La primera novela de Patrick Rothfuss ha cosechado un enorme éxito internacional. Lectores de todo el mundo se han rendido al más que evidente talento para las palabras de su autor, que con su Kvothe ha creado un personaje singular, atractivo y original, y eso no lo digo yo, sino que lo dice gente más experta que yo en estos mundos de la novela de fantasía heroica. Recién leída, puedo hablar con conocimiento de causa. La cosa no es para tanto.
Lo primero es destacar lo bien escrita que está la novela. Rothfuss, profesor de literatura, es un verdadero mago de las palabras, y la historia se lee con agrado gracias al valor añadido que aporta su riqueza de lenguaje. Asimismo, es destacable el calado del personaje principal, Kvothe: una amalgama de mago, guerrero, detective, vagabundo y músico: taimado, frío y escasamente heroico en muchos pasajes de la novela, asistimos a su niñez y precoz adolescencia de cómico de la legua, marcada a fuego por la muerte de su familia a manos de los siniestros Chandrian. El ansia de venganza condicionará su vida posterior como un vagabundo muerto de hambre, primero, y como estudiante en una peculiar Universidad, después, siempre en busca de los asesinos de su familia, siempre anteponiendo la venganza a todo lo demás.
Inteligente como su personaje es el autor. Maneja con soltura una amalgama de géneros que funciona mejor en unas ocasiones que en otras, y cuenta la historia en dos momentos temporales alternados sin una estructura fija: el presente, como narrador omnisciente, y el pasado, usando a Kvothe en primera persona. Me quedo con el arranque de la historia, con un Kvothe escondiéndose de sí mismo como un humilde posadero hasta que la llegada de un extraño le obliga a "soltar" su historia; y con la crónica de la infancia de viajes, actuaciones y estudio de la peculiar y original magia que impregna el mundo ideado por Rothfuss, un ambiente que bebe de muchas fuentes. Tolkien es una referencia inevitable y obvia, por temática y por ambiente fantástico, pero por fortuna Rothfuss no se queda en dar forma al enésimo mundo con reglas, habitantes y lenguas únicas. Tampoco es esa su intención, pese a que el libro cuenta con su correspondiente mapa ilustrativo.
Tres libros ocupará la historia del singular Kvothe, y este es el primero de los tres. Quizá se puede achacar al autor que no intenta en absoluto, sobre todo a partir de la mitad de la novela, darle una estructura acabada como libro independiente, sino que se ve tan claro que la historia no va a terminar en este tomo que ni siquiera haría falta que se anunciase en la solapa. La mencionada parte del libro, que recoge el aprendizaje de Kvothe en la Universidad, está, para mi gusto, excesivamente alargada en muchos momentos (tanto en escenas excesivamente detallistas sin necesidad, como en la ralentización del ritmo al que avanza la trama), y el talante detectivesco del joven Kvothe no resulta demasiado convincente. Chirrían también algunas "moderneces" en el lenguaje del autor y actitudes del personaje, que no casan bien con el ambiente de "pasado-remoto-histórico-fantástico".
En resumen: no está mal, pero no es para tanto... Habrá que leer la historia completa, cuando se publique. Rothfuss ya trabaja en el segundo volumen. Esperemos que no se demore tanto como otros autores de literatura fantástica...
Más información, aquí.
Gracias por el préstamo, Loko!
1 comentario:
Estoy de acuerdo contigo, el libro está muy bien escrito y es cierto que al principio te atrapa pero si bien no es mala lectura en absoluto tampoco se merece tantas alabanzas como le han dado pero, insisto, sin ser la obra maestra que nos han vendido, merece la pena.
Saludetes ;P
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