Lecturas recientes: BATMAN, THE BLACK MIRROR

Qué suerte poder leer otro tebeo de Batman con interés, cosa que no sucedía desde Círculo sin Fin de Kevin Smith. Yo mantengo la teoría de que en los últimos años el único Batman que merece la pena leer es el de Morrison (y está por ver cómo le afectará el reinicio del universo DC, que por ahora ha partido por la mitad Batman Inc. de mala manera...), y que los demás son básicamente repetitivos y aburridos. Bueno, pues este Batman de Scott Snyder no es ni lo uno ni lo otro.

Este tomo recopila los once episodios de Detective Comics realizados por el guionista Scott Snyder (American Vampire). algunos de ellos recién publicados por Planeta (los demás, ya será cortesía de ECC, a principios de 2012). Sólo con una rápida ojeada ya se detecta algo que transmite buenas vibraciones. No asoman por ningún lado los habituales villanos (bueno, excepto el Joker), sobreexplotados en otras series.

Snyder se concentra en un personaje, el comisario Gordon y todo lo que le rodea. Un eco del pasado del eterno polizonte bigotón de Gotham City regresa y se convierte en una nueva amenaza, que se revela como un soberbio retrato de psicópata... amén de otros malvados a las cuales debe enfrentarse el cruzado encapuchado, esta vez, es Dick Grayson quien viste el manto de Batman.

Snyder crea cuatro historias autoconclusivas enlazadas, en las cuales bucea en los clásicos mitos del personaje, pero sin repetir viejas glorias o esquemas caducos, y a la vez aporta un tono oscuro y desazonador, más cerca del género negro que del relato de terror. Además, aporta una interesante visión del Joker, más Hannibal Lecter que nunca (me encanta lo de "tú no eres mi murciélago"), y por fortuna no cae en el manido recurso de armar toda una intriga para luego hacer que el responsable sea.. el Joker.

Snyder está bien secundado por un Jock mucho menos perezoso de lo normal, que firma unas páginas excelentes y sus habituales portadas impactantes, y por un Francesco Francavilla efectivo, expresivo y con un perfecto dominio del color.

Lo dicho: entre tanto Batman aburrido y prescindible, un Batman excelente. Ya era hora…