Las memorias de Andre Agassi se revelan como una lectura más que apasionante, y lo dice alguien que considera el tenis un deporte bastante aburrido (bueno, no tanto como el fútbol, claro…)
Redactadas con la ayuda de un amigo del tenista (escritor, para más señas) que no desea crédito pero al que Agassi se lo concede, el célebre jugador norteamericano desgrana su carrera y se muestra tan imperfecto como cercano en todo momento. El desgarrador retrato de su relación con su padre, de su lucha con sus demonios interiores y sus inseguridades, de sus matrimonios con Brooke Shields y Steffi (Stephanie) Graf, se alternan con el relato de cómo aprendió, ya mayor, a amar un deporte que siempre odió, entre partido y partido con la crème de la crème del tenis mundial de dos generaciones.
Una lectura adictiva, indicada tanto para fans del tenis como para profanos en la materia. Un libro en el que Agassi suena sincero, lejos de imposturas facilonas, y en el que da cuenta de lo bueno y de lo malo de su larga vida deportiva.
En resumen: tan interesante como adictivo.
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