"You're going to need a bigger boat."

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martes, 21 de febrero de 2012

Películas recién vistas: MONEYBALL

La nómina de películas sobre béisbol, buenas y malas, ficticias o basadas en hechos reales, es tan larga que una más se antoja algo anodino… Y Moneyball parece "una más", hasta que nos acercamos un poco más, y nos fijamos en dos detalles: sus guionistas son Steven Zaillian y Aaron Sorkin, y su protagonista es Brad Pitt, uno de esos actores que sólo trabajan en lo que les interesa de verdad. Así, ¿puede que Moneyball no sea "solo" una película sobre béisbol, como The Damned United no era un film "solamente" sobre fútbol?

En efecto, ese es el caso. La película dirigida por Bennett Miller cuenta parte de la vida de Billy Beane, un personaje real: jugador frustrado y mánager de inesperado éxito, Beane llevó a su equipo a batir todos los récords de victorias en la historia de su deporte con inéditos métodos de selección de fichajes, condicionados por un presupuesto tan exiguo que rozaba lo ridículo, y con la ayuda de un sorprendente asistente: un bisoño graduado en económicas por Yale (Johah Hill).

Pese a que los métodos de Billy funcionan, sólo un equipo con más dinero conseguirá ganar, aplicando esas ideas, el título que los Athletics de Oakland de Billy siempre rozan con la punta de los dedos pero nunca consiguen agarrar. ¿Qué importa, ganar, o jugar como tú crees que hay que jugar, aceptando todo lo que eso conlleva? En el caso de Billy, la respuesta está clara. El film se convierte así en una metáfora universal de la relación entre el dinero y el deporte profesional (de ahí el título del film) y, por extensión, la vida en general.


Por obra y gracia de un buen guión y una adecuada realización, Moneyball trasciende lo meramente deportivo (por fortuna, dado que los misterios del béisbol son un libro cerrado para muchos de nosotros, seres humanos de fuera de Estados Unidos) y no cae en el tópico mensaje de superación en plan "los patatas ganan el campeonato" tantas veces visto, por ejemplo, recientemente, en la bienintencionada Invictus.

El retrato de Beane como un pionero solitario, obsesivo, cortante, difícil en el trato, condenado al ostracismo por apartarse de los caminos establecidos (algo tan habitual en el cine americano), huye de caminos trillados y de edulcorantes sentimentales. Evidentemente, buena parte de la culpa de lo bien que funciona el personaje y del atractivo del film la tiene la magnética presencia de Brad Pitt. Tanto el popular actor como el regordete Jonah Hill bordan sus papeles, bien secundados por caras conocidas como Philip Seymour Hoffman o Robin Wright en papeles secundarios.

En resumen: merece la pena, aunque el béisbol no te interese para nada (como sucede mi caso), y pese a que algunos críticos quizá exageran un poco...

2 comentarios:

BELDARIN dijo...

Me reitero en tu blog peliculon. Me gusto mucho brat pitt esta muy bien. La verdad es que el beisbol viene bien para explicar el metodo pero nada mas.
No es el deporte que mas me gusta pero se hace pasable. Bueno sin fin una gran pelicula. Una mas de todas las que voy viendo para los oscar.

Mikel dijo...

Gracias por el comentario, Crack!