"You're going to need a bigger boat."

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martes, 29 de mayo de 2012

RODEADO DE CELULOIDE presenta… EL PUEBLO DE LOS MALDITOS (1960) contra EL PUEBLO DE LOS MALDITOS (1995)

O lo que es lo mismo, blanco y negro contra color; un maduro George Sanders y un puñado de intérpretes británicos desconocidos contra el protagonismo de un sobrio Christopher Reeve, cuya carrera quedó marcada para siempre por su papel en Superman (y después, truncada por el accidente que le dejó tetrapléjico); o el ignoto guionista y realizador británico Wolf Rilla contra el célebre John Carpenter, quien ya contaba con grandes éxitos como 1997, Rescate en Nueva York o La Cosa (otro remake, por cierto) en el momento de acometer este film. Aviso: spoilers ahead…

La historia que cuentan ambos filmes es bien conocida. En la tranquila localidad de Midwich, uno de esos lugares "donde nunca pasa nada", un día cualquiera, todos sus habitantes se ven sorprendidos por "algo" que les deja inconscientes durante unas horas… y para su sorpresa primero y su terror después, descubren días más tarde que todas las mujeres de Midwich están embarazadas. Los numerosos niños que nacen de estos extraños embarazos son aún más extraños… para empezar, se parecen como gotas de agua.

Ambos directores adaptan de maneras distintas la novela original, The Midwich Cuckoos, clásico entre los clásicos de la ciencia-ficción, debida a John Wyndham. Rilla opta por la fidelidad y la sobriedad, resumiendo la trama pero manteniendo sus elementos básicos. Carpenter, por introducir elementos nuevos y modernizar y "americanizar" la historia, basándose tanto en el original de Wyndham como en el guión del film de Rilla, obra de éste, de George Barclay y de Stirling Silliphant, quien también escribió filmes como El Enjambre o El Coloso en Llamas. El principal problema de la versión más moderna es que los añadidos y los cambios respecto al original de Wyndham y al film de Rilla no aportan nada especial.

En ambos filmes, la presencia de los extraños niños mutantes es importante parte de la trama. Los chavales elegidos para dar vida a los peligrosos infantes de pelo blanco y ojos brillantes resultan adecuadamente inquietantes en ambos casos. En cuanto al resto del reparto de los dos filmes, los actores que secundan a Sanders y Barbara Shelley en la versión de 1960 cumplen con sus papeles con encantador aplomo añejo. El reparto de caras sobradamente conocidas que acompaña a Reeve en la película de Carpenter (Kirstie Alley, Mark Hamill, Michael Pare…) oscila entre lo exagerado (Hamill), lo plomizo (Alley) y el encefalograma plano (Pare). La estética de la época tampoco ayuda demasiado.

Y en cuanto a la trama en sí, opino que ambas películas cometen un error que en la novela no existe. Si en el libro de Wyndham el plan del doctor Zellaby para acabar con los peligrosos chavales no se desvela hasta el mismo momento de su ejecución (literalmente en los dos últimos párrafos de la novela), con lo cual la explosión de la bomba te pilla completamente por sorpresa, tanto Rilla como Carpenter optan por jugar esa carta a la manera de Hitchcock (pero con resultados bastante más pobres), revelando el contenido del maletín del médico para que se pueda establecer la confrontación final en términos más "peliculeros". 

En el caso de Rilla, este es el único resbalón a lo largo de los medidos 75 minutos de metraje de su film. En la película de Carpenter, en general más sosa y deslavazada en todos los sentidos que la de Rilla (y eso que su duración apenas supera los 90 minutos), todo resulta bastante más plúmbeo. Creo que el tiempo le ha sentado peor a la versión más moderna, curiosamente. Basta ver los efectos especiales del célebre brillo de los ojos de los "encantadores" niños. En el film de 1960, sin embargo, menos es más, y las brillantes miradas de los chavales resultan bastante inquietantes.

En resumen: resulta ganadora la versión de 1960, por varios cuerpos de ventaja.


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