"You're going to need a bigger boat."

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sábado, 30 de junio de 2012

RODEADO DE PAPEL (Sin dibujos) presenta… THE MONUMENTS MEN



Recién visto el excelente documental Las Cajas Españolas en la 2, que cuenta la alucinante historia de los dedicados conservadores de arte de la República, que pusieron a salvo los tesoros culturales del Museo del Prado durante la Guerra Civil trasladándolos primero a Valencia y luego a Suiza (aunque la derecha de siempre lo calificó y califica de "robo y expolio", dentro de su peculiar concepción de la historia de España), cae en mis manos este libro, The Monuments Men, en el cual Robert M. Edsel relata los avatares de varios hombres y mujeres que durante la Segunda Guerra Mundial velaron por el arte en medio de invasiones, bombardeos, saqueos y destrucción.

Repartidos por distintos lugares y unidades, varios oficiales de diversas nacionalidades, a base de tesón y dedicación, lograron contagiar su preocupación a los altos mandos militares y salvaguardar la integridad de gran parte del patrimonio artístico europeo y, en el caso de las obras que habían caido en manos de los nazis, localizar y recuperar multitud de piezas de todo tipo. Tanto Hitler como Göring eran grandes amantes del arte (además de un par de psicópatas degenerados, ambas cosas son perfectamente compatibles, pregúntale al doctor Lecter), y con el poder supremo del que disfrutaban pusieron en práctica una rapiña tan aterradoramente eficaz y metódica como sus operaciones militares y las demás barbaridades que perpetraron durante los años de la guerra. La colección privada del Führer era tan vasta como llegaron a ser sus dominios en Europa. Göring incluso poseía un tren privado para transportar su colección de arte.

Evidentemente, el libro de Edsel repasa los hechos fundamentales del conflicto, siguiendo el rastro de los oficiales de Monumentos, que hicieron suya la tarea de conservar en lo posible el legado de las generaciones pasadas, incluido el arte del enemigo, que también corría peligro. Es fascinante descubrir, como descubrieron ellos, los insólitos lugares en los que los nazis escondieron miles de obras de arte de todo tipo: desde las villas de lujo de las montañas austriacas a las profundidades de ignotas minas de sal, los avatares sufridos por tantas y tantas obras maestras resultan asombrosos. También lamenta Edsel las pérdidas imposibles de reemplazar, como la abadía de Montecassino y otros monumentos, arrasados por las bombas de ambos bandos.


Gracias a una amplísima documentación, que abarca desde los documentos oficiales hasta la correspondencia privada de los oficiales de Monumentos, Edsel, empresario petrolero apasionado por el tema y creador de una fundación dedicada a la protección de los tesoros artísticos durante las guerras, convierte el libro en un homenaje a los dedicados conservadores que salvaron el legado artístico europeo de la destrucción. Edsel acometió el proyecto espoleado por su indignación ante la desastrosa gestión del ejército de EE.UU. del saqueo sufrido por el Museo de Bagdad durante la segunda Guerra de Irak.

El libro es una lectura interesantísima de principio a fin, y parece seguro que George Clooney co-escribirá, protagonizará y dirigirá una adaptación cinematográfica de la historia que narra Edsel, centrándose en los días que van desde el desembarco de los aliados en Normandía hasta el día de la victoria. Ese fue el momento álgido de actividad de los oficiales de Monumentos, aunque otras personas, como algunos expertos de arte franceses (a quienes Edsel también dedica su atención) con quienes colaboraron posteriormente, ya llevaban un tiempo actuando para proteger en lo posible el arte del peligro nazi.

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