Películas recién vistas: KAZE TACHINU (EL VIENTO SE LEVANTA)

La que será, si nada lo remedia, la última película dirigida por el gran Hayao Miyazaki cuenta la historia real de un ingeniero aeronáutico japonés, Jiro Horikoshi, pionero y soñador, y repasa unas cuantas décadas de la historia de Japón anterior a la Segunda Guerra Mundial, con la habitual excelencia narrativa y visual del padre del Estudio Ghibli.

El maestro Miyazaki, de la mano de un poema de Paul Valery, nos regala dos horas largas de magia en las que nos transporta a ese mundo suyo personal, mágico y maravilloso, con la inestimable ayuda del imprescindible Joe Hisaishi en la banda sonora. Exquisita en todo momento, la película pasa de puntillas sobre todo el elemento político de la época (aunque se permite unas cuantas críticas en forma de frases lapidarias al entusiasmo guerrero japonés de aquellos años, en boca de un personaje) y se centra en la búsqueda de Jiro, mitad obsesión, mitad sueño, que cristalizará en su célebre creación: el Zero.

No sé por dónde empezar: el aliento clásico del argumento de un film biográfico a la antigua, con todo lo bueno que ello conlleva; la elegancia con la que se integran las ensoñaciones de Jiro en el argumento; la asombrosa capacidad visual del film, apabullante en todo momento, sin nada gratuito: la película es un prodigio de expresividad y de belleza estética; la emoción que consiguen transmitir sus personajes… Imposible destacar un solo elemento o escena dentro de un conjunto simplemente soberbio.

En resumen: impresionante en todos los sentidos.