"You're going to need a bigger boat."

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martes, 3 de agosto de 2010

Rodeado de Papel (sin dibujos) presenta... SOY UN GATO

El célebre autor nipón Natsume Soseki alcanzó la notoriedad con Botchan, novela satírica abientada en el ocaso del mundo samurai. En un momento posterior de la historia japonesa se desarrolla este Soy un Gato, en el cual el autor adopta el punto de vista de un minino de lo más curioso para ilustrar la manera en la que él ve a la burguesía de la época. Acomodada, insulsa, floja, sin valores, sin sustancia, unos "buenos para nada" que sin embargo son la clase dominante. A ella, el autor opone su mirada "gatuna", a veces desde un punto de vista de superioridad moral que enseguida abandona para demostrarnos que el gato (es decir, él) puede tan petulante y tarugo a veces como lo son casi siempre los humanos que le rodean.

La novela está espléndidamente escrita (y estupendamente editada por Impedimenta) y su ironía es fina y elegante, aunque para mi gusto resulta bastante redundante en algunos momentos, principalmente a partir de la mitad. El autor se recrea en las largas charlas entre el obtuso y cerril maestro, dueño del gato, su enervante esposa y sus exalumnos, molestos, ignorantes y fatuos, que gravitan alrededor de la casa, vistas desde el punto de vista del gato sin nombre, que alterna estas observaciones del carácter humano con sus divertidas aventurillas por los alrededores de la casa: explorando su territorio, haciéndose colega de otros felinos del vecindario... Cuando la novela se aparta de este equilibro, cediendo el protagonismo a los humanos y olvidando durante muchas páginas el punto de vista gatuno, el libro se vuelve algo redundante y pierde parte de su capacidad de divertir.

También se le puede achacar al libro que, básicamente, en términos de argumento, no pasa gran cosa, la verdad. Obviamente, el autor pretende subrayar con ello el estancamiento en el que él considera que se encuentra la sociedad de su época, aunque, repito, quizá de modo un tanto redundante.

Y el final, que no revelaré, por supuesto, me parece un tanto decepcionante (y desesperanzador, y desde luego a los amantes de los gatos les gustará menos aún que el asesino de mininos que Haruki Murakami inventó para Kafka en la orilla).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me libro

Mikel dijo...

Bueno, me alegro de ayudar, que al fin y al cabo leer un libro para que luego te defraude un poco...