"You're going to need a bigger boat."

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jueves, 5 de agosto de 2010

Películas recién vistas: MADRES E HIJAS


Tras debutar como guionista/director con Things you can tell just by looking at her (Cosas que dirías con sólo mirarla) y confirmar su capacidad para el drama centrado en personajes femeninos con Nueve Vidas, Rodrigo García lleva varios años desarrollando una carrera estable como director de series de TV de éxito (en su currículum figuras capítulos de A dos metros bajo tierra, The Sopranos, Carnivale o Big Love, entre otras) y regresa ahora con un nuevo drama que lleva todas sus señas de identidad, Madres e Hijas. A saber:

-una historia intimista, centrada una vez más en los personajes femeninos. Karen (Annette Benning) es una mujer madura que convive con su madre enferma, y que arrastra la carga del arrepentimiento por haber dado en adopción a su hija, a la que dio a luz con solamente catorce años. Huraña y solitaria, Karen se encuentra de repente con la amabilidad de un compañero de trabajo, Paco (Jimmy Smits), que se empeña en saltar el muro que Karen ha construido a su alrededor. Por su parte, Elizabeth (Naomi Watts) es una mujer independiente, triunfadora, pero a la vez fría y solitaria (estupenda la escena de la entrevista inicial de trabajo, cuando en unas pocas frases escuetas resume su vida), a quien le resulta imposible empatizar con la gente a su alrededor y que sin embargo utiliza un atractivo físico para vivir aventuras fugaces... sólo para desaparecer, cuando cambia el viento, e irse a otra ciudad... Pero Elizabeth siempre termina por volver a Los Ángeles, donde siente, intuye, sabe que vive su madre, la mujer que la dio en adopción al nacer.

-una realización excelente, sensible y original, con numerosos momentos visuales logradísimos, como la secuencia que abre el film.

-un reparto de campanillas: Annette Bennig (excelente, aunque a ratos un poco sobreactuada) y Naomi Watts (guapísima y excelente, sin más; qué le voy a hacer, soy fan) encabezan el cartel, con intervenciones de un largo elenco de actores y actrices sobradamente conocidos: Jimmy Smits, David Morse, Samuel L. Jackson, Elpidia Carrillo y la maravillosamente maravillosa Amy Brenneman (ambas repiten de nuevo con García tras Cosas... y Nueve Vidas), Cherry Jones, Elisabeth Peña (¡Olvida el Álamo!) y un largo etcétera de caras conocidas repartidas por el film...

Es este un film algo más solemne y con más pretensiones que sus anteriores películas. Cosas... y Nueve Vidas eran ejercicios excelentes de creación de personajes femeninos a contracorriente, encantadores, vivos, imperfectos: el episodio protagonizado por Rhonda, encarnada por Amy Brenneman, en Nueve Vidas vale por toda una película, al igual que el capitulo de Cosas... protagonizado por Glenn Close. Esta vez, García renuncia a la división en episodios de su historia y se centra en solamente dos personajes, madre e hija, separadas y unidas a un tiempo. Una idea interesante la de que ambas son "defectuosas" porque les falta una parte de sí mismas. Más interesante aún resulta esa tesis que la película defiende y García pone en boca de dos personajes muy diferentes: lo que importa, en términos de familia, no es la sangre, es el tiempo que se pasa con alguien. Una tesis que el final del film (bien resuelto pese a algún que otro excesillo dramático en el hospital) recoge a la perfección.

Dentro de un guión estupendo con momentos realmente logrados, hay que alabar que García no caiga en la tentación del final feliz baboso (pese a que en algunos momentos el film corre peligro de escorar hacia el mundo del almíbar, pero sin llegar a hacerlo), y son destacables unos cuantos momentos más que logrados, como la escena de Karen y Paco en el coche de éste, cuando ella le pregunta "¿Pero de dónde has salido tú?"; el arrebato de Elizabeth en la clínica, o su mirada a su alrededor en la fiesta de la familia de su jefe. Sólo se puede achacar al film algunos momentos superfluos (la charla de Elizabeth con su vecina adolescente ciega, algo redundante) o personajes como los vecinos de Elisabeth o el antiguo amor de Karen, que o bien deberían desarrollarse algo más, o simplemente desaparecer de la trama para aligerar un pelín el metraje de 125 minutos del film.

En resumidas cuentas: merece la pena.

Rodrigo García (se parece a su padre), la productora Julie Lynn, Naomi Watts, Kerry Washington y Jimmy Smits durante la presentación del film en el Zinemaldi de Donostia-San Sebastián en 2009.

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