemente magnética para el espectador, y desde luego no se vuelve plomiza ni peca de pretenciosa, por fortuna. Por cierto, al parecer, al difunto escritor le gustó mucho el film.
Lo dicho: podría ser mucho mejor.
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