"You're going to need a bigger boat."

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martes, 30 de marzo de 2010

El Montón de Tebeos presenta... LA NOVELA GRÁFICA, de Santiago García


Santiago García es una de las personas más activas e inquietas del panorama comiquero español. Guionista, teórico, divulgador, traductor... La más reciente de sus iniciativas es este libro, un análisis de la génesis, causas y discurrir del fenómeno que ha dado en llamarse "La Novela Gráfica". Así se titula su estupendo libro, un volumen que, espero, tenga la resonancia que merece lo valeroso y acertado de su propuesta.

Partiendo de un punto de vista personal (licenciaturas en Periodismo e Historia del Arte, interesante combinación), y defendiendo la tesis de que se pueden rastrear los orígenes de lo que hoy conocemos como el fenómeno de la "novela gráfica" hasta mucho antes de la aparición de Contrato con Dios de Will Eisner, el autor bucea en multitud de fuentes e influencias, desde los primeros ejemplos de conjunción de texto e imagen del siglo XIX hasta la eclosión del cómic en la prensa norteamericana de los años previos al crack de 1929, con su impresionante experimentación formal; desde las picture novels y el nacimiento del canon narrativo que surge del seminal trabajo de autores como Hal Foster, Alex Raymond y Milton Caniff hasta la aparición del formato comic-book con el éxito de Action Comics; de la decadencia de los superhéroes en los años 50 al fenómeno del cómic underground con sus nuevas formas de narrar de comercializar, nuevos puntos de vista, nuevos estilos; desde la aparición de los narradores alternativos, como los Bros. Hernández, al arrollador trabajo de Chris Ware y el fenómeno del colectivo L'Association, en Francia...

Gran parte de esa pequeña historia de la novela gráfica se desarrolla en los EE.UU., como cuna del desarrollo del cómic, pero también encontramos pinceladas de cómo las sucesivas transformaciones van calando en el resto del mundo. En todo este periplo, García va rastreando elementos comunes al heterogéneo conjunto de obras que hoy solemos denominar novela gráfica: aspectos como el elemento autobiográfico, el carácter no serializado, la diversidad de formatos o el intento de captar públicos diferentes al habitual lector de cómics comerciales, y otros aspectos que anticipan o favorecen un caldo de cultivo para el "nuevo" género que nos ocupa. Por ejemplo, los nuevos formatos del comic-book comercial norteamericano, como las series limitadas, pero sobre todo el trabajo de unos cuantos autores pioneros, que exploran en sus páginas nuevas maneras de narrar nuevas historias. Todo ello, con una capacidad de síntesis estupenda y un lenguaje accesible a cualquiera.

Me ha parecido interesantísima, por ejemplo, la reflexión que planeta Santiago de cómo la manera "cinematográfica" de narrar de Caniff representa una pérdida de creatividad y de posibilidades de exploración de los recursos del medio, tanto en la forma como en los temas tratados, en comparación al trabajo de los pioneros como Windsor McCay y otros, y cómo ahora, en el trabajo de autores clave como el influyente Chris Ware, se retoma el camino de la experimentación formal.

También resulta de lo más sabrosa la reflexión de cómo en EE.UU. el cómic comercial ha sido más "impermeable" a nuevas ideas, lo cual ha provocado el desarrollo de movimientos tan interesantes como el underground o el cómic alternativo, encarnado por autores como los Bros Hernández. Sin embargo, en Europa, dice el autor, muchos autores alternan trabajos en el cómic comercial con proyectos más personales, en un fenómeno de cierta asimilación de algunos (sólo algunos) postulados de la novela gráfica por parte de las grandes editoriales. Otra idea interesante que señala Santiago: el "filtro" que establecen la industria norteamericana y francesa a obras de otras procedencias, a las cuales sólo su edición en Francia o en EE.UU. proporciona la posibilidad de una resonancia planetaria: el ejemplo más claro, el Persépolis de Marjane Satrapi. Ideas, estas y muchas otras, que Santiago García razona con argumentos sólidos e ilustra con multitud de ejemplos.

El epílogo del libro es de una enorme lucidez. Sobrepasa muchos de los tópicos que suelen repetirse y plantea que el cómic es mucho más que un lenguaje estilizado, sofisticado y completamente distinto del cine o de la literatura, de los cuales no es, como tantas veces se ha dicho, un "hermano pobre" (no puedo estar más de acuerdo, como lector y como humilde perpetrador de viñetas aficionado que soy). El mundo del cómic es mucho más amplio de lo que en muchas ocasiones se ha planteado hasta ahora, y la comprensión de sus muchas dimensiones es necesaria para un arte que, dice García, se encuentra aún en el equivalente al principio del siglo XX del arte y la literatura, en su evolución... queda mucho camino por recorrer, pero el camino no se va a recorrer sólo.

Mantiene Santiago García que es necesario que los autores sigan produciendo obras diferentes, investigando, intentando cosas nuevas, siempre desde la comprensión global del medio en el que se mueven, sobre todo en un momento, plantea el autor, en el muchos autores no "terminan" en el cómic viniendo de otras formas artísticas de expresión como sucedía antes, sino que eligen el cómic como su medio de expresarse de forma artística.

Creo yo también que es necesario que haya libros de divulgación, de historia de los cómics, como el monumental Del Tebeo al Manga de Antoni Guiral (en el que también colabora, entre otros muchos, Santiago García); y también libros como éste, en los que gente con conocimientos, ideas y argumentos expongan tesis personales, planteen puntos de vista, provoquen debates que vayan más allá de simples denominaciones y se centren en el intríngulis del asunto, y en sus muchas dimensiones... Y si encima están bien escritos, y muy bien editados, como es el caso (profusamente ilustrado y con estupendo diseño de cubiertas de otro grande, Max, incluido), pues mejor que mejor.

Un libro para leer, releer y hablar sobre lo que dice. Enhorabuena, Santiago.

PS: De nuevo, el D.E.R.P. agradece la labor desinteresada de uno de sus miembros, el agente Elmo Baki, que ha conseguido hacerse con un ejemplar de La Novela Gráfica... lo malo es que ahora no lo suelta ni a tiros, y el resto del departamento también lo quiere leer. Venga, Elmo, enróllate...

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