No me extenderé demasiado en cuestiones argumentales, dado que el film no añade practicamente nada esencial a la historia original. A los dos niños protagonistas (sobre todo a ella), pese a que ponen empeño, les falta el encanto triste de los dos chavales que daban vida a Oskar y Eli en la versión original (aquí, Owen y Abby)… Y mientras Tomas Alfredson, director de la versión original, acaba de triunfar con ese pedazo de peliculón que es El topo, el nuevo proyecto de Matt Reeves es... una secuela de la fallida pero exitosa Cloverfield (Monstruoso). En sus manos, la historia de amor entre un niño y una niña que no es una niña queda desdibujada, y salpicada con unos cuantos detalles explicativos realmente simplones.
Nada o casi nada queda del soplo de aire frío, decadente y lúgubre de la versión europea, por ejemplo en los sosos secundarios que rodean a Owen y Abby… Todo lo bueno que tiene el film es lo que copia de la original, y sólo sorprenderá a quien aún no ha visto la anterior. Por lo demás, todos los añadidos (el innecesario flashback, por ejemplo, o el aspecto "más vampirico" de la niña en algunos momentos) resultan planos y sosos, y ni siquiera la presencia de dos grandes actores como Elias Koteas y Richard Jenkins anima demasiado la función. Y una pregunta: ¿para qué se molesta Reeves en contratar a una actriz (Cara Buono, vista en The Sopranos o Mad Men) para hacer de madre, si luego el film no incluye ni un plano en que se vea su cara?
En resumen: prescindible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario