Es un verdadero placer volver a encontrarse con el bueno de Jack Sparrow (perdón, capitán Jack Sparrow), ese personaje inmortal al que da vida Johnny Depp en la serie de películas de piratas de Disney que ya alcanza su cuarta (y presumiblemente, no última) aventura. El pirata más amanerado del mundo y su habitual prole de secundarios (bueno, no todos) vuelven por sus fueros.
El personaje de Depp es tan gracioso, tan imposible y absurdo que resulta irresistible. Por desgracia, este film se parece más a la anodina tercera entrega que a la excelente primera parte de la saga. En este caso, se puede decir que algo de guión tiene, pero como suele suceder en este tipo de filmes "grandes", los guionistas se afanan tanto en complicar la trama sin necesidad que se acaba volviendo plúmbea y confusa. Y así, En Mareas Misteriosas, pese a un arranque divertido y vibrante, poco a poco se va diluyendo, y al final la confusión de las tramas entrecruzadas es tal que todo se vuelve soso y pierde la gracia. A ello contribuye su excesiva duración y la acumulación de personajes.
De nada sirven las incorporaciones de dos nuevas estrellas al elenco de la saga: la pirata Angélica, a la que da vida Penélope Cruz, con escaso margen para hacer algo más que lucir palmito, "gracias" al guión; y el siniestro Barbanegra interpretado por Ian McShane con empaque, un malvado muy bien compuesto que sin embargo pierde fuerza según avanza la película. Y no sirve de mucho tampoco la siempre agradecida presencia de Geoffrey Rush como el inefable capitán Barbosa. Cada uno de ellos resta fuerza a los demás, y se pierden en una confusa red de alianzas y desencuentros, en vez de establecer verdaderas confrontaciones (como sucedía con Sparrow y Barbosa en la Maldición de la Perla Negra).
La película, en términos técnicos, incluso en algo tan cuidado en este tipo de filmes como los decorados o los efectos visuales, es mucho menos brillante que sus predecesoras, lo cual es realmente sorprendente, en esta época de maravillas digitales y teniendo en cuenta su presumiblemente enorme presupuesto. Nada de escenas como las de los piratas zombis de la primera entrega, o los asombrosos Kraken y Davy Jones y la batalla en el torbellino de sus continuaciones.
En resumen, mucho ruido (mucho, a veces demasiado, como si eso sirviera para tapar otras carencias) y pocas, muy pocas nueces.
2 comentarios:
Hmmmf... divertida aunque un poco larga y sólo me sorprendieron un poco las simpáticas sirenitas... y encima no cuentan el Secreto de la Cerveza Barbanegra!!:P
Jaja, es cierto, no lo cuentan, no. Mira, pues a mí precisamente lo de las sirenas me parece un pelín "Crepúsculo"... todas son unos "bollitos" muy en la onda de hoy en día, y lo de los colmillos, en fin, una bobada de juzgado de guardia! Donde estén los piratas zombis de Barbosa...
Desde luego, es la peor de las cuatro. Una pena.
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