"You're going to need a bigger boat."

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lunes, 13 de febrero de 2012

Películas recién vistas: LOS DESCENDIENTES

En la ordenada vida del abogado residente en Hawai Matt King se dan cita dos asuntos que absorben su atención y le apartan de su actividad laboral normal. Por un lado, es el encargado de llevar a cabo un importante negocio familiar: la venta de un enclave propiedad de su familia desde hace generaciones. Y por otro, el grave accidente de su esposa, que la deja sumida en un coma del que no parece que vaya a despertar…

Este es a grandes rasgos el arranque de Los Descendientes, la nueva obra fílmica de Alexander Payne, tras sus estupendas A propósito de Schmidt y Entre Copas. Basada en la novela homónima de Kaui Hart Hemmings, la película de Payne gira en torno a la figura de Matt, interpretado por un estupendo George Clooney, y a cómo lo que le sucede a su esposa acentúa las sombras del paradisiaco lugar en el que vive: en particular, acerca de la conflictiva relación de Matt con sus hijas, Scottie (Amara Miller) y Alexandra (Shailene Woodley).

En vez del pastelón lacrimógeno-familiar en que fácilmente podría derivar el asunto, Los Descendientes huye de caminos trillados (véase la manera en que Matt se va enterando de algunas cosas que no sabía de su esposa, a lo largo del film, y su reacción ante ellas) y se convierte en una serena reflexión sobre la familia en general, sobre lo bueno y lo malo, sobre la responsabilidad que conlleva, la atención que requiere…

De nuevo, un personaje "común" sacudido por grandes cambios en su vida, como el escritor frustrado de Entre Copas o el viudo huraño de A propósito de Schmidt, es el eje de la historia: y de nuevo, Payne acierta de pleno. Sin altibajos, sin estridencias, sin tonterías, al son de una original banda sonora de aires inequívocamente hawaianos, la sensación que deja el final del film es que no hay nada fuera de su sitio, que todo funciona.

2 comentarios:

Amaia Ballesteros dijo...

Parece un paraíso resquebrajado, meláncólico y que tiene que seguir adelante. Me ha gustado.

Y George Clooney es como el buen vino... ;)

Mikel dijo...

George Clooney está inmenso. Y la película transmite, efectivamente, una sensación de pérdida, en muchos sentidos. La verdad es que es buena, buena.