"You're going to need a bigger boat."

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jueves, 30 de mayo de 2013

Mis películas favoritas: SCARFACE (EL PRECIO DEL PODER)



A pincipios de los 80, Brian DePalma y Oliver Stone nos servían en bandea una versión operística, visceral, desatada y salvaje del clásico Scarface de Howard Hawks. Inolvidable, explosiva, excesiva y exagerada hasta el más mínimo detalle, es una película que nadie puede olvidar después de verla, por su demoledor retrato de la ambición y sus consecuencias y por la célebre interpretación de su protagonista, Al Pacino. 

Esta vez, Antonio "Tony" Montana, el cara cortada que da título al film no es un gángster de los de toda la vida, sino un delincuente cubano, que ponía pie en Miami como uno más de los "marielitos" de Fidel. Pero, ah, Tony Montana no es uno más, no señor. Él quiere el mundo. Y lo conseguirá… y lo perderá.

"¿Cómo te hiciste esa cicatriz?"

Además de contar en el reparto con un buen montón de caras conocidas (Robert Loggia, F. Murray Abraham, Harris Yulin), Scarface se beneficia de la desatada encarnación que un Pacino en su plenitud hace de Tony Montana. Volcánico, salvaje, tan sutil como un puñetazo en la cara y tan inestable como la nitroglicerina, el sanguinario delincuente que se labra su camino hacia el poder a base de ambición, furia y sangre, es uno de los papeles más recordados de la carrera de Pacino, bien secundado por el hoy olvidado Steven Bauer. Dos jóvenes actrices muy poco conocidas aún, por aquel entonces, completan el elenco protagonista: Mary Elizabeth Mastrantonio y Michelle Pfeiffer.

"No te acerques a mi hermana, Manny."

Casi tres horas de violencia desatada, ambientada en decorados grandiosos y decadentes, kitsch a más no poder, salpicada de drogas y música disco (Giorgio Moroder pone la banda sonora), ambiente musical por excelencia del mundo de la drogadicción de lujo del Miami de la época, es lo que proporciona Scarface. Imborrables son escenas como el interrogatorio inicial a Tony cuando pisa EE.UU. por primera vez, su primer cruce de miradas con Elvira, o la tremebunda escena de la desaforada masacre final en la mansión de Tony. Soberbia película, en la que el estilo visual barroco y artificial de DePalma combina a la perfección con la implacable ruta de Tony hacia el poder... y la ruina. En resumen: simplemente... magistral.

Elvira ante el espejo...