Mark Millar nos propone esta vez una historia de ciencia ficción nostálgica, alejada de sus habituales ficciones socarronas e hiperviolentas. Duke McQueen, improbable salvador de toda una civilización galáctica en su heroica juventud, languidece en el presente, viudo, olvidadas sus hazañas, ignorado por su familia. Pero en el lejano planeta que rescató de la tiranía, no le han olvidado… y le necesitan de nuevo. ¿Tendrá este anciano héroe lo que hay que tener para volver a combatir el mal?
La referencia es evidente. El héroe más clásico de la
ciencia ficción, Flash Gordon, es el modelo de este Duke McQueen caduco (aunque
menos panzón que Mr. Increíble), y el tebeo es un nostálgico y divertido
homenaje (aunque algo alargado, y escasamente sorprendente) a una época de
aventuras galácticas ingenuas y desaforadas, en el cual, muy por encima del guion destacan los trazos
económicos y precisos del siempre bienvenido Goran Parlov y el color “a la
Moebius” del brillante Ive Svorcina.
En resumen: para nostálgicos de la aventura de otros
tiempos. Millar, buscando una nueva adaptación al cine... que ya se esta negociando.
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