La enrevesada trama de viajes en el tiempo, inspirada en la celebérrima historia de Claremont y Byrne, está narrada de forma modélica, y consigue que nadie se pierda pese los continuos saltos atrás y adelante en el tiempo. Aunque el film no presenta adecuadamente a muchos de los personajes (como el siempre cargante Bishop, por ejemplo) y juega con el conocimiento previo de su público objetivo (al que dedica numerosos guiños), Synger y sus guionistas consiguen un film accesible a cualquier espectador, como lo eran X-Men y X-Men 2, con momentos muy logrados como las primeras imágenes del desolado futuro que espera a los mutantes, o las exhibiciones de poder de Magneto. Podemos decir que Singer no supera la estupenda X-Men 2, pero sí empata, y aprovecha lo mejor de la precedente X-Men Primera Generación. Eso sí, hasta Los Vengadores, aún queda un largo camino...
Comentario aparte merece la juguetona secuencia en "tiempo Mercurio", tan divertida como brillante. El amplísimo reparto de caras ya conocidas de anteriores entregas repite en sus respectivos papeles, aunque en algunos casos (Ellen Page, por ejemplo) no quede muy claro por qué tienen el mismo aspecto a cincuenta años en el futuro… Pero, bueno, es una película de superhéroes, ¿no?
En resumen: un gran espectáculo, como debe ser.
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