Jason Aaron vuelve a la serie negra, un genero que ya demostró dominar con su excelente Scalped. Ahora, en Southern Bastards, nos rodea de auténtica basura blanca del Sur profundo de los EE.UU. Si echas de menos a Dash y al resto de personajes de la reserva Prairie Rose, te aseguro que en Craw County hay una cantidad suficiente de violencia brutal y personajes despiadados para satisfacer a cualquiera. Esta vez, Aaron ataca no desde la languideciente línea Vertigo, sino, como es de esperar, en Image, la nueva casa del cómic americano que merece leer. Quién nos lo iba a decir hace años...
La huella de un padre como el célebre sheriff Tubb es muy alargada. Cuando su hijo regresa al condado, es inevitable la confrontación con el entrenador Boss, el todopoderoso entrenador del equipo local de fútbol americano, y amo y señor de la región…
Un inicio prometedor, que certifica una vez más al barbudo Aaron como una referencia a seguir en el panorama comiquero yanqui. Su importante papel en la Marvel actual (con crossovers como Pecado Original en sus manos, y su buen hacer en series como Thor o Lobezno y la Patrulla-X) no parece haber atemperado su capacidad para los ambientes malsanos y rasposos… Esta vez, viene bien acompañado por un entonado Jason Latour como autor completo, quien borda un acabado visual que encaja a la perfección con el ambiente tórrido, malsano y peligroso como un nido de serpientes de cascabel en que se desarrolla Southern Bastards.
En resumen: muy chulo. Queremos más.
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